—¿Qué le hizo? —Yo no quería... Yo no quería... —¿No - TopicsExpress



          

—¿Qué le hizo? —Yo no quería... Yo no quería... —¿No quería qué? —Que... me violara... —Vamos a ese momento. ¿Qué está pasando? —Es que fue horrible... no quiero verlo... —Yo sé que es doloroso, pero si no lo vemos, no vamos a avanzar ni se va a poder curar. Es bueno que lo hable por más malo que haya sido. —Es que me acababan de decir que estaba embarazada El llanto de Rodrigo se hacía cada vez más doloroso. —Y... para mí estar embarazada era algo muy sagrado... y él arruinó todo... —¿De qué manera? —Mi esposo estaba tomado y se había quedado dormi¬do y yo estaba recogiendo la mesa y... —¿Y qué pasó? —No veo... No veo nada... —Repita: «No quiero ver porque es muy doloroso...» —No quiero ver porque es muy doloroso... —¿Ahora qué ve? —Nada, todo está negro... Cuquita no alcanzaba a oír nada de lo que Rodrigo y Azucena hablaban, pero ni así perdía detalle de lo que estaba pasando en el rincón de la nave donde ellos se encontraban. Sus oídos se agudizaron tanto para pescar algo de la conver¬sación, que al poco rato de estarse esforzando alcanzó a oír hasta lo que Anacreonte trataba de decirle a Azucena y ella estaba renuente a escuchar: Rodrigo no podía hablar por dos cosas. Por un lado tenía un bloqueo de tipo emocional muy parecido al de Azucena, y, por el otro, un bloqueo real provocado por la desconexión con su memoria. Pero si Azucena había podido romper ese bloqueo al escuchar la música que le pusieron durante su examen de admisión en CUVA, lo mismo podía suceder con Rodrigo, pues al ser almas gemelas reaccionaban a los mismos estímulos. Cuqui¬ta esperó un rato a ver si Azucena ponía atención a su guía, pero al ver que no, se decidió a prestar sus servicios de meti¬che profesional llevando a Azucena el mensaje de su Ángel de la Guarda: tenía que poner a Rodrigo a escuchar una de las arias de ese compact disc y registrar la regresión con una cámara fotomental. Azucena le preguntó a Cuquita cómo le hacían para conseguir una, y Cuquita recordó que el com¬padre Julito tenía una. Siempre viajaba con ella, pues le era muy útil para detectar estafadores entre los asistentes a sus espectáculos. Azucena cada día se sorprendía más con Cu-quita. Le resolvía todos sus problemas. ¡Y ella que la había menospreciado por tanto tiempo! Esa mujer realmente era un genio. Rápidamente le pidieron prestada la cámara al compadre Julito y la instalaron frente a Rodrigo. Acto se¬guido, le pusieron en la cabeza los audífonos del discman para que escuchara una de las arias de amor.
Posted on: Fri, 12 Jul 2013 13:34:31 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015