A TODOS MIS JÓVENES AMIGOS (os agradezco la lectura): Muchos de vosotros estáis dejando rastro – fotos y comentarios – de los maravillosos días “vividos” en Río de Janeiro, celebrando las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ). Muchos de vosotros os entusiasmasteis “viendo y participando en cercana lejanía” del los encuentros mediante la TV. Todos, de alguna manera, habéis sido protagonistas y participantes del evento. Todos… marcando paso al ritmo de la Iglesia. Todos… con el Papa Francisco, atentos a sus palabras y a sus “gestos”. Todos… formando piña con Cristo. La juventud de la Iglesia, futuro de la Iglesia. Todo, EMOCIONANTE!!!. Sí, habéis reído y habéis llorado…, habéis puesto vuestro ritmo cardíaco al máximo…, habéis dormido poco pero habéis vivido intensamente cada segundo de aquellos días. Pues bien, de todo eso os quiero hablar con la seriedad que merece: “NO LIQUÉIS VUESTRA FE” ¿Recordáis la frase? “HACED LÍO” ¿Recordáis esta otra frase?. Son dos “imperativos papales” que veo aparecen constantemente en vuestros comentarios, juntamente con la explicación de vuestras emociones. Hablemos de ello porque quiero dialogar con “vuestras cabezas”, con vuestra inteligencia universitaria o afín. Chavales, no dejéis que la emoción vivida en estos maravillosos días oxide vuestra fe. Porque la fe no es ni emocional ni fruto de la emoción; la fe es fundamentalmente intelectual, que mueve la voluntad hacia Dios y hacia todo aquello que Dios ha revelado; no se cree porque Dios o las cosas de Dios “se sienten”, sino porque, mediante la fe, “se conocen”. La fe católica difiere fundamentalmente de otros credos precisamente en eso. Tantos de vosotros sois “intelectuales”; estudiáis en la Universidad y en vuestras estanterías y en vuestras mochilas conserváis vuestros libros…, con subrayados fuertes o menos, según la importancia del tema…, con notas marginales explicativas…, con algún que otro esquema clarificador…, pero son vuestros “libros gastados” para y por vuestra intelectualidad universitaria ahora, como camino para vuestra profesionalidad en el futuro. De todo lo anterior me surge una pregunta: ¿en tus estanterías, en tu mochila hay un libro “intelectual” sobre la fe? ¿Tu “Catecismo de la Iglesia Católica” es uno de tus actuales libros de texto con subrayados, con sugerencias marginales, con apuntes de preguntas acerca de aquello que nos has entendido bien? Si no es así cabe el peligro de que tu fe sea sólo una emoción fuerte de unos días fuertes, pero sólo una emoción. Deja que te lo diga claro: hoy más que nunca es absolutamente necesario que tu fe no sea “una fe líquida”, sino que es necesario que esté cimentada sobre la roca de la verdad e intelectualmente conocida. Otro imperativo que os ha dejado el Papa Francisco: HACED LÍO”. Maravilloso: No tengáis vergüenza de “alborotar a lo católico”. No tengáis miedo a “gritar aquello que creéis”. No tengáis vergüenza de ser “los sinvergüenzas” de Cristo. La historia está llena de miedosos y de traidores. Vosotros, haced lío! Pero recordad que el “primer lío” es siempre el personal, interior, el de dentro: Es el “grito revolucionario” de tu interioridad que dice NO a tu egoísmo. Es el grito de tu libertad interior para que la generosidad se abra paso en tu libertad. Y “haced lío” a vuestros sacerdotes. Debéis mucho a ellos, pero también ellos os deben mucho a vosotros, simplemente porque les recordáis – y nos recordáis – que hay que acercarse siempre al “Dios que alegra nuestra juventud”. Gritadles cómo deben ser, exigidles que sean aquello que deben ser no según un propio criterio, sino según el criterio de la Iglesia, simplemente porque a la Iglesia hay que servirla como Ella quiere ser servida. Os trascribo las palabras del Papa Benedicto quien señala perfectamente las “tres exigencias” a los sacerdotes en estos momentos actuales: “También es urgente la recuperación de la convicción que impulsa a los sacerdotes a estar PRESENTES, IDENTIFICABLES Y RECONOCIBLES tanto POR EL JUICIO DE LA FE como POR LAS VIRTUDES PERSONALES, e incluso POR EL VESTIDO, en los ámbitos de la cultura y de la caridad, desde siempre en el corazón de la misión de la Iglesia” (16, marzo, 2009). Basta. Os dejo con vuestros pensamientos, pero os repito de nuevo: “sed intelectuales de vuestra fe”. Lo merecéis vosotros porque la fe lo merece. Un último favor: os pido humildemente que comentéis entre vosotros cuanto os he escrito con todo mi afecto. Chavales, adelante siempre… HACIENDO LÍO Y PROCLAMANDO FUERTEMENTE LA RIQUEZA DE LA FE!!!
Posted on: Sat, 03 Aug 2013 08:47:11 +0000
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