Viernes para leer... Misión de rescate en Madagascar. Gerald Durrel. En medio de la oscuridad vino hacia mí, con sus brillantes ojos hipnóticos, sus orejas de cuchara moviéndose en todas direcciones como antenas parabólicas, sus bigotes blancos tanteando el aire, sus manos negras, de dedos muy delgados, golpeando levemente las ramas a medida que avanzaba. Parecía un gato negro de una bruja de Walt Disney con un toque de E.T. Si algún día los marcianos llegan a la tierra, la criatura que salga de su platillo volante se parecerá a él. Se posó en mi hombro, me inspeccionó la cara con sus enormes ojos hipnóticos y pasó sus finos dedos por mi barba... De pronto descubrió mi oreja, introdujo el más pequeño de sus dedos en busca de una suculenta larva. Me resigné a quedarme sordo -hazme un sitio, Beethoven, me dije, que ahora llego yo-. Pero, para mi sorpresa, no sentí nada. Al no encontrar las larvas que esperaba, profirió un "humpf" de irritación y regreso a las ramas. Acababa de tener mi primer encuentro con un ayeaye, y decidí que de todas las criaturas que había tenido el privilegio de conocer, era la más increíble.
Posted on: Fri, 19 Jul 2013 08:00:33 +0000
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