CULTURA MORAL E INTELECTUAL.- En la visión que se me concedió - TopicsExpress



          

CULTURA MORAL E INTELECTUAL.- En la visión que se me concedió el 9 de Octubre de 1878, se me mostró la posición que nuestro sanatorio de Battle Creek debiera ocupar, y el carácter y la influencia que debieran ejercer todos los que se relacionan con él. Esta importante institución ha sido establecida por la providencia de Dios, y su bendición es indispensable para el éxito. Los médicos no son curanderos ni infieles, sino hombres que comprenden el organismo humano y los mejores métodos de tratar la enfermedad, hombres temerosos de Dios con profundo interés por el bienestar moral y espiritual de sus pacientes. Los administradores no debieran realizar ningún esfuerzo por ocultar este interés por el bienestar físico y el espiritual. Mediante una vida de integridad cristiana auténtica pueden dar al mundo un ejemplo digno de imitarse; y no debieran vacilar en dar a conocer que además de su habilidad para el tratamiento de la enfermedad, están continuamente obteniendo sabiduría y conocimiento de Cristo, el Maestro más grande que el mundo ha conocido. Deben poseer esta conexión con la Fuente de toda sabiduría para que su trabajo tenga éxito. La verdad tiene poder para elevar al que la recibe. Si la verdad de la Biblia ejerce su influencia santificadora en el corazón y el carácter, hará más inteligentes a los creyentes. Un cristiano comprenderá su responsabilidad ante Dios y sus semejantes, si se encuentra debidamente relacionado con el Cordero de Dios, el cual dio su vida por el mundo. Sólo mediante un mejoramiento continuo de las facultades intelectuales tanto como de las morales, podemos esperar satisfacer el propósito de nuestro Creador. Dios siente desagrado hacia los que son demasiado descuidados o indolentes hasta el punto de no llegar a ser obreros eficientes y bien informados. Los cristianos debieran poseer más inteligencia y un discernimiento más agudo que los mundanos. El estudio de la Palabra de Dios expande constantemente la mente y fortalece el intelecto. No hay nada que refine y eleve más el carácter y dé más vigora toda facultad como el ejercicio continuo de la mente para captar y comprender graves e importantes verdades.(538) La mente humana se empequeñece y debilita cuando trata únicamente asuntos comunes, sin elevarse nunca por encima del nivel de las cosas temporales para percibir y captar los misterios de lo invisible. La comprensión disminuye gradualmente hasta el nivel de los temas que le resultan constantemente familiares. Las facultades de la mente disminuirán y su habilidad se perderá si no se la ejercita para adquirir conocimiento adicional y sí no se la esfuerza para comprender las revelaciones del poder divino en la naturaleza y en la Palabra Sagrada. Pero el conocimiento de hechos y teorías, por muy importantes que estos sean en sí mismos, son de escaso valora menos que se pongan en práctica. Existe el peligro de que los que han obtenido su educación principalmente de libros, dejen de comprender que son novicios en lo que concierne al conocimiento experimental. Esto es especialmente válido para los que se relacionan con el sanatorio. Esta institución necesita hombres pensadores y hábiles. Los médicos, los administradores, las comadronas y los auxiliares debieran ser personas de cultura y experiencia. Pero algunos no logran comprender lo que se requiere de un establecimiento como éste, de modo que siguen lentamente adelante, año tras año, sin realizar ninguna mejora evidente. Parecen estar estereotipados; cada día es para ellos una repetición del día anterior. Las mentes y los corazones de estos obreros mecánicos se encuentran empobrecidos. Tienen frente a ellos buenas oportunidades. Si estuvieran inclinados al estudio, podrían obtener una educación del valor más elevado, pero no aprecian sus privilegios. Ninguno debiera quedar satisfecho con su educación actual. Capacítense diariamente para llenar algún puesto de confianza. Es de gran importancia que el elegido para ocuparse de los intereses espirituales de los pacientes y los auxiliares sea un hombre de sano juicio y principios firmes, con influencia moral y sepa tratar las mentes. Debería ser una persona experimentada y sabia, afectuosa e inteligente a la vez. Quizá al principio no sea eficiente en todos los aspectos, pero con reflexión honesta y mediante el ejercicio de sus capacidades debería adquirir las cualidades necesarias para esta importante tarea. Para servir aceptablemente en esta función se necesita la máxima sabiduría y amabilidad, además (539) de una integridad inflexible, porque el prejuicio, la intolerancia y el error de cualquier tipo deben ser combatidos.
Posted on: Sun, 14 Jul 2013 18:37:32 +0000

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