el gobernador José Manuel de la Sota destacó que Córdoba preservaba más de tres millones de hectáreas de ecosistemas, que la convertía en la segunda provincia con más superficie protegida, detrás de Misiones. esos tres millones se reducen a la mitad si se dejan de lado los dos corredores biogeográficos, el del Caldén (665 mil hectáreas) y el Chaco Árido (1.173.000 hectáreas). fueron creadas en 2003 por decreto del propio De la Sota, no están incluidas dentro la ley 6.964 o “Régimen de conservación de áreas naturales y creación del servicio provincial de áreas naturales”. La norma indica categorías de protección parques y monumentos naturales, refugios de vida silvestre y reservas provinciales. No se menciona la figura de “corredor biogeográfico”. El decreto creado en 2003 sólo declara de interés público la conservación y el desarrollo de estas biorregiones. Determina los desmontes que se hagan en estos sectores deberán someterse a un Estudio de Impacto Ambiental. faculta a la autoridad de aplicación “en el marco de la ley 6.964”, a promover “la gradual incorporación de inmuebles al régimen de ambientes de conservación establecidos en esta ley”. Más allá de lo que digan los papeles, en la realidad se corrobora que estos corredores biogeográficos no funcionan como áreas protegidas. “El objetivo fundamental que cualquier intervención debía ser evaluada y autorizada. Era mucho más severa que la norma que protege cualquier campo privado este decreto no funcionó para nada”, “No son áreas protegidas. La mitad del Chaco Árido se ha desmontado desde el decreto. En el caldén también ha habido desmontes. Son menos que un papel. No han protegido absolutamente nada” “Sobre el área de Caldén, en el sur de Córdoba y norte de La Pampa, se ha producido un desmonte muy intenso recientemente y se ha reemplazado la vegetación por pastizales.ha sembrado girasol y soja” la única área protegida de Córdoba que funciona correctamente es el Parque Nacional el Condorito. “En general, las jurisdicciones provinciales y municipales del país hacen poco y nada por la conservación”, La Provincia tiene a su cargo 11 áreas protegidas. Además, hay más de una decena en manos privadas. Es el caso de la Reserva Realicó, la única iniciativa que prosperó tras la creación de los corredores biogeográficos. Son 5.300 hectáreas resguardadas bajo la figura de Reserva Forestal dentro del corredor del Caldén. En 2009 se realizó un intentó para reintroducir allí la mara, la liebre criolla que supo habitar casi toda la provincia. Bucher ha dedicado buena parte de su vida a investigar los Bañados del Río Dulce y Laguna Mar Chiquita, la reserva provincial más grande, con más de un millón de hectáreas. Entiende que esta región está relativamente bien. “Al menos tiene un destacamento y personal permanente, Lo que aún no tiene es un Plan de Manejo, como corresponde por tratarse de una reserva provincial y por ser sitio Ramsar (humedales de importancia internacional)” destaca que la principal amenaza actual es la disponibilidad de agua del río Dulce. Parque Natural. Es la categoría de máxima protección que posee la Provincia, según la ley 6.964. Se conserva por sus características naturales y paisajísticas. Son extensos y dependen completamente del Estado. No se permite ninguna actividad humana Sólo hay uno: Chancaní. Refugio. Se destacan por tener una o varias especies animales o vegetales de alto valor genético. Reserva. El objetivo es proteger un ecosistema ya transformado, pero en equilibrio, o bien una cuenca hídrica, algunas especies arbóreas o animales o restos arqueológicos. Se permiten la agricultura y otras actividades, pero conforme con el Plan de Manejo elaborado por la Provincia.
Posted on: Tue, 25 Jun 2013 14:20:32 +0000
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