aqui la proxima :) q la disfruten 15 LIKES Y CONTINUO :3 #Deka -¡No te muevas! Ni siquiera intentes respirar, quizá él esté tras la puerta del armario.-le dijo Sasha a su pequeño hermano que despavorido se enredó entre las sábanas de su cama y comenzó a temblar. -¡Basta hermana! Me asustas- exclamó mientras se le quebrantaba la voz en llanto. Así pasaba cada noche que Sasha le contaba historias a su hermano Rael, un pequeño de 9 años que le temía quizá a todo aquéllo que se moviése. Y por otro lado, Sasha, era una pequeña de 14 años, amante del terror en especial cuando se trataba de causarlo a su pequeño hermano, en verdad lo disfrutaba. Una noche, antes de ir a la cama, la familia de 4 se encontraba en la mesa compartiendo la cena. -Mamá, ¿Puedo dormir esta noche con ustedes?- dijo Rael mirando de reojo la expresión de su hermana. -Hijo, ya tienes 9 años, puedes dormir por tu cuenta en tu cama- la madre sonrió y le acarició el cabello. -Pero madre, Sasha no me va a dejar dormir de nuevo con sus historias- el niño hizo una rabieta. La cena continuó en silencio tras una risita de complicidad de Sasha al ver que su hermano no logró deshacerse de ella. Al finalizar la cena, llega la hora de dormir. Rael y su hermana dormían en la misma habitación en camas separadas. -¿Quieres escuchar un cuento para dormir?- dijo la niña mientras sacudía las sábanas desde la otra cama. -No, hermana, hoy quiero dormir tranquilo, por favor- Rael contesto en tono sumiso. -Ya, no seas llorón, ni siquiera es real, es sólo una historia que leí en internet, deben ser mentiras- ella se acercó a sentarse a la orilla de la cama del niño. -Está bien, pero si me da miedo te callas y nos vamos a dormir- concluyó Rael antes de ponerse comodo a escuchar a su hermana mayor. Ella asintió con la cabeza y comenzó el.relato. - Esta historia pasó hace muchos años en un lugar alejado de la ciudad, en un pueblo de Nueva Jersey... No se sabe si lo que pasó fue verdad o si es sólo una leyenda; pero los inquilinos que ahora viven en la casa donde ocurrió la desgracia dicen que a veces por las noches oyen los gritos de una chica y los llantos de otra chica, de voz parecida a la de la primera, pero más bonita y clara, como si fueran las voces de dos hermanas adolescentes.Bueno; el caso es que, hace 40 ó 50 años atrás, en una casa grande de un pueblo de Nueva Jersey, vivía un feliz matrimonio con dos hijas de la misma edad, Sarah y Jeniffer, unas adolescentes de 16 y 17 años (Jeniffer era la mayor). Era una familia que lo tenía todo; amor, bastante dinero... los padres creían que eran la familia perfecta, pero ignoraban algo respecto a sus hijas: el gran odio que Sarah sentía hacia Jeniffer. Le tenía una gran envidia a su hermana; ya que era más guapa, más alta, tenía más suerte con los chicos, era admirada por todos, tenía una voz más bonita, era la más popular, era la mayor de ellas dos... pero había algo que Sarah envidiaba muchísimo a Jeniffer, mucho más que cualquier otra cosa: sus ojos. Jeniffer no era vanidosa ni soberbia, pero no podía evitar decir que sus ojos eran su mayor orgullo, estaba orgullosísima de ellos, no paraba de alucinar con sus ojos, y es que eran perfectos: de un azul claro precioso, brillantes... y todos la admiraban por eso, todo el mundo le comentaba que tenía unos ojos preciosos. El caso es que una tarde Sarah se quedó pensando en su cuarto sobre cómo podría destruir a su hermana Jeniffer, ya que la odiaba mucho, y se le ocurrió una idea bastante cruel y sanguinaria, aunque no era raro porque Sarah estaba volviéndose loca y enferma mental. Su principal objetivo era hacer que los ojos de Jeniffer dejaran de molestarla con su belleza, y que de paso Jeniffer dejara de ser la mejor en todo. Mientras Sarah se quedó en la casa preparando y materializando su plan, Jeniffer estaba dando una vuelta con las amigas por la ciudad, y los padres se habían ido al cine y al teatro, así que fue la ocasión perfecta para trazar su plan sin que nadie la viera. Pasaron las horas, pasaron y pasaron, y se hizo de noche. Eran las 10:00. Jeniffer estaba yendo hacia su casa. Venía muy contenta y sonriente. Entró muy rápido en su casa sin mirar a su alrededor. Fue a su cuarto y se encontró con su cuadro de comunión roto y tirado en el suelo. Después empezó a recibir unas llamadas. Era alguien amenazándola con arrancarle los ojos y con destripar a su club de fans. La voz le resultaba conocida. Jeniffer se estaba asustando muchísimo, y también oía gritos fuera de la casa. Era Sarah, que lo hacía para asustarla más. Diez minutos después, Jeniffer salió de la casa, y, nada más salir, se detuvo. Su boca se secó. Su corazón se paró. Se quedó de piedra con lo que vió. Lo que había visto era tan enormemente horrrible, tan orroroso, que se arrancó los ojos para no ver más. Era su propia hermana ahorcada de un árbol con tres puñaladas en el vientre y mirándola directamente a los ojos. Las ideas de la desquiciada Sarah habían quedado muy claras, y su venganza se había cumplido. Estuvo dispuesta a morir a cambio de que Jeniffer perdiera su felicidad, y, sobre todo, su mayor tesoro: sus ojos.- terminó Sasha con una expresión algo macabra al ver el horror en la cara de Rael. -Hermana, t-t-tú no harías nada como eso, ¿Verdad?- dijo tembloroso el niño. Ella no contestó y se echó a dormir. Para la sorpresa de Rael, que ya con miedo no pudo bajar de su cama para preguntar qué le sucedía a Sasha. Las horas pasaron y él no consibía el sueño. Se escucharon golpes de la habitación de sus padres. Rael volteó de súbito a ver a su hermana y ésta no se envontraba en su cama. -¿Qué está pasando? Se preguntó a sí mismo en un grito ahogado por el terror. Alcanzó a escuchar un sonido metálico, como cuando afilan un cuchillo. Tan pronto como pudo, Rael se escondió tras la.puerta de su armario en un par de saltos. Estaba temblando, cuando miró una silueta próxima a la puerta de la habitación... Era su hermana, Sasha, cubierta en sangre y con un cuchillo carnicero en mano. Intentó, desconcertado, gritarle para saber qué ocurría, pero antes de poder emitir un sonido, ella se abalanzó a romper la puerta del armario, tomó a Rael por el cuello y lo levantó casi medio metro sobre el suelo. -Estúpido hermanito, ¿No lo recuerdas? Hace dos años que eres hijo único, mamá y papá no me recordaron ni siquiera anoche que me mencionaste, ya me encargué de ellos por no haber hecho nada el día de mi muerte, pero tú... Tú no mereces que te mate tan pronto.- Sasha hablaba y la mitad de su cara se miraba totalmente desfigulada, ya no parecía la niña que Rael veía y escuchaba cada noche. Estaba desconcertado y sus ojos se abrieron lo más que pudo. No podía ser posible que ella estuviera muerta. Hasta que recordó... Dos años atrás, papá arrolló a alguien.con el auto, una niña de 12 que iba en su bicicleta a gran velocidad, en busca de sus padres que pronto saldrían de la ciudad con su hermoso hijo de 7 años. La niña murió en ese accidente en el que se fracturó casi todos los huesos del tórax y se desfiguró la cara. Se trataba de Sasha, su hermana, nadie la pudo salvar y en su casa no se volvió a mencionar su nombre, excsptuando esa noche. En la que Rael pudo dar su último grito dirigido a su difunta hermana. -¡Sasha! ¡No puedes estar muerta! Yo te vi salir de pie del hospital.- El silencio llenó la habitación y el cuerpo sin vida de Rael cayó al suelo, su cara con las cuencas vacías y una gran herida de orilla a orilla en su diminuto cuello.
Posted on: Thu, 25 Jul 2013 05:24:18 +0000