Artículo de opínión: CAPITALISMO Y MERITOCRACIA La última - TopicsExpress



          

Artículo de opínión: CAPITALISMO Y MERITOCRACIA La última película de Will Smith, "En busca de la felicidad", es (mas allá de sus méritos cinematográficos) un perfecto retrato de uno de los mensajes centrales del discurso liberal-capitalista: no importa las penurias que pases, no importa lo pobre que seas y no importa la mala suerte que tengas, porque mientras trabajes duro y te esfuerces la sociedad capitalista siempre te dará una oportunidad. Es decir, se presume que el capitalismo es de algún modo un sistema económico y social que favorece la meritocracia, el poder del mérito. Como suele pasar en estos casos, una cosa es el discurso, que es básicamente ideología en el sentido marxista de la palabra, y otra la realidad. Lo cierto es que sabemos que (por ejemplo) en Cataluña los hijos de la burguesía tienen hasta cinco veces mas probabilidades de acabar accediendo a los estudios superiores que sus coetáneos de clase obrera. Como también sabemos que las mujeres suelen percibir menos salario aun cuando trabajen lo mismo (y de lo mismo) que sus colegas masculinos. Y en fin, a no ser de que uno crea que este tipo de fenómenos tiene un origen genético, parece ser que en el capitalismo si que pesan, y mucho, cosas que tienen poco o nada que ver con el mérito. Sin negar la existencia del self-made man, cabe recordar que se trata de la excepción, mas que de la regla, de las sociedades capitalistas. En realidad, no podría ser de otra manera: los méritos solo cuentan cuando son los méritos de uno mismo y de nadie mas. Un título universitario solo tiene valor diferencial cuando solo lo tengo yo; cuando lo tiene todo el mundo, pierde su valor. Esto va a pasar lo mismo en el capitalismo que en cualquier otro tipo de sociedad imaginable donde los recursos sean escasos. El quid de la cuestión está en otros dos puntos. El primero es que parece ser que en la sociedad capitalista el mérito está fuértemente relacionado con los recursos económicos de qué uno dispone y, en especial, de los que disponen sus papás: no se ejercita igual el mérito yendo a una escuela pública de barrio que yendo a una escuela de élite a base de pagar un precio privativo. Es decir, que hay algunos que acumulan mas méritos que muchos otros por un hecho (el haber nacido en una buena familia) que no tiene ningún mérito. Tenemos aquí un primer elemento limitador, fuértemente limitador, de la meritocracia: no todo el mundo se encuentra, a lo largo de su vida, con instrumentos de calidad para desarrollar sus capacidades y talentos, es decir, para reunir méritos. El segundo punto donde el capitalismo entra en conflicto con la meritocracia es la manera que tiene de resolver las situaciones en que todo el mundo presenta los mismos méritos o, cuanto menos, méritos parecidos. Como decía antes, cuando uno tiene un título que nadie mas tiene, resulta premiado meritocráticamente; cuando todo el mundo tiene el mismo título, el valor diferencial del mismo desaparece. Ahora añado: en ese momento operan de nuevo, con enorme ímpetu, diferencias sociales que no tienen nada que ver con el mérito. Me refiero a "ser hijo de", "sobrino de" o "yerno de"; no en vano, en las altas esferas empresariales los apellidos suelen repetirse. Así pues, no es tan meritocrático el capitalismo como lo pintan. Y fíjense que no he entrado a considerar si era justo que Chris Gardner (el self-made man al que encarna Will Smith) tuviese que hacer cola en la beneficencia para tener un sitio donde acostar a su hijo, a costa de tener que hacer en cinco horas el mismo trabajo que sus compañeros de curso, mucho mas acomodados, hacían en ocho. Eso ya es otra historia. Este artículo pertenece al Dominio Público por expresa devolución del autor al mismo.
Posted on: Tue, 25 Jun 2013 08:45:11 +0000

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