“Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al ESPÍRITU SANTO de Dios que descendía como paloma, y venia sobre Él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. Entonces Jesús fue LLEVADO POR EL ESPÍRITU al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, TUVO HAMBRE. Y vino a él el tentador…” [Mateo 3:13-17, 4:1-3] El Espíritu tu Santo guió Jesús al desierto. Luego de 40 días, El tuvo una necesidad y aprovechando el momento, ahí se apareció satanás. ¿Cómo lo repudió Jesús? Con autoridad; con poder. Pero antes de eso, Jesús primero tuvo que someterse a la autoridad de Juan Bautista y luego tuvo que ser bautizado [sumergido, inmerso] desde adentro hacia afuera en el río Jordán [bajado, descendido, muerte]. Sin muerte, no hay gloria. Sin sumisión, sin negarte a ti mismo, sin ceder tus derechos a la voluntad de Dios, tu necesidad viene a ser tu prioridad. ¿Te imaginas que Jesús hubiera obedecido al diablo por su necesidad? .Si estás sin bautizar no puedes lidiar con el diablo. Como Jesús, solo cuando te niegas a tu propio yo es que realmente tienes autoridad. Hay muchos en el desierto sin ser bautizados en el Jordán. ¿Eres tu uno?
Posted on: Fri, 09 Aug 2013 17:00:06 +0000