ricardoclaure.org/sinfoniasdetalle-es/5.html Cuando retornaba de México D.F. hasta Manzanillo, en mi interior el Señor iba perfeccionando una alabanza, esta melodía aún permanecía en mi ser, mientras conducía por esas carreteras mexicanas, yo alababa, yo lloraba y lloraba por un país, lloraba por Argentina. Cuando cantaban los hermanos que estaban junto conmigo, escuchaba y yo les decía: así es esta alabanza, además de esto escuchaba coros, con voces de mujeres, y también voces gruesas de varones; por esta razón, cuando regresé a Bolivia instruí a que se formara el coro que actualmente permanece; aquel cántico que recibí en México no fluía en Bolivia, comprendí que había que esperar un tiempo. Cuando viajamos a la campaña de Jujuy en el último día que estuve allá, ya cuando el pueblo paso adelante empezó a recibir el testimonio de Jesús, la gente que ya comprendía la profecía experimentó algo maravilloso, el Señor los preparaba para ser parte de un ejército. De pronto salió una estrofa que faltaba, yo la tenía en lenguas y no fluía al castellano, pero ese 30 de enero de 2006 salió de la forma más hermosa que en mis fuerzas no lo podría lograr y empezó a salir: mi Argentina, mi Argentina, este amor que el Señor pone por las naciones y ahora esta melodía se manifestó en función de Argentina para que despertara, porque se acerca el tiempo de la segunda venida de Jesucristo y esta nación aún no había despertado, pero esta sinfonía con estribillos llenos de profecía bíblica trajo para aquella nación amada un nuevo amanecer para que despertarán, porque la niña estaba dormida, parte de las estrofas dice: “talita cumi,…levántate amada, levántate niña. tú estás ausente, sigues durmiendo, abre tus ojos, mi dulce niña, mi Argentina, no llores más mi esposa amada”. Y el 25 de julio de 2010 en un culto especial por Argentina, salió la segunda parte de la ministración, a causa de estos cánticos aquel pueblo despertó, actualmente se predica la palabra anunciando lo que viene y lo que está por venir para testimonio a las naciones. Cada día se añaden más al servicio de la obra. Si tú aún estás dormido/a, escucha esta melodía para ser ministrado y ser lleno de la unción del Espíritu de Dios. ¡Aleluya!. Pr. Ricardo Claure P.
Posted on: Wed, 23 Oct 2013 04:12:46 +0000
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