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nom, OBAL o EBAL. tip, TRIB vet, Pueblo descendiente de Joctán (Gn. 10:28). Una de las más antiguas tribus de Arabia se llama «Abil» (Delitzsch) y es también el nombre de un distrito del Yemen (Helevy). Según Bochart se trata de los Avalitae, de la costa africana adyacente al estrecho de Bab el-Mandeb. En 1 Cr. 1:22 aparece con la forma Ebal. nom, OBED tip, BIOG PROF HOMB HOAT vet, = «siervo». (a) Abuelo de David y antepasado de Jesús (Rt. 4:17; Lc. 3:32). (b) Un profeta de Israel quien reconvino a Peka, rey de Israel, porque en una guerra contra Judá no sólo había hecho una gran matanza sino que había traído consigo un número incontable de prisioneros a Samaria (2 Cr. 28:6-15). (c) Otro profeta que logró una gran reforma en tiempo del rey Asa (2 Cr. 15:1-9). (d) Cuatro personas más mencionadas en 1 Cr. 2:37; 11:47; 23:1; 26:7. nom, OBED-EDOM tip, BIOG SACE HOMB HOAT vet, = «siervo de Edom». (a) Persona de origen discutido. Si provenía de la ciudad filistea de Gat, es probable que perteneciera a la guardia personal de David; pero si era originario de Gat-rimón, ciudad levítica de la tribu de Dan, entonces Obed-edom era levita. Vivía entre Quiriat-jearim y Jerusalén, cerca del lugar donde murió Uza por haber tocado el arca. David ordenó que el arca fuera depositada en la casa de Obed-edom, donde estuvo durante tres meses. Jehová bendijo a Obed-edom y a su familia (2 S. 6:10-12; 1 Cr. 13:13, 14; 15:25). Si Obed-edom era levita, se debe asimilar con Obed-edom coreíta (el apartado c, más abajo). Los coreítas pertenecían a la familia de los coatitas, a la que se había asignado la ciudad de Gat-rimón. La mención de la bendición de Dios (1 Cr. 26:5) parece relacionarse con 1 Cr. 13:14 y 2 S. 6:11. (b) Levita de rango secundario; era uno de los guardianes del arca, y tocó el arpa durante su transporte a Jerusalén. Fue acto seguido designado, junto con otros, para el servicio musical del Tabernáculo dispuesto para el arca (1 Cr. 15:18, 21; 16:5). (c) Levita; como portero del Tabernáculo, fue delante del arca cuando ésta fue llevada a Jerusalén (1 Cr. 15:24). Se trata probablemente de la misma persona que el Obed-edom hijo de Jedutún y portero del Tabernáculo de Jerusalén (1 Cr. 16:38). Aunque no se puede demostrar de una manera rigurosa, se identifica, por lo general, a este Obed-edom del final del versículo 38 con el Obed-edom que figura al comienzo del mismo versículo. Parece también que se trata de la misma persona que Obed-edom el descendiente de Coré (1 Cr. 26:1-4) (véase apartada (a) de este mismo artículo y cfr. 1 Cr. 26:10; 16:38). Obed-edom, el hijo de Coré, tuvo sesenta y dos hijos y nietos. Eran parte de los encargados de vigilar las puertas del Tabernáculo, y fueron distribuidos en distintos órdenes bajo el reinado de David (1 Cr. 26:8-12). Echaron suertes para cada puerta; la familia de Obed-edom recibió el lado del sur (1 Cr. 26:13, 15), y seguía ocupando esta posición bajo el reinado de Amasías (2 Cr. 25:24). nom, OBEDIENCIA vet, La obediencia a Dios es uno de los deberes supremos de los hombres (Hch. 4:17), porque Él es el Hacedor (Hch. 5:29; Sal. 95:6), y los hombres dependen de su bondad (Sal. 145; Hch. 14:17) y están sujetos a Su ley (Sal. 119). La obediencia a Dios-Cristo es debida también porque Él nos ha redimido con Su sangre (1 Co. 6:20). La obediencia a Dios debe hacerse de corazón (1 Jn. 5:2-7), en todas las cosas y en todo lugar (Ro. 2:7; Gá. 6:9). La obediencia también se debe a los padres, y en este sentido se llama obediencia filial (Éx. 20:12; Ef. 6:1; Col. 3:20). Los cristianos prestan obediencia a los mandatarios y a las leyes (Ro. 13:1-5; Ti. 3:1) por causa de la conciencia. nom, OBISPO tip, CARG ver, ANCIANO, ÁNGEL, DIÁCONOS, IGLESIA vet, (gr. «episkopos», «supervisor»). En la LXX este término designa a un supervisor oficial, civil o religioso, como el sacerdote Eleazar (Nm. 4:16) y los oficiales del ejército (Nm. 31:14). En el NT, este término aparece por primera vez en la exhortación de Pablo a los ancianos o presbíteros de la iglesia en Éfeso: «Mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos» (o supervisores; Hch. 20:17, 28). En este pasaje y en otros, Pablo emplea estas palabras «anciano» y «obispo» para designar a las mismas personas (cfr. Tit. 1:5-7). El primer término designa la dignidad de la edad, en tanto que el segundo denota la dignidad de la función ejercida. En cambio, se hace una clara distinción entre el obispo y el diácono (Fil. 1:1; 1 Ti. 3:1-8). Empleando el término «episkopeõ», Pedro exhorta de la siguiente manera a los ancianos: «Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella...» (1 P. 5:2). (Véase ANCIANO.) A Cristo se le aplica el nombre de obispo: «Habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas» (1 P. 2:25). Ya en vida de los apóstoles había numerosas tendencias, en el seno de la cristiandad, que se apartaban de la obediencia a las instrucciones dadas por el Señor por medio de ellos, tanto en doctrinas como en práctica (cfr. Gálatas, 1 Corintios, Colosenses, etc.). Lo mismo sucedió después de la muerte de los apóstoles. Ya pronto se empezó a hacer una distinción, inexistente en las Escrituras, entre los ancianos o presbíteros y los obispos. En el siglo II se menciona esta diferencia en las epístolas de Ignacio, que murió en el año 107 (o 116). Jerónimo nos ha dejado un elocuente testimonio del estado de cosas que condujo a la ascensión del régimen episcopal: «En los antiguos, obispos y presbíteros es lo mismo, porque lo primero es el nombre de la dignidad, y lo último de la edad» (Epístola a Oceano, Vall. 69, 416). Y en su epístola a Evangelo cita Fil. 1:1; Hch. 20; Tit. 1:5, etc.; 1 Ti. 4:14; 1 P. 5; 2 Juan y 3 Juan, usando un lenguaje muy enérgico, y dice textualmente: «que después se eligiera uno que estuviera por encima (lat.: «praeponeretur») de los demás, se hizo como remedio para los cismas, no fuera que al ir cada uno a atraer hacia sí la iglesia de Cristo la fuera a dividir». Jerónimo amplifica en este y otros escritos el testimonio de que la elección de un obispo presidente entre los ancianos fue una disposición no sacada de las Escrituras, sino hecha por conveniencia, debido al clericalismo en que se había caído ya en aquel entonces, y que iría creciendo en el posterior desarrollo de la historia de la Iglesia, hasta culminar en el papado católico. En el Concilio de Trento, en el siglo XVI, la iglesia romana proclamó que «los obispos, sucesores de los apóstoles, son establecidos por el Espíritu Santo para gobernar la Iglesia de Dios, y son superiores a sus presbíteros o sacerdotes». La postura de la iglesia de Roma es que los ancianos, que habían sido establecidos en el ministerio, dirigían las asambleas regionales. También supone la iglesia de Roma que, al haber aumentado el número de comunidades, los apóstoles, necesitados de ayudantes, nombraron a supervisores de distritos, que quedaron designados como sus sucesores. Éste, según Roma, hubiera sido el caso de los ángeles de las siete iglesias (Ap. 1:20; véase ÁNGEL). Según la Iglesia Anglicana, Jacobo el hermano de Jesús, en Jerusalén, los ángeles de las siete iglesias, Timoteo y Tito, eran los que ejercían estas funciones. Sin embargo, se tiene que señalar que, cierto como es que los apóstoles enviaban a delegados personales con su autoridad, no hay indicación alguna en las Escrituras de que esta autoridad pudiera ser dada a sucesores. El motivo alegado del oficio episcopal es mantener el cuidado de la iglesia. No obstante, se tienen que hacer las siguientes observaciones: (a) Los apóstoles establecían los ancianos y diáconos con su propia autoridad, bien directamente ejercida, bien delegada en personas que tenían este encargo de manera formal (véanse ANCIANOS, DIÁCONOS). Es evidente que las iglesias no tenían facultad para efectuar tales nombramientos, por el hecho mismo que Timoteo y Tito fueron encargados de tal misión en las iglesias a las que fueron enviados (1 Ti. 1:2; 3:1-15; Tit. 1:5 ss.). Es evidente que la desaparición de los apóstoles en su singular carácter dio también la desaparición de los ancianos y diáconos como cargos que habían sido establecidos en la naciente iglesia por la insustituible autoridad apostólica. (b) La disposición del régimen episcopal no tuvo su origen en la obediencia de las Escrituras, sino en un intento humano de atajar tendencias cismáticas; surgió, por tanto, como consecuencia de las fuertes tendencias al clericalismo. En último término, y visto desde una perspectiva histórica, resultó peor el remedio que la enfermedad. (c) Las Escrituras no encomiendan la iglesia a los obispos o ancianos como remedio para los males que habrían de sobrevenir, sino que los señala como futuras causas de aquellos males. En efecto, Pablo, en su conmovedora despedida de los ancianos de Éfeso, les dice: «Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos... Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados» (Hch. 20:29-30, 32, etc.). Este es el recurso que Dios ha dado a los suyos, un recurso pleno y eficaz. Él mismo, y la Palabra de Su gracia. Los apóstoles, y todo lo que ellos comportaban, cumplieron su cometido histórico, estableciendo los cimientos de la Iglesia, y dando a los creyentes la Palabra de Dios y la esperanza viva del retorno de Jesucristo. Bibliografía: Darby, J. N.: «Remarks on The Church and the World», en The Collected Writings of J. N. Darby, vol. 15, págs. 298-379 (Stow-Hill Bible and Tract Depot, Kingston-on-Thames, reimpr. 1964); Darby, J. N.: «Episcopacy», en Collected Writings, págs. 307-317; Darby, J. N.: «Apostolicity and Succesion», en Collected Writings, vol. 22, págs. 219-334; Kelly, W.: «Bearing of the failure of the Church on the institution of Elders», en Bible Treasury, oct. 1871, págs. 111-346; Gonzaga, J.: «Concilios» (International Publications, Grand Rapids, 1966); Grau, J.: «El fundamento apostólico» (Ediciones Evangélicas Europeas, Barcelona, 1973); Lacueva, F.: «La Iglesia, cuerpo de Cristo» (Clíe, Terrassa, 1973). (Véase también bibliografía al final del artículo IGLESIA.) nom, OBLACIÓN tip, LEYE TIPO ver, SACRIFICIO, PRIMICIAS, PRIMOGÉNITO, DIEZMO, OFRENDAS MECIDAS vet, Para todo lo concerniente a las ofrendas y sacrificios en general, véase SACRIFICIO. El término «sacrificio» designa particularmente la inmolación de animales, en tanto que el término «oblación» comporta más bien la idea de un don hecho a Jehová, y de ahí se aplica técnicamente a las ofrendas incruentas (Lv. 2:1). Entre las instituidas en la Ley de Moisés se pueden mencionar: (a) La ofrenda de flor de harina (Lv. 2; 6:7-16). Se trataba de flor de harina sin levadura, imagen de pureza y santidad (cfr. 1 Co. 5:6-8). Los sacerdotes debían comer de ello (Lv. 2:10; 6:9). En esta ofrenda se puede ver un símbolo de la ofrenda perfecta de Cristo a Dios en Su vida (cfr. Ef. 5:2), en tanto que el holocausto lo presenta en Su muerte (Lv. 2). A la ofrenda de harina se debía añadir aceite, incienso y sal. Los cristianos, miembros del nuevo sacerdocio (1 P. 2:9) deben alimentarse de la perfección de Cristo consagrándose a Dios como ofrenda pura. (b) La libación de vino, que era derramada sobre la ofrenda de harina (Lv. 23:13; Nm. 15:4, 5) Es notable ver reunidos estos símbolos: El pan, principal alimento de los hombres, el vino, que los reconforta y alegra su corazón (cfr. Sal. 104:15), el aceite, imagen de riqueza y símbolo constante del Espíritu (cfr. otras alusiones al pan y al vino: Gn. 14:18; Mt. 26:26-28) (c) Las primicias de las cosechas y de los ganados en prenda de reconocimiento y de consagración a Dios (Éx. 22:29, 30; 23:19; Lv. 23:10). Las primicias se daban «de aceite, de mosto y de trigo, todo lo más escogido» (Nm. 18:12, 13) y los primogénitos de los animales limpios. Los de los hombres y los de los animales impuros debían ser objeto de rescate (Nm. 18:15-17) (Véanse PRIMICIAS, PRIMOGÉNITO) (d) Los diezmos de las cosechas y de los ganados eran también dados en ofrenda a Jehová (Lv. 27:30-33). Servían para el mantenimiento de los levitas (Nm. 18:21) y cada tres años se daba una parte al extranjero, al huérfano y a la viuda (Dt. 26:12-13). (Véase DIEZMO.) Ofrendas presentadas por elevación. En el artículo OFRENDAS MECIDAS se habla del rito consistente en dar una vuelta de la ofrenda bajo la mirada del Señor, para presentarle todo sus aspectos. Con frecuencia se efectuaba también la «elevación» de la ofrenda (Éx. 29:27, 28; Lv. 7:14, 32, 34; Nm. 15:19-20; 18:8, 11, etc.). La oblación era así elevada y dirigida a Dios, a quien era solemnemente ofrendada. Al ver las ofrendas, diezmos, primicias y sacrificios que los israelitas consagraban a Dios, cada creyente debería plantearse su propia devoción al Señor y su actitud en cuanto a dar. Es un hecho que el Señor derrama Sus bendiciones en respuesta a la consagración (Mal. 3:7-10). Las ofrendas y sacrificios que Israel debía ofrecer señalaban el hecho de que pertenecían a Dios. El creyente hoy debe recordar este hecho, y reconocer que todo lo que es y todo lo que tiene le ha sido dado por Dios. Así, tendrá un poderoso motivo para honrar a Dios con todos sus bienes (Pr. 3:9-10). (Véanse OFRENDAS, SACRIFICIOS.) nom, OBOT tip, LUGA vet, «pieles de agua» o «desfiladeros». La estación 43ª de los israelitas, cerca de Moab, al sudeste del mar Muerto (Nm. 21:10, 11, 33:43, 44). nom, OBRAS tip, DOCT ver, FE, JUSTIFICACIÓN, SANTIAGO (Libro) vet, Se trata de actividades, divinas o humanas, que pueden ser consecuencia del bien o del mal. Se mencionan las «obras muertas», actos de mera ceremonia, y de los esfuerzos religiosos de la carne (la carne para nada aprovecha) (He. 6:1; 9:14). Éstas están en acusado contraste con las «obras de la fe», que constituyen la expresión de la vida por la operación del Espíritu Santo (He. 11). Las obras de la carne son detalladas en Gá. 5:19-21. El hombre es justificado por la fe aparte de las «obras de la ley» (Ro. 3:20; Gá. 2:16), pero la fe verdadera producirá «buenas obras», y éstas serán vistas por los hombres, aunque la fe misma sea invisible (Stg. 2:14-26). Cuando el Señor Jesús estuvo en la tierra afirmó que Sus obras daban evidencia de que Él era el Hijo de Dios, y de que había sido enviado por el Padre, y de que el Padre estaba en Él y Él en el Padre (Jn. 9:4; 10:37, 38; 14:11). Cuando los judíos perseguían a Cristo por haber curado a un hombre en sábado, Él dijo: «Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo» (Jn. 5:17). Dios había descansado de Sus obras de creación en el día séptimo, pero el pecado se introdujo, y en el AT se hallan frecuentes alusiones a la actividad de Jehová para lograr la bendición espiritual del hombre. El apóstol Pablo, escribiendo a Tito, insiste enérgicamente en las buenas obras, para que el cristiano no sea sin frutos. Cada uno tendrá que dar cuenta de sí a Dios (Ro. 14:12); y los muertos impíos serán levantados y juzgados según sus obras (Ap. 20:12, 13). (Véanse FE, JUSTIFICACIÓN, SANTIAGO [LIBRO DE].) nom, OCOZÍAS tip, BIOG REYE HOMB HOAT vet, = «Jehová ha sostenido». (a) Rey de Israel, sustituyó en el trono a su padre Acab cuando este último marchó contra Salmansar con sus aliados. A la muerte de Acab empezó a reinar en solitario. Su reinado no duró más que dos años (1 R. 22:40, 52). Se unió a Josafat para equipar los navíos de Tarsis, con el fin de ir a buscar oro a Ofir. Sin embargo, no pudieron emprender la travesía, al naufragar en Ezión-geber. Ocozías propuso una segunda tentativa. Josafat, advertido por un profeta, no aceptó la propuesta (1 R. 22:48, 49; 2 Cr. 20:35-37). Después de la muerte de Acab, Moab se rebeló, pero Ocozías no hizo nada para volverlo a someter (2 R. 1:1; 3:5). Ocozías cayó por una ventana de una sala de su palacio, sufriendo heridas de consideración. Mandó a que se consultara a Baal-zebub, dios de Ecrón, para saber si sanaría. Elías detuvo a los mensajeros, enviándolos de vuelta con la predicción de que la herida sería mortal (2 R. 1:2-17). Como Ocozías no había tenido hijos, su trono pasó a su hermano Joram (2 R.1:17). (b) Rey de Judá. Comenzó a reinar el año 843 a.C. (2 R. 9:29), evidentemente durante la enfermedad de su padre Joram (2 Cr. 21:18, 19), al que sucedió al año siguiente (2 R. 8:25). Tenía entonces 22 años, y reinó sólo un año. Su madre, Atalía, fue su genio malo (2 Cr. 22:3). Fue con Joram, rey de Israel, para combatir contra los sirios en Ramot de Galaad. Joram, herido, se volvió a Jezreel. Ocozías fue a visitarlo, encontrándose con él cuando Jehú se rebeló; fue muerto por este implacable guerrero al mismo tiempo que Joram (2 R. 8:25-29; 9:16-29; 2 Cr. 22:1-10). Por inversión de los elementos constitutivos de su nombre, se le llama Joacaz en 2 Cr. 21:17. En 2 Cr. 22:6 aparece Azarías en el original heb., una modificación de Ocozías. nom, ODIO. Véanse ABORRECER, ABORRECIMIENTO. nom, ODRE tip, UTEN vet, Recipiente hondo, de cuero o piel de un animal, cosida en forma de saco, para recibir líquidos: agua (Gn. 21:14), vino (Jos. 9:4), aceite y, especialmente, leche (Jue. 4:19; cfr. Jb. 32:19; Mt. 9:17). En el Sal. 119:83 se menciona «odre al humo», que se refiere probablemente al deterioro de un odre expuesto al humo de una chimenea. El vino nuevo, que está pasando aún por un proceso de fermentación, debe ponerse en odres nuevos, que podrán resistir este proceso, en tanto que los cueros viejos reventarían (Mt. 9:17; Mr. 2:22; Lc. 5:37, 38). nom, OFEL tip, LUGA MONT ver, JERUSALÉN vet, = «prominencia» o «torre». Nombre de la zona meridional de la colina situada al este de Jerusalén, en el interior de la fortificación. Es posible que al principio se tratara de una gran torre circular, o la prolongación, en este lugar, de la obra fortificada. Los textos indican que Ofel se encontraba no lejos: del estanque de Shelakh (Siloé), del patio de la cárcel, de la puerta de las aguas, de la puerta de los caballos (Neh. 3:15-27). (Véase JERUSALÉN, b, C). Josefo menciona, cerca de Ofel, el estanque de Siloé, el patio oriental del Templo, el valle del Cedrón (Guerras 5:4, 1 y 2; 6:1). Jotam erigió grandes construcciones sobre las murallas de esta colina; Manasés aumentó su altura (2 Cr. 27:3; 33:14). Después del exilio, si no antes, los netineos residían en este barrio adyacente al Templo (Neh. 3:26; 11:21). nom, OFENSA tip, LEYE vet, (a) Esta palabra se usa en el sentido ordinario de pecado, falta o disgusto (Ro. 4:25; 5:15-20; 2 Co. 11:7; Stg. 2:10; 3:2); en el sentido de tropiezo, escándalo o causa de pecado para otros (2 Co. 6:3). Se exige a los cristianos que no den ocasión o motivo para el tropiezo de otros (Ro. 14:13-21; 1 Co. 8:9-13; 10:32; 2 Co. 6:3). (b) Perjuicio causado o injuria a alguna persona. La ley mosaica exigía de los culpables no solamente que resarciesen a la persona agraviada o le diesen satisfacción, sino también que presentasen una ofrenda en el altar para reconciliarse con Aquel que gobierna todas las cosas (Lv. 5; 6:1-7; Sal. 51:4). Cristo demanda que nos perdonemos mutuamente (Mt. 6:14, 15; 5:23, 24). nom, OFIR tip, TRIB PAIS vet, Tribu surgida de Joctán (Gn. 10:29; 1 Cr. 1:23) y el país ocupado por ella; era una región famosa por su oro (1 Cr. 29:4; Jb. 22:24; 28:16; Sal. 45:10; Is. 13:12). Hiram y Salomón enviaron una flota de Ezión-geber a Ofir (1 R. 9:26-28); de allí también se trajeron maderas perfumadas (posiblemente sándalo), además del oro (1 R. 10:11). También es probable que fuera de Ofir que viniera la plata, el marfil, los monos y los pavos reales de 1 R. 10:22 (cfr. 1 R. 22:49). Josafat intentó imitar esta empresa, pero sus naves naufragaron en Ezión-geber (1 R. 22:49) en el golfo de Ákaba. Por ello, es evidente que la ruta de Ofir pasaba por el mar Rojo, no por el Mediterráneo. Ofir no ha sido identificado de una manera cierta. Josefo asimila la tierra del oro con la India (Ant. 8:6, 4), afirmando que se trataba posiblemente de la cuenca del río Cofenes (Ant. 1:6, 4). Por ello, los hay que han pensado en la desembocadura del Indo, en la región de Abhira. También se ha sugerido la Arabia meridional, el golfo Pérsico, en la Arabia oriental, y África, quizá la zona de Somalia. La localización de la India es bastante plausible, teniendo en cuenta que la travesía duraba tres años, aunque también se ha señalado, recientemente, la región del Transvaal, en Suráfrica. nom, OFNI tip, CIUD SACE BIOG HOMB HOAT sit, a2, 307, 325 vet, = «hambre». (a) Ciudad de Benjamín (Jos. 18:24). Robinson sugiere su identificación con Gofna, en el camino de Samaria a Jerusalén, a un día de camino al norte de Gabaa (Guerras 5:2, 1); se trata de la Jifnã moderna, a 5 Km. al oeste-noroeste de Bet-el, identificación que implica que la frontera de Benjamín giraba al norte, cerca de Bet-el, que estaba sobre el límite septentrional. (b) Uno de los hijos de Elí (1 S. 2:22-4:22). Él y Finees, su hermano, ejercían el oficio del sumo sacerdocio, siendo que su padre se había hecho muy viejo. Su conducta escandalosa evidenciaba que eran indignos de este sagrado cargo, y, lo que es peor, que no conocían al Señor (1 S. 2:12). Cuando se le pidió a Elí que interviniera, los reprendió blanda e indulgentemente. Por esta razón, Dios pronunció sentencia sobre Elí y su casa. En la guerra contra los filisteos, se decidió llevar el arca de Dios al campo de batalla. Ofni y Finees, que ejercían las funciones del sumo sacerdote, eran guardianes del arca y la acompañaron. Los dos fueron muertos en esta batalla, siendo el arca capturada por los filisteos. nom, OFRENDA DE LIBACIÓN tip, LEYE TIPO ver, TIPO, TIPOLOGÍA, PASCUA, EXPIACIÓN (Día de la), ESCATOLOGÍA, MILENIO, REINO vet, Por lo general no se ofrecía sola (pero cfr. Gn. 35:14). Se ofrecía con el sacrificio de la mañana y de la tarde, que era un holocausto, e iba acompañada de una oblación de ofrenda vegetal. Consistía de vino, y la cantidad era variable, en relación con el animal ofrendado (Nm. 28:14). «Derramarás libación de vino superior ante Jehová en el santuario» (Nm. 28:7). En la tierra de Canaán se debería ofrecer una libación a las oblaciones de olor grato. La cantidad de vino y aceite debían ser iguales, y en proporción a la importancia de la víctima (Nm. 15:1-11). La libación puede ser un tipo del gozo en el Espíritu en la consciencia del valor de la obra de Cristo hecha a la gloria de Dios (cfr. Fil. 2:17, que puede ser una alusión a la ofrenda de libación). Véase SACRIFICIO. nom, OFRENDAS MECIDAS tip, LEYE TIPO ver, AGUAS AMARGAS, OBLACIÓN, SACRIFICIO vet, El rito de mecer las ofrendas se daba en: (a) Los sacrificios de acción de gracias. La espaldilla derecha de la víctima era elevada delante del Señor, y el pecho se mecía. El sacerdote podía acto seguido comer esta carne consagrada. (b) La primera gavilla de la siega, mecida y ofrecida a Dios el segundo día de la Pascua. Esta gavilla simbolizaba la resurrección y también la consagración de la siega entera (Lv. 23:10, 11). (c) Los dos panes hechos con la nueva harina, y los dos corderos del sacrificio de acción de gracias eran mecidos y ofrecidos durante Pentecostés, cincuenta días después de la gavilla de las primicias (Lv. 23:15, 20). (d) El sacrificio por la culpa, mecido, ofrecido por el israelita sanado de la lepra (Lv. 14:12, 21): rito simbólico de purificación y de nueva consagración a Dios. (e) La ofrenda de celos (harina de cebada, Nm. 5:15, 25). (Véase AGUAS AMARGAS.) En los sacrificios de acción de gracias de carácter privado, el pecho mecido y la espaldilla ofrecida por elevación revertían al sacerdote. El ofrendante y los suyos comían el resto del animal (Lv. 7:30-34; 10:14, 15; Nm. 18:18). En el sacrificio de acción de gracias del nazareo, el sacerdote recibía, además de la retribución ordinaria, la espaldilla cocida del carnero (Nm. 6:17-20). En Pentecostés, los dos corderos y los panes de las primicias quedaban en poder del sacerdote (Lv. 23:20). El rito efectuado por el sacerdote consistía en poner las manos bajo las manos del que presentaba la ofrenda, y mecer la ofrenda (Éx. 29:24, 25; Nm. 6:19, 20). El Talmud y la tradición rabínica indican que se trataba de cuatro movimientos sucesivos: de adelante a atrás, de atrás a adelante, mecido de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo (elevación). (Véanse también OBLACIÓN, SACRIFICIO.) nom, OFRENDAS MECIDAS Y ELEVADAS tip, LEYE TIPO ver, TIPO, TIPOLOGÍA, PASCUA, EXPIACIÓN (Día de la), ESCATOLOGÍA, MILENIO, REINO vet, No eran ofrendas separadas, sino que en ocasiones ciertas porciones de una ofrenda eran mecidas o elevadas ante el Señor. Así, en la consagración de Aarón y de sus hijos, la grosura, el rabo con su grasa, el sebo, los riñones con su grosura, y la espaldilla derecha del carnero, junto con una torta de pan y otra de pan amasado en aceite y un hojaldre, todo ello fue mecido por Aarón y sus hijos delante del Señor, y fue después quemado en holocausto en el altar (Lv. 8). El pecho del carnero fue también mecido como ofrenda mecida delante del Señor, y la espaldilla fue levantada como ofrenda elevada; todo ello fue comido por Aarón y sus hijos (Éx. 29:23-28). De las ofrendas de paces, el pecho era siempre una ofrenda mecida, y el hombro derecho una ofrenda elevada, y eran para los sacerdotes (Lv. 7:30-34). Los rabís explican que la espaldilla elevada era movida hacia arriba y hacia abajo, y el pecho mecido lo era de lado a lado. Estas acciones eran hechas «delante de Jehová», y parecen simbolizar que aquellos que movían las ofrendas estaban realmente en Su presencia, con las manos llenas de Cristo. Cristo es así el Antitipo de todos los sacrificios: en ellos se prefigura Su consagración hasta la muerte; la perfección y pureza de Su vida de consagración a Dios; la base y el sujeto de comunión de Su pueblo y, por último, la eliminación del pecado por el sacrificio. En la Epístola a los Hebreos se expone en detalle el contraste entre la posición del judío, para el que todos los sacrificios tenían que ser repetidos (existiendo el sistema tipológico mediante la repetición), y la posición del cristiano, que mediante el único sacrificio de Cristo (que no admite repetición) quedan perfectos para siempre, y tienen asimismo acceso al Lugar Santísimo, porque el gran Sumo Sacerdote ha entrado en él. Así, habiendo aparecido Cristo «en la consumación de los siglos» para «por el sacrificio de sí mismo quitar de en medio el pecado», no queda ya más sacrificio por los pecados (Ef. 5:2; He. 9:26; 10:4, 12, 26). Sin fe en la muerte sacrificial de Cristo no hay salvación, como queda claro en Ro. 3:25; 4:24, 25; 1 Co. 15:1-4. El cristiano es exhortado a presentar su cuerpo como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, lo cual constituye su culto racional (Ro. 12:1; cfr. 2 Co. 8:5; Fil. 4:18). Con ello ofrece a Cristo el sacrificio de alabanzas a Dios, y los actos de bondad y de comunicar de lo propio a los demás son sacrificios agradables a Dios (He. 13:15, 16; cfr. 1 P. 2:5). Véase SACRIFICIO. nom, OFRENDA DE PAZ tip, LEYE TIPO ver, TIPO, TIPOLOGÍA, PASCUA, EXPIACIÓN (Día de la), ESCATOLOGÍA, MILENIO, REINO vet, Las ofrendas de paz son distintas tanto del holocausto como de la oblación de ofrenda vegetal, aunque está basada en ambas. Su objeto no era enseñar cómo un pecador podía conseguir la paz ni tampoco hacer expiación: se trata más bien del resultado de haber recibido bendición, de la respuesta del corazón a esta bendición. El alma entra en la consagración de Cristo a Dios, el amor y poder de Cristo como bendición de la familia sacerdotal, y su propio sustento en la vida allí donde la muerte se ha introducido. La ofrenda de paces podía ser de las manadas o de los rebaños, macho o hembra. El ofrendante imponía las manos sobre la cabeza de la ofrenda, y le daba muerte. La sangre era rociada alrededor del altar. Toda la grasa, los dos riñones y la grasa de encima del hígado se debían quemar sobre el altar, como ofrenda de olor grato a Jehová. Esto era la parte de Dios, lit. Su pan. El pecho de la ofrenda era mecido como ofrenda mecida y a continuación era usado como alimento para Aarón, y sus hijos e hijas. La espaldilla derecha era una ofrenda elevada, y quedaba para el sacerdote que la ofrecía. Por su parte, el ofrendante y sus amigos comían también de la ofrenda aquel mismo día; si era un voto o una ofrenda voluntaria, podía ser comida al día siguiente. Lo que quedara de ella tenía que ser quemado con fuego: ello indica que para que la comunión sea real tiene que ser directa, no demasiado separada de la obra del altar. La ofrenda de paz iba acompañada de una oblación de ofrenda vegetal, constituida por tortas sin levadura y hojaldres sin levadura untados con aceite; junto a ello se añadían tortas de pan leudado. Esto último reconocía la existencia de pecado en el adorador (cfr. 1 Jn. 1:8) que, si era mantenido inactivo, no lo descalificaba como adorador. Todo lo que tipifica a Cristo era sin levadura. Que la ofrenda de paz tipifica comunión queda patente de las instrucciones acerca de su uso: parte de ello era aceptado sobre el altar, recibiendo el nombre de «el alimento de la ofrenda»; otra parte era alimento para el sacerdote (tipo de Cristo) y de los hijos del sacerdote (los cristianos); y otra parte era comida por el ofrendante y sus amigos (el pueblo, y quizá también los gentiles, que en el Reino «se gozarán con su pueblo»). Este pensamiento de la comunión halla su expresión en la mesa del Señor, en la comunión de la sangre y del cuerpo del Señor (1 Co. 10:16). Se dice que la ofrenda de paz «pertenece a Jehová»; del mismo modo toda la adoración pertenece a Dios: es el fruto y expresión de Cristo en los creyentes (
Posted on: Tue, 03 Dec 2013 00:52:43 +0000

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