ayer tarde pase un rato muy especial, diría que entrañable. Había muchas personas en el Templo y yo encontré un hueco entre el confesionario y el altar del Perpetuo Socorro y me aislé con mis pensamientos... Recordé a todas/os los que faltaban y que yo tuve la suerte de conocer que dedicaron tantas horas de su vida en transmitirnos su experiencia de fe:Asunción, mi tía trini, Maricha, los sacristanes ya fallecidos, el padre Trigo.... Y los que no pudieron asistir: mi madre, tan viejecita, el padre Junco con un buen catarro, Pedro y mi hijo en Tenerife, Roberto en Madrid.... Disfruté del pasodoble de La Linea tan bien cantado por la coral, de la amabilidad y el sentimiento de respeto que reinaba. Las palabras que se dijeron fueron sencillas y sentidas y no fue largo con buen ritmo, no hubo protagonismos, la protagonista fue la Inmaculada y el pueblo linense. Gracias por el recuerdo a nuestros mayores, sin ellos no estaríamos ahora aquí ni hablando de estas cosas y más gracias a todos/as los que os habéis dejado las pestañas para que todo saliera tan bien.
Posted on: Mon, 02 Dec 2013 14:41:19 +0000
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