13 de agosto Santos Ponciano e Hipólito, mártires (san Ponciano - TopicsExpress



          

13 de agosto Santos Ponciano e Hipólito, mártires (san Ponciano es patrono de la ciudad de la Plata, Buenos Aires) Por Francisco Roberto Groves Santos mártires Ponciano, papa, e Hipólito, presbítero, que fueron deportados juntos a Cerdeña, y con igual condena, adornados, al parecer, con la misma corona, fueron trasladados finalmente a Roma: Hipólito, al cementerio de la vía Tiburtina, y el papa Ponciano, al cementerio de Calixto (año 236). Ponciano fue ordenado obispo de Roma el año 231. El emperador Maximino lo desterró a Cerdeña, a trabajo forzado en las minas, el año 235, junto con el presbítero Hipólito. San Ponciano fue el primer Papa que abdicó su pontificado. Juntos murieron mártires en el año 235. Prefirieron extremos sufrimientos que renunciar a Jesucristo. El cuerpo de Ponciano fue sepultado en el cementerio de Calixto, y el de Hipólito en el de la vía Tiburtina. La Iglesia romana tributaba culto a ambos mártires ya a principios del siglo IVº. El 13 de agosto celebramos el trasladado de los restos de san Ponciano, Papa, a la cripta de los papas en el cementerio de san Calixto, y de san Hipólito, sacerdote, al cementerio de la vía Tiburtina. El papa Pablo VIº, el 13 de agosto de 1969, autorizó que la celebración de ambos mártires se realizara el mismo día 13 de agosto. Obras de san Hipólito: Manifestación del misterio escondido; El agua y el Espíritu (atribuido a san Hipólito). Al llegar Ponciano a la cátedra de Pedro, en el año 230, encontró a la Iglesia dividida por un cisma, cuyo autor era el sacerdote Hipólito, un maestro afamado por su conocimiento de la Escritura y por la profundidad de su pensamiento. Hipólito no se había avenido a aceptar la elección del diácono como Papa (año 217) y, a partir de ese momento, se había erigido en jefe de una comunidad disidente, estimando que él representaba a la tradición, en tanto que Calixto y sus sucesores cedían peligrosamente al último capricho. El año 235 estalló la persecución de Maximiano. Constatando que los cristianos de Roma se apoyaban en los dos obispos, el emperador mandó que arrestasen a ambos, y les condenó a trabajos forzados. Para que la Iglesia no se viera privada de cabeza en circunstancias tan difíciles, Ponciano renunció a su cargo e Hipólito hizo otro tanto. Deportados a Cerdeña, se unieron en una misma confesión de fe, y no tardaron en encontrar la muerte. Después de la persecución, el papa Fabián (236-250), pudo llevar a Roma los cuerpos de ambos mártires. El 13 de agosto es precisamente el aniversario de esta traslación. Pronto se echó en olvido que Hipólito había sido el autor del cisma. Sólo se tuvo presente al mártir y doctor, hasta tal punto que un dibujo del siglo IVº asocia sus nombres a los de Pedro y Pablo, Sixto y Lorenzo. PAPA SAN PONCIANO Se desconocen las fechas de nacimiento y muerte. El “Liber Pontificalis” (ed. Duchesne, Iº, 145) da a Roma como su ciudad natal y llama a su padre Calpurnius. Con él comienza la breve crónica de los obispos romanos del siglo IIIº, de la cual hizo uso el autor del Catálogo Liberiano de los papas en el siglo IVº y que da datos más exactos sobre la vida de los papas. Según este informe Ponciano fue hecho papa el 21 de julio del 230 y reinó hasta el 235. El cisma de Hipólito continuó durante su episcopado; hacia el final de su pontificado hubo una reconciliación entre el grupo cismático y su líder con el obispo romano. Después de la condenación de Orígenes en Alejandría (231-2), se celebró en Roma un sínodo, de acuerdo a Jerome (Epist. XXXII, ivº) y Rufino (Apol. contra Hieron., II, xxº), que estuvo de acuerdo con las decisiones del sínodo de Alejandría contra Orígenes; sin duda este sínodo fue celebrado por Ponciano (Hefele, Konziliengeschichte, 2nd ed., Iº, 106 sq.). En 235, en el reinado de Maximino el Tracio comenzó una persecución dirigida principalmente contra las cabezas de la Iglesia. Una de sus primeras víctimas fue Ponciano, quien con Hipólito fue desterrado a la malsana isla de Cerdeña. Para hacer posible la elección de un nuevo papa, Ponciano renunció el 28 de septiembre de 235, dice el Catálogo Liberiano “discinctus est”. Consecuentemente, Anteros fue elegido en su lugar. Poco antes de esto o poco después Hipólito, quien había sido desterrado con Ponciano, llegó a reconciliarse con la Iglesia romana, y con esto terminó el cisma que él había ocasionado. Qué tanto tiempo soportó Ponciano los sufrimientos del exilio y el duro trato en las minas de Cerdeña es desconocido. De acuerdo con antiguos y ya inexistentes Actos de mártires, utilizados por el autor del “Liber Pontificalis”, murió como consecuencia de las privaciones y el inhumano trato que había tenido que soportar. El papa Fabián (236-50) había llevado a Roma los restos de Ponciano e Hipólito en fecha posterior y Ponciano fue sepultado el 13 de agosto en la cripta papal de la Catacumba de Calixto. En 1909 el epitafio original fue encontrado en la cripta de santa Cecilia, cerca de la cripta papal. El epitafio, concordando con los otros epitafios conocidos de la cripta papal, dice: PONTIANOS, EPISK. MARTUR (Ponciano, obispo, mártir). La palabra mártur fue agregada después y está escrita en letra pegada [cfr. Wilpert, “Die Papstgräber und die Cäciliengruft in der Katakombe des hl. Kalixtus” (Freiburg, 1909), 1 sq., 17 sq. Plate III]. Está colocado bajo el 13 de agosto en la lista de las “Depositiones martyrum” en la cronografía del 354. SAN HIPÓLITO DE ROMA Hipólito de Roma fue un escritor de la Iglesia cristiana primitiva. Al parecer fue elegido como el primer antipapa en 217, pero murió reconciliado con la Iglesia el 235 como un mártir, por lo que ahora es honrado como un santo. El misterio que envuelve a la persona y los escritos de Hipólito, uno de los más prolíficos escritores eclesiásticos de los primeros siglos, fue desvelado un poco por primera vez a mediados del siglo XIXº por el descubrimiento de su Philosophumena. Asumiendo que este trabajo sea obra de Hipólito, la información dada en él respecto al autor y su época puede combinarse con otras fechas conocidas para tener un esquema de su vida razonable. VIDA Y OBRA DE ESTE PRESBÍTERO Hipólito debe haber nacido en la segunda mitad del siglo IIº, probablemente en Roma. Focio lo describe en su Bibliotheca (cod. 121) como un discípulo de Ireneo y a éste como discípulo de Policarpo de Esmirna. Pero esto no es seguro, e incluso si lo fuera, no implica necesariamente que Hipólito haya disfrutado a título personal de la enseñanza del célebre obispo galo. Quizás el pasaje apunta simplemente a poner de relieve el vínculo existente entre su sistema teológico con aquél de Ireneo, lo que por otra parte surge fácilmente de sus escritos. Presbítero de la Iglesia de Roma en la época del obispo Ceferino, Hipólito se distinguió por su cultura y elocuencia. Fue en esa época que el entonces joven Orígenes, escuchó sus prédicas. Probablemente poco tiempo antes que cuestiones de teología y de disciplina eclesiástica provocaran conflictos directos con Ceferino o con su sucesor Calixto Iº. Hipólito acusó al obispo de favorecer la herejía cristológica de los monarquianistas y de dañar la disciplina de la Iglesia por su laxo accionar al permitir el reingreso a la Iglesia a antiguos miembros excluidos en razón de ofensas graves. El resultado fue un cisma y es probablemente por tal razón que Hipólito se alejó de la Iglesia durante unos diez años liderando una congregación separada. Durante las persecuciones del emperador Maximino el Tracio del año 235, Hipólito y Ponciano, que era entonces Papa, fueron exilados a Cerdeña, donde murieron. Surge de la así llamada "Cronología del año 354" (más precisamente Catalogus Liberianus) que un 13 de agosto, probablemente del año 236, los cuerpos de los exilados fueron enterrados en Roma, el de Hipólito en el cementerio de la Via Tiburtina. Esto lleva a suponer que antes de su muerte fue recibido nuevamente en el seno de la Iglesia. Esto estaría además confirmado por el hecho que desde entonces su memoria es venerada en tanto que santo y mártir. El papa Dámaso Iº le dedicó uno de sus famosos epigramas. Prudencio transpuso elementos del mito griego del hijo de Teseo Hipólito, cuyo nombre en griego significa "el que desata los caballos" y que murió según el relato mitológico arrastrado por sus caballos, a su relato sobre la muerte del santo cristiano. Así, describió de manera conmovedora el cruel suplicio del Hipólito histórico, lo que es casi con certeza una leyenda. Por tales razones, se transformó en el santo patrón de los caballos. Durante la edad media, los caballos enfermos solían ser llevados a saint Ippolitts, en Hertfordshire (Inglaterra) donde una iglesia le había sido consagrada. En los tiempos que siguieron, poco quedó de la memoria del Hipólito histórico. Ni Eusebio de Cesarea ni Jerónimo de Estridón (san Jerónimo) supieron que el autor tan leído en el Este y el santo romano eran una misma y única persona. Muchos estudiosos estimaban que ello no era probable argumentando que diferentes niveles de desarrollo de la doctrina de la Trinidad eran indicadores de épocas de escritura diferentes. El comentario del "Chronicon Paschale" contiene sólo ligeras reminiscencias de los hechos históricos, como el hecho que la sede episcopal de Hipólito estaba situada en Portus en las cercanías de Roma. En 1551 se encontró una estatua de mármol en un cementerio de la Vía Tiburtina que representaba un hombre sentado: en ambos lados del asiento estaba grabado un ciclo pascual y en la parte anterior figuraban los títulos de numerosos escritos: era la estatua de Hipólito aplicado a su trabajo. Correspondía indudablemente al siglo IIIº. Fue colocada en el Museo Laterano: un registro en la piedra que representaba una tradición perdida. La obra de Hipólito es voluminosa y puede compararse en su variedad a la de Orígenes. La misma englobó las esferas de la exégesis, de la homilética, de la apologética y polémica, de la Cronología y del derecho canónico. Sus escritos han llegado hasta nosotros de manera tan fragmentaria que es difícil obtener a partir de ellos una noción exacta y precisa de su importancia intelectual y literaria. En cuanto a sus trabajos de exégesis, los mejor preservados son el "Comentario sobre el profeta Daniel" y el "Comentario sobre el "Cantar de los Cantares." Pese a algunas imprecisiones en tipología,[2] su exégesis se distingue por una cierta sobriedad y sentido de proporción. Es prácticamente imposible evaluar a Hipólito en tanto que predicador por cuanto las Homilías para la celebración de la Epifanía que figuran con su nombre, le han sido erróneamente atribuidas. Escribió obras polémicas en contra de los paganos, los judíos y los heréticos. La más conocida de estas es la Refutación de todas las herejías, que llegó a ser conocida bajo el inapropiado título de Philosophumena. De los diez libros que la componían, el segundo y el tercero se perdieron, el libro primero fue durante un largo período editado (bajo el título Philosopizumena) entre escritos de Orígenes, los libros cuarto hasta el décimo fueron descubiertos por el griego Minoides Mynas, sin el nombre del autor, en un convento en el monte Athos en Armenia. En la actualidad se admite universalmente que la autoría corresponde a Hipólito y que los los Libros Iº y IVº al Xº pertenecen a la misma obra. La importancia atribuída a la obra ha sido sin embargo bastante exagerada: un examen serio de las fuentes utilizadas para la exposición del Gnosticismo demuestra que la información suministrada no es siempre fiable. En lo que respecta a sus trabajos dogmáticos, aquéllos que conciernen a Cristo y al Anticristo nos han llegado de manera completa. Entre otras cosas, incluyen un relato animado de los eventos precedentes el fin del mundo. Fue escrito probablemente en la época de las persecuciones de Septimio Severo (aproximadamente en el año 202). La influencia de Hipólito se hizo sentir sobre todo en sus trabajos sobre cronología y derecho canónico. Su "Crónica del mundo", una compilación que abarca el período desde la creación del mundo hasta el año 234, ha sido una base para muchos otros trabajos de cronología tanto en el Este como en el Oeste. En las grandes compilaciones de derecho canónico que tuvieron lugar en el Este a partir del siglo IVº, muchos elementos han sido tomados de los escritos de Hipólito. Pero la determinación exacta de cuanto es genuino o reelaborado y/o de lo que le ha sido erróneamente atribuido, está sujeta a controversias, prácticamente insolubles. ORACIÓN A SANTOS PONCIANO E HIPÓLITO Textos Bíblicos: Josué 3, 7-10.11.13-17. Mateo 18, 21, 19, 1. ________________________________________ Ofrecimiento Si la Oración se hace en la mañana. Nos ponemos en tu presencia, Dios bondadoso y Padre nuestro. Te agradecemos que nos hayas dejado empezar el presente día pues despertamos, una vez más, al conocimiento de nuestra propia existencia... que tu amor nos concede y sostiene. El saber que existimos es el don más grande de tu bondad. ¿De que nos serviría existir, ante tu presencia, si no estuviéramos conscientes de ello? Además, nuestra vida está profundamente unida a la tuya, por el gran amor del cual nos has hecho participar... De tu amor no podemos dudar. Es el nuestro hacia Ti... el que falla con mucha frecuencia. Nos disponemos, ante la grandeza de tu majestad, a los Cinco minutos de oración. Te pedimos que des fuerza a la debilidad de nuestra mente y enciendas el fuego de tu amor en nuestros corazones. Padrenuestro... Ofrecimiento. Si la oración se hace en la tarde. Estamos reunidos, Señor, para reconocer tu amor que nos sostiene en el don de la vida... y para reconocer tu bondad que nos colma de beneficios. En las horas que ya pasaron y disfrutamos, tuvimos la oportunidad de hacer sentir tu amor y tu bondad, a través de nuestra propia bondad, en todos aquellos que nos rodean, familiares y amigos y en nuestro mundo tan necesitado de Ti y de tu amor. Este día fue un paso más hacia tu eternidad, a la que nos llamaste desde el día en que nos diste la existencia, si lo aprovechamos, hemos guardado un tesoro. Si lo desperdiciamos... tenemos que redoblar nuestro amor en tu servicio. Que durante estos Cinco minutos de oración podamos olvidarnos de los intereses humanos, para estar atentos a tu amor y a tu palabra. Guía nuestros corazones por el camino de tu voluntad. Padrenuestro... "¿Si mi hermano me ofende, ¿Cuántas veces le tengo que perdonar?¿Hasta siete veces? Jesús le contestó: -No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete" (cfr. Mateo 18: 21
Posted on: Tue, 13 Aug 2013 13:34:06 +0000

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