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«—Tengo la impresión de que comencé a desear el regreso el primer día que pisé este lugar. Era algo pestilente el desagrado que me producía avanzar por esos agujeros de gusano, en ese Jeep militarizado, junto a esos monos y su perro. Y creo que desde entonces, día tras día, me fui encerrando en mis propias imprecisiones y faltas para no prestar atención al monstruo que me circundaba y me albergaba hasta el aplastamiento. Quizá por eso nunca me llamó la atención ninguna de las actividades consideradas extraordinarias al ojo del buen Copulado. Ni siquiera conquistaron mi morbo esas patrocinadas ejecuciones públicas voluntarias. Nunca merodeé otro lugar que no fuese mi cuarto de punta Mitre, nunca me esforcé por hablar con otras personas. ¡Y con quién podría! Si para mí estar en contacto con un Copulado era igual a estar cercado por cáscaras podridas, fundas vacías, huecos de ciudad y pura gente de—más. Y ahora, después de lo que hice, después de reconocerme en esto que me he convertido, no sé nada más que querer volver a ser yo mismo, oscuro, miserable y hostil, pero reconciliado conmigo. Y sé que eso no lo conseguiré jamás mientras siga deambulando por dentro de estos muros, entre estos muertos con una misión que no les concierne o no los satisface. ¿Pero qué puedo hacer? Alcides escucha atentamente, siempre de espaldas, en silencio, quizás esperando que Felipe continúe su parlamento agónico. Al fin, contesta: —Sé por qué me contás esto, Felipe. Porque sabés que yo puedo ofrecerte alguna alternativa. Sabés que toda mi vida me manejé en estos niveles, incluso mucho antes de que Corrientes fuese lo que hoy es. Y porque sabés que si hay alguien a quien podés confiarte, si alguno te podría ayudar, ese alguien soy yo. ¿Me equivoco? —¿Vas a ayudarme, Alcides? —Sos un tipo muy particular, Felipe. Y eso también lo sabés. Puedo ofrecerte algo, pero no sé si llegará a representar una ayuda o una caída final. Pero eso también lo sabés. —Decime, Alcides. Te aseguro que sea como sea, me será de mucha ayuda.» Felipe Marangoni. —Entre— la Cúpula y la Exclusión
Posted on: Tue, 20 Aug 2013 02:46:01 +0000

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