[email protected] -.¿Qué hora es?.- pregunta nervioso el entrenador, en su rostro, arrugado por el roce del tiempo, las gotas de sudor dejaban surcos húmedos y brillantes, era impresionante mirarlo, a pesar de estar la mayor parte del tiempo del entrenamiento con él, nunca me había fijado en su ser. Su porte atlético, su mirada profunda y su tez morena, hacían más impresionante su altura y su voz, y por primera vez, el entrenador ¡sentía miedo!, se le notaba en su caminar inquieto y en ese sudor que corría por su frente. Recuerdo hace cinco años atrás, cuando recibimos la gran noticia del siglo, TUCUPITA 2053, Juegos Olímpicos en Venezuela, la selección de Tucupita como sede fue una gran sorpresa, ni siquiera el entrenador cuando leyó el correo , donde nos felicitaban por nuestra nominación quiso creerlo, y hasta que no se comunicó con las autoridades olímpicas internacionales y concretó la noticia, no celebró, pero aún sabiendo que era cierto, sólo se vio un gran brillo en sus ojos. La ciudad deportiva de Tucupita fue una gran lucha de unos visionarios, que después de graduarse en distintas áreas, unieron sus esfuerzos y sus ideas, para hacer realidad su proyecto, que comenzó en el año 2021, pero esta ciudad no era sólo deportiva, sino que una ciudad perfecta, bien programada y construida, para el eficiente crecimiento sociológico, espiritual y económico de las personas que la habitaran. Contaba con suficientes espacios educativos, sociales, deportivos y de salud, además de su seguridad, generada no por la presencia de represión, si no por la acción social que no permite que los habitantes estén en un ocio permanente, sino que envuelve al que la habita en todo tipo de actividades que progresivamente le hacen desarrollarse. También era impresionante sus edificios, la biblioteca, los museos y teatros, las casas distribuidas de manera ecológicamente armoniosas, con plazas y parques por doquier, como lo había escrito el padre del entrenador en un libro que tituló “La ciudad Posible” que leí en mi adolescencia y todavía conservo en mi cuarto, creo que eso inspiró a su hijo y sus amigos a hacer realidad el sueño de su padre. El avión aterriza en el aeropuerto internacional de Tucupita puntualmente, cargando con los primeros participantes de las primeras olimpiadas realizadas en nuestro país. M.P 2000
Posted on: Sat, 13 Jul 2013 03:22:55 +0000
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