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...que aquí estoy yo! No hubo mucho que avisar, todo el mundo lo sabía, hasta el contrario. La rivalidad entre Tito Puente y Tito Rodríguez se dirimía en la pista de baile del Palladium para mediados de los 50 del siglo pasado. Los bailadores latinos en Nueva York se arremolinaban frente a la tarima en la espera del sonido arrollador de las orquestas de mambo del momento dirigidas por estos dos excelentes músicos boricuas. La rivalidad, unas veces gancho publicitario, y otras un genuino celo por el favor del público, les obligaba a mantener un alto nivel en la música, una presencia elegante y una organización que garantizara el desempeño de 15 músicos, a veces más, en presentaciones impecables. Rodríguez se ganó el apodo de El Jefe, por su obsesión perfeccionista, obsesión que más tarde le obligó a disolver su orquesta y tomar otros rumbos artísticos. Ambos Titos se habían cateado el uno al otro cuando allá para el 1946 formaban parte de la Orquesta de José Curbelo, absorbiendo como esponjas el formato y funcionamiento de una banda grande. De hecho, fue durante la participación de Rodríguez con la Orquesta de José Curbelo que éste conoce a la mujer que lo acompañará por el resto de sus días, la japonesa-norteamericana Tobi Kei. Algunos biógrafos afirman que la rivalidad entre los Titos llegó al punto de no cruzar palabra durante 20 años, pero que terminó el día del velatorio de Rodríguez, al ser Puente el primero en hacer acto de presencia. Tito Rodríguez se fue con la botas puestas, hizo su última presentación el 2 de febrero de 1973 con la Orquesta de Machito, en el Madison Square Garden, con una condición de leucemia bastante avanzada, para luego dejar este mundo 24 días después.
Posted on: Thu, 01 Aug 2013 19:47:40 +0000

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