...cuando la vi, a diez metros apenas, cantando ella también como una poseÃda. Y en esta cuarta vez, además del lógico sacudimiento, sentà también un poco de recelo, un amago casi indiscernible de desconcierto, la sospecha de haberme quedado no sólo lejos de su vida, como siempre habÃa estado, sino fuera de su mundo y fuera también de su belleza, que aun a sus cincuenta (en octubre cumplirá cincuenta... y uno) seguÃa siendo persuasiva; fuera de sus noticias, de su vida cotidiana, de sus ideas, y fuera también de este entusiasmo atronador en que estábamos envueltos, porque no lo habÃamos alcanzado juntos sino cada uno por su lado, coleccionando destrozos y solidaridades. Sin embargo, de una cosa no me cabÃa duda: era la única mujer que realmente me habÃa importado y aún me importaba. BENEDETTI
Posted on: Sun, 25 Aug 2013 21:44:16 +0000
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