-De nuevo el hambre atacó a su estómago, y un ruido proveniente de éste aviso en que debía alimentarse, pues, no había comido nada durante todo el día, además de no haber dormido del todo bien. De sus belfos escapó un alargado suspiro por no saber qué hacer, la falta de energía incluso lo hacía ser perezoso al caminar. Se dirigió a la cocina, mientras sus manos acariciaba su abdomen, sólo para tranquilizar aquel dolor tan molestoso; se sentó sobre la encimera mientras su mirada registraba como si escaneara cada rincón del lugar, sus pies golpeaban infantilmente la madera que se encontraba por debajo de la superficie de mármol y sus manos se apoyaban en las orillas de ésta. - ¡Ah! -Una idea apareció de pronto como un eco en su mente, y claro, se dispondría a llevarlo a acabo. Se bajó de un pequeño y leve salto hasta que sus pies toparon el suelo; se acercó a la nevera para así sacar unas cuantas frutas, ahora en su rostro por fin se remarcaba una sonrisa mas que satisfecha; los dejó sobre un recipiente de cristal, y acto seguido, llevarla a lavarlas. Con sus pulgares fue sobando y recorriendo el exterior de cada fruta, dejando que el agua cayera por sus manos. Al terminar su labor se secó sus manos a un paño que vio a su alcance; se fue a los cajones de un mueble que se hallaba a su lado, ahora sólo hacía falta el utensilio adecuado para la siguiente labor, busco el más afilado ya que no quería hacer esfuerzo mayor. Cuando la encontró, tomó también una tabla para picar; llevó todo a la mesa que yacía en el medio del lugar, peló y corto cada fruta de un tamaño apropiado. Acabó en menos e lo que esperaba y botó todo lo que había sobrado: Cascaras, pepas, en otras cosas. Colocó un plato hondo para colocar todo ahí, pero faltaba algo, que pudiera acompañar aquello, lo cual amaba, y era crema; se dirigió nuevamente al refrigerador y sacó un pequeño frasco de la misma, y en el transcurso, otro utensilio: Una cuchara. Tomó con la cuchara un poco del aquel blanquecino y espesa crema, pero primero lo probó con su índice en una actitud bastante aniñada; Gustoso comió lo que había hecho con sus propias manos, para después, volver asentarse sobre la superficie de mármol y con aquel plato entre sus piernas.-
Posted on: Tue, 25 Jun 2013 23:39:14 +0000
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