Yo solo quería mirarle, porque con mirarle podía sentir, todo. Su buen corazón reflejado en esa sonrisa sencilla; su empatía alegre cuando miraba directamente a mis ojos. Disfrutaba observándole, ni besos ni abrazos; quizás tímidas caricias incompletas, sueños perdidos en palabras sin sentido. Si podía verle sonreír, la felicidad tocaba un armonioso compás en mi pecho, y a veces, una saeta desaliñada estrujando mi alma cuando sus ojos se perdían en los míos. Si conseguía hacerle sonreír, las palabras se me perdían en su boca. Con solo mirar dentro de él, mi mundo se hacía añicos, y no me importaba. Como si el fin del mundo fueran sus pupilas y yo la única superviviente. Mentes despiertas
Posted on: Wed, 04 Sep 2013 09:53:41 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015