Y continuemos con el 5º capitulo El golfito: Antonio me invita a un nuevo negocio, para eso hay que invertir, le entro, en poco tiempo con algunos amigos montamos todo lo que va a ser la sensación de San Luis Potosí, el parque de diversiones el gusanito, Rafa Montero pone el parque, mi hermano las maquinitas, Rafa Montero pone el snack y yo solito un golfito, invierto hasta mi último centavo, pero van a ver que buen negocio. Efectivamente, el golfito dejaba dinero, por fin, lo encontré, negocio bonito, agradable, con poco trabajo y sobre todo, entraba bastante más de lo que salía, todo iba viento en popa. Como vas con el golfito, pregunto Antonio a los dos meses de la apertura.- Bien, como vez deja buen dinero, gracias,-respondí- Tan bonito quedo el golfito, tan alegres las caras, tan nítidas las sonrisas que en los rostros de los paseantes se acentuaban, que por fin creí encontrar un buen negocio, todos los hoyos estaban alfombrados con pasto sintético, dos fuentes lo adornaban en el trayecto, barandales de cantera y hasta una pirámide formaba parte de tan bello lugar, era como un sueño, la gente rentaba los palos y se ponía a jugar, grandes, muy grandes y chicos compartían el lugar. Pasaron seis meses, el golfito atraía a la gente, daban vuelta a la pirámide, veían las fuentes, caminaban simplemente, lo importante que siempre tenía gente, pase el resto del día alegre, hasta que llego el momento de cerrar el golfito, segundos después, entraba Rafa Montero con mi Hermano Antonio, todavía estas aquí, oí a Antonio.- -.si.- respondí, que buenas nuevas hay. -No son tan buenas, se apresuro a decir Rafa Montero.- me temo que no. ¿Porqué?.- pregunte. -.Me temo que vamos a cerrar el parque, dijo Antonio, las ventas de las maquinitas no son las mejores, pero dejan, sin embargo, la parte de Rafa no va muy bien.-dirigiendo su mirada a la presencia de Rafa. La sombra acompañaba en ese momento a Rafa.- no encuentro palabras para describir como el miraba, su rostro tomo tonos tan tétricos, amarillos y sombríos que parecía que iba a enfermar.- -No hace falta decirte más, verdad, dijo Rafa.- la parte de mi negocio no ha levantado, Escuche como muy lejanas, aquellas palabras, pero no penetraban en mi mente, esta frase última que de labios de Rafa escuche, no la entendía bien, volví mi mirada, como queriendo entender, la palidez de Rafa se acentuó con mi mirada, su expresión nada dura ni hosca, con ojos brillantes pero alarmados, ¿qué podemos hacer, si de ustedes depende? Pregunte.- Por mi nada.- dijo Rafa.- habrá que cerrar, todavía puedes ver al dueño del terreno, ver si quiere rentarte a ti solo el lugar, más yo solo tenía unos cuatrocientos metros y el lugar era más de cinco mil. Valor, valor mi querido Tito, dijo Antonio, habrá que ir a ver a este dueño del terreno. Y fui, claro que fui, el golfito era buen negocio para dejarlo morir, pero salí como entre, más desanimado aún, era todo el terreno o nada, me contesto el dueño.- era mucha renta para mí. Can la más grande de las diligencias trate de ocultar mi pena, el golfito se cerro.
Posted on: Sat, 22 Jun 2013 05:19:18 +0000
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