Ya habían pasado muchos días desde la pelea con el hermano de su - TopicsExpress



          

Ya habían pasado muchos días desde la pelea con el hermano de su novia, lo que el consideraba como un pequeño "accidente de su parte" al no poder defenderse como debía y que casi le cuesta su vida, dejándolo con graves heridas, que por suerte gracias a los cuidados que había recibido gracias a su padre y a su novia, ya estaba casi todo curado. Ya no sentía ningún tipo de dolor ni molestia, por lo que luego de hacerse un par de Iratzes y algunas Runas, se pone su traje de entrenamiento y colocándose a Zymyar en su espalda, y varios otros armamentos en distintas partes de su traje, se dispone a salir del departamento de su padre a hurtadillas, ya que este le había prohibido el salir a entrenar por las condiciones en las que se hallaba, sin que el otro se enterara. Necesitaba entrenar, no quería volver a perder nunca mas ninguna batalla solo por no estar en forma. Además de que su espada necesitaba alimento con urgencia ya que hacia mucho que no la utilizaba y necesitaba reunir mas poder. Tomando entre sus dedos su anillo Morgenstern, con toda la concentración que se le hizo posible recaudar, apareció en un descampado completamente en ruinas, estaba completamente desolado el lugar, completamente oscuro y sin ninguna señal de mínima presencia de ningún tipo en el lugar, por lo que se queda completamente en silencio, esperando pacientemente la llegada de algún demonio para poder matar, y así poder entrenar su defensa y ataque y de esa manera poder mejorar y mas adelante poder sorprender a su padre cuando volvieran a entrenar juntos en una de sus sesiones de entrenamiento y estudio que realizaban juntos varias veces. Luego de esperar por tanto tiempo, estaba por irse ya resignado, cuando por fin se deja oír el crujir de unas hojas de árbol muertas que habían en el suelo, y llevando la mano hacia la empuñadura de Zymyar, la desenvaina para luego ponerse en posición de defensa esperando por la llegada del causante de ese sonido. Cuando finalmente aparecer el recién llegado, observa que se trata de un demonio Mayor. Comienza a sentir la adrenalina correrle por las venas, al igual que la sed por sangre que emanaba de su espalda al sentir la presencia de aquel demonio que tenia frente a el. Se sentía completamente listo para comenzar a luchar contra el, pero algo lo detiene, la voz del demonio que estaba hablando, estaba hablando en su lengua demoníaca pero aun así logra comprenderlo. -Joven Morgenstern. Te pareces a quien te ha dado su sangre, aunque no seas su hijo legitimo. -Presta atención a la voz del demonio hablarle, observando todas sus facciones y hasta cada mínimo movimiento que este realizaba, ¿Como es que lo conocía? ¿Como sabia acerca de su vida, de su padre, su sangre? - Te he estado vigilando por mucho tiempo. Desde niño. Se todo de ti, Morgenstern. Y quiero que me ayudes en algo. Tu padre me ha molestado, mas de una vez. -Observa como comienza a acercarse a el, y se da cuenta de quien se trataba. Su padre se lo había dicho. Sabía quien era. Azazel, su padre había tenido roces con el. Estira un poco el brazo extendiendo a Zymyar hacia el amenazándolo, para que no se acercara mas, sabia muy bien que no podría luchar contra el, si su padre no había podido vencerlo, nada garantizaba que el pudiera lograrlo. - ¿Que es lo que quieres? -Lo mira serio, aunque se notaba un deje de nerviosismo en su voz, sin duda tenia miedo. Miedo de lo que pudiera ocurrir. No debía dejar que ese demonio se diera cuenta, pero sabia que ya lo había notado. - A tu padre. Entregamelo, si lo haces no le haré nada a tus seres queridos, en especial a esa noviecita tuya que tienes. Entrégame a tu padre. Tienes una semana, o regresare por ti, y acabare con los que amas. Estas advertido. Luego de las ultimas palabras que salieron de la boca de Azazel, observa como este desaparece, y se queda helado sin comprender muy bien lo que había acabado de suceder. Había escapado del departamento de su padre para poder entrenar un poco, y había terminado siendo amenazado por un poderoso demonio al que no le había hecho nada nunca. Tratando de procesar lo ocurrido, guarda a Zymyar sin ganas de entrenar, y decide regresar, toma su anillo entre los dedos y concentrándose nuevamente regresa. Una vez en el departamento se dirige a su habitación. ¿Que debía hacer ahora? No podía quedarse sin hacer nada. No entregaría a su padre, pero tampoco dejaría que le sucediera nada a los que amaba. Debía hablar con alguien. Necesitaba hallar una solución, y pronto.
Posted on: Sun, 06 Oct 2013 22:30:38 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015