*Aquí un fragmento del libro* Allí se encontraban; un patio trasero gigantesco con el que cualquier niño sueña; un árbol inmenso, una cerca de madera que dividía la propiedad, un pequeño tejaván al que visitaban solamente cuando querían alguna herramienta o guardar algo a llenarse de polvo y de telarañas y al lado de éste, una construcción de juegos para niños y en él estaban los dos, sentados y meciéndose en los columpios oxidados de los cuales se desprendía la poca pintura que conservaban, platicando, riendo y disfrutando de su compañía. En uno de los va y ven del aparato, Lucas vio que algo se movió detrás del edificio adjunto. Allí estaba Él, la misma figura demoniaca que lo asechaba día y noche, que le provocaba un sudor frío, escalofríos y temblor de rodillas al siquiera pensar en él. Se acercaba con pasos agigantados, haciendo crujir las ramas y hojas secas a su paso trayendo un olor a podredumbre que haría que el estómago más fuerte se viera doblegado. A Lucas no le quedó más opción que saltar del columpio en movimiento y al caer se volvió para advertirle a Nathaly, pero era tarde, Él estaba parado frente a ella, inclinado, viéndola directo al rostro, pero Nathaly no parecía afectada, y era porque no podía verlo, olerlo ni oírlo, ¡pero vaya que podía sentirlo si lo llegara a tocar! Ella no se movía, sólo veía a Lucas un poco pensativa y dudosa, entonces Él comenzó a gritarle, lanzando su aliento cálido y maloliente sobre su cara. ¡Aléjate de él!, gritó el ente con un enfado y un tono de voz que atemorizaría a cualquiera, ¡Aléjate! ¡No debes de interponerte entre su alma y yo! ¡Me pertenece! Lucas comenzó a correr desesperado por apartarlo de ella, pero tropezó en tan brusco movimiento. Al voltear hacia arriba solamente estaba ella con la mirada hacia el cielo, vacía y con las manos rojas debido a la fuerza con la que se sujetaba del columpio. ¿Estás bien, Nathaly?, preguntó Lucas con un tono de preocupación evidente en la voz. Ella sonrió y soltó un aire, como una risa que se sofoca al salir de la boca. Así que se llama Nathaly, contestó con la voz macabra de aquél, rió a carcajadas aún con la cabeza hacia arriba mientras se levantaba del asiento y continuó, debo admitir que no quería llegar a esto, pero pareces estar tan cambiado desde que ella llegó que no me ha quedado de otra, se acercó a Lucas poco a poco, mirándolo al rostro con su cabeza hacia atrás, ¡nadie se interpondrá en lo que me pertenece!
Posted on: Thu, 11 Jul 2013 21:39:58 +0000
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