África no es un país "Salvo por el nombre geográfico, África - TopicsExpress



          

África no es un país "Salvo por el nombre geográfico, África no existe", decía Ryszard Kapucinski. Y sí, desde Europa, acostumbramos a simplificar su realidad hasta hacerla una y pobre, catastrófica y dependiente. Pero África es un continente: 55 países, mil millones de personas, multiplicidad de mundos, etnias, voces, culturas... África heterogénea y rica contada desde allí y desde aquí. Un blog coral de la mano de Lola Huete Machado. El legado de Mugabe Por: Ángel Gonzalo | 29 de julio de 2013 El 31 de julio Zimbabue celebra elecciones al gobierno local, Asamblea, Senado y presidenciales en un contexto en el que la libertad de expresión, asociación y manifestación se ven restringidas mediante el acoso, la intimidación y la criminalización de defensores de derechos humanos, activistas políticos y organizaciones de la sociedad civil El informe, Walk the talk (Predicar con el ejemplo) publicado recientemente por Amnistía Internacional expone con detalle estas prácticas y vuelve a situar en el punto de mira a Robert Mugabe, de 89 años, el hombre que ha dirigido los designios de Zimbabue, con mano de hierro y con un oscuro historial de abusos e impunidad a sus espaldas, desde que rompió las cadenas del apartheid en 1980 y fue señalado por la comunidad internacional como un héroe. Recuerdo Zimbabue como una gran contradicción. A un lado, la abrumadora belleza de las Cataratas Victoria y el ensordecedor sonido del agua cayendo desde más de 100 metros sobre el río Zambeze. A otro, apenas unos metros más allá del lujo de un hotel colonial de cinco estrellas, infraviviendas diseminadas en pequeñas comunidades donde la ausencia de electricidad, agua potable y otras necesidades básicas son la norma para una población de unos 13 millones de personas, con una esperanza de vida que roza los 50 años. Además, lleva años viajando en el vagón de cola del índice de desarrollo humano -ocupa el puesto 172 de 186- y es uno de los países más corruptos del mundo -el 163 de 176- a pesar de que no hace mucho era conocido como la joya de África. Pasó la última década sufriendo una grave crisis económica, con una hiperinflación que se reflejaba en la calle con la emisión, por ejemplo, de billetes por 50 millones de dólares de Zimbabue que caducaban al poco tiempo de adquirirlos. La situación era tan surrealista que los productos más simples como una taza de té tenían varios precios: uno por la mañana y otro por la tarde. El desabastecimiento era una seña de identidad en comercios y tiendas. Coalición para la estabilidad económica El partido de Robert Mugabe, el ZANU-PF (Unión Nacional Africana de Zimbabue – Frente Patriótico), ha estado siempre en el poder y no ha contado con oposición hasta 1999, cuando el MDC (Movimiento Democrático por el Cambio) pudo entrar en la escena política. La carrera del MDC alcanzó su apogeo en 2008, cuando una de sus escisiones, el MDC-T con el candidato Tsvangirai a la cabeza, ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Al no obtener más del 50% de los votos, hubo que recurrir a una segunda vuelta y entonces el partido de Mugabe desató una oleada de violencia y persecución contra sus rivales. Al menos 200 personas fueron asesinadas mientras miles fueron torturadas y atacadas con la aquiescencia y en algunos casos con la implicación activa de los servicios de seguridad del estado, dominados por el ZANU-PF. Aquello terminó con un gobierno de unidad nacional, donde el poder quedó repartido: Mugabe sería presidente y jefe del Estado; Tsvangirai, primer ministro; y Mutambara -líder de la otra escisión del MDC-, viceprimer ministro. Esta Coalición logró estabilizar la economía y revertir la espiral descendente de Zimbabue. Sustituyó la devaluada moneda local por un sistema de divisas internacional. Y logró, por ejemplo, la apertura de las escuelas que habían permanecido en gran parte cerradas desde 2007, permitiendo que cientos de miles de niños reanudaran las clases. Ahora mismo vuelven a verse alimentos y productos de consumo en las tiendas; y la agricultura, columna vertebral para la subsistencia, también ha registrado una ligera recuperación. Tensión política en aumento Sin embargo, la situación política, lejos de avanzar, vuelve a ser preocupante. Los partidos de la coalición se vigilan de cerca, más preocupados de alcanzar el poder que de acometer verdaderas reformas democráticas. El ZANU-PF ha aprovechado su mayor implantación en la administración y su control del ejército, los servicios secretos y de los medios de comunicación para amplificar las tensiones. Desde noviembre de 2012 se han realizado al menos cinco redadas policiales en oficinas de ONG, y decenas de defensores y defensoras de derechos humanos han sido detenidos ilegalmente. Muchos han comparecido ante los tribunales por cargos falsos que, en general, se consideran de motivación política. Aunque el procesamiento de defensores y defensoras de los derechos humanos no dé lugar necesariamente a condenas, en la práctica paraliza a las organizaciones mediante las comparecencias periódicas de sus dirigentes ante los tribunales, el agotamiento de sus fondos económicos a causa de las elevadas tasas judiciales y el temor a un encarcelamiento prolongado. Sydney Chisi, Masimba Nyamanhindi, Tichafa Musana y Taziva Machiwana fueron detenidos el 6 de julio de 2013 en la ciudad de Mutare y acusados de infringir el artículo 40 (c) de la Ley Electoral por la presunta realización de actividades de formación del votante -en Zimbabue la tasa de analfabetismo es muy elevada y la falta de cultura democrática hace que ONG y movimientos sociales realicen con frecuencia programas de educación para avanzar en esta materia- en un evento celebrado sin autorización de la Comisión Electoral. El juez puso en libertad a los cuatro activistas el 8 de julio, después de pasar dos noches bajo custodia policial. Cada uno depositó 50 dólares estadounidenses como fianza. El 11 de mayo de 2013, tres activistas del Centro Electoral de Recursos (ERC, siglas en inglés), Moisés Chikora, Farai Saungweme y Wadzanai Nyakudya fueron detenidos por la policía en Borrowdale, Harare, tras ser denunciados por haber realizado actividades de formación del votante sin la aprobación de la Comisión Electoral. Los activistas participaban en un acto para instar a los jóvenes a inscribirse como electores en las próximas elecciones. El Estado sostuvo que los activistas actuaron en contra de la ley porque distribuyeron camisetas, CDs y artículos similares. Les llevaron a la comisaría y posteriormente les trasladaron a la estación Central de Policía donde estuvieron detenidos hasta el 13 de mayo. Les liberaron con el compromiso de que actuaran como testigos contra el director del ERC, Tawanda Chiminhi. Se negaron y el 10 de junio se suspendió el caso porque la Comisión Electoral no se presentó en los Tribunales, pero el Estado puede seguir adelante con los cargos. La prensa, al servicio de Mugabe Amnistía Internacional ha documentado también el claro apoyo partidista de altos mandos de los servicios de seguridad del país a Mugabe, que han prometido abiertamente lealtad al ZANU-PF: "Los soñadores oportunistas que quieren revertir los logros de nuestra lucha por la liberación continuarán soñando despiertos. Se pueden ir al infierno.. nunca van a gobernar este país ” aseguró el General Douglas Nyikayaramba en el periódico estatal Herald en junio de 2011. Los medios de comunicación oficiales son parciales y están generando miedo en las comunidades, sobre todo en las más afectadas por la violencia de 2008. El 25 de abril de 20013, también en el Herald, el Ministro de Seguridad, Dr Sydney Sekeramayi, declaró que “las organizaciones no gubernamentales de Zimbabue quieren impulsar una agenda ilegal para cambiar el gobierno” . Aunque el presidente Mugabe y el primer ministro Tsvangirai han hecho declaraciones públicas pidiendo a sus seguidores que desistan de conductas violentas, estas declaraciones no se han visto acompañadas de acciones contra los autores de violaciones de derechos humanos. Han sido numerosos los testimonios de activistas en las zonas rurales que denuncian haber recibido amenazas persistentes a modo de "recordatorio" de la violencia de 2008. Mientras que en 2008 la mayoría de las violaciones de derechos humanos se atribuyeron a los servicios de seguridad que trabajan en colaboración con los partidarios de Mugabe, la situación podría ser diferente en las elecciones de 2013. Si la policía no puede o no está dispuesta a proteger a los simpatizantes de otros partidos, estos se defenderán por sí mismos. Lo han dicho claramente los líderes del MDC, que han instado públicamente a sus seguidores a defenderse, si son atacados. Del mismo modo, los dirigentes del ZANU-PF también han pedido a sus miembros que luchen, si les provocan. Un defensor de derechos humanos declaró hace poco: “Los partidos políticos se comportan como señores de la guerra. Los perpetradores de abusos actúan como jueces en los casos en los que están implicados ". En este clima de violencia y tensión se hace imprescindible la presencia de observadores independientes y de un mayor interés de la comunidad internacional por las inminentes elecciones de Zimbabue. Unos comicios libres donde los candidatos acepten los resultados sería el mejor mensaje de que las cosas empiezan a cambiar. Los tiempos de intimidación y violencia deben superarse, así como el manto de impunidad que lleva décadas cubriendo los graves abusos cometidos en el país. Numerosos ejemplos muestran que el camino del progreso y la confianza internacional sólo se puede recorrer con respeto hacia los derechos humanos. La cuestión es saber si Mugabe está dispuesto a asumir la voluntad que exprese su pueblo en las urnas o si va a aferrarse al poder a toda costa. La decisión que tome, probablemente, marcará su legado para Zimbabue.
Posted on: Tue, 30 Jul 2013 06:40:28 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015