Capítulo 8: ***Aeropuerto de Buenos Aires*** César había llegado unos momentos antes acompañado por Saúl que partia a Miami, ambos se encargaron de documentas y otros trámites del aeropuerto. Saúl: ¿vendrá Lucía? César: dijo que todo dependía de la salud de Rocío y la entiendo, los hijos son primero Saúl: eso es cierto… ¿tu querías que te acompañara? César: si, pero “uno propone y dios dispone” (ambos rieron) Saúl: (se dio la vuelta y vio a Lucía entrar al aeropuerto con lentes negros y pantalón de mezclilla, de la mano de su hija, el verlo ella le pidió que no dijera nada, volviendo a mirar a César) pues… quizá no siempre pase eso… César: espero hermano, espero… Saúl: (volvió a mirar a Lucía que estaba documentando su equipaje le sonríe a Rocío quien lo saludo, el respondió al saludo agitando su mano al igual que la pequeña) César: ¿a quién saludas? Saúl: a una señora que me saludo… (Sonríe) César: (rio) voy a llamar a Lucía Saúl: no… César: ¿Por qué no? Saúl: ¿Qué tal si está dormida? Lucía: (al terminar los tramites se dio la vuelta, Saúl y César seguían en el mismo lugar) Rocío: mami, allá esta Saúl Lucía: si mi amor… Rocío: ¿vamos? Lucía: anda vos a saludarlo ¿sí? Voy detrás de ti… Rocío: (asintió y comenzó a caminar, Lucía iba detrás de ella tal como lo había dicho) ¡tío Saúl! Saúl: ¡Rochi! (la cargo un momento para después bajarla) César: (miro a la niña y después levanto la mirada para ver a Lucía, la abrazo, al odio) creí que no vendrías Lucía: (sonríe, dirigiéndose a la pequeña) mirá mi amor, él es César… César: Hola Rochi (sonríe y saludo a la pequeña estrechando su mano) Rocío: vos llamaste a casa una vez César: (riendo) si, yo llame a tu casa una vez Rocío: (la pequeña lo miraba extrañada y un poco asustada) Lucía: ¿Qué pasa mi amor? César es un amigo mío… Rocío: (abrazándose a su mamá) me da miedo su voz… Lucía: mi amor… (Sonríe) César: (se puso de cuclillas para estar a la altura de la niña) ¿te digo un secreto? Rocío: (asintió) César: a mí a veces también me da miedo mi voz (sonríe y logro sacarle una sonrisa a la pequeña también) mira que lindos ojos tienes… Rocío: (sonríe) también tenes ojos bonitos… yo tengo ojos como papá ¿verdad mami? (mirando a Lucía) Lucía: (asintió) si mi amor Rocío: (mirando a César) ¿vos por qué tenes ojos verdes? César: también los herede, pero a diferencia tuya yo los herede de mis abuelos… Rocío: (sonríe) Ninguno de los 3 se dio cuenta pero algunos paparazzis y personas que estaban por esa zona los fotografiaron, una de las fotos más comentadas entre ellos fue una donde se ve claramente a Lucía abrazando a César que no era tan conocido en Argentina, pero lo seria a raíz de eso, luego de unos momentos los 4 se despidieron tenían que abordar sus respectivos aviones, Saúl a Miami y César y Lucía a México. Llegaron a sus asientos, primero estaba Lucía, a su lado Rocío y César. Fue un vuelo tranquilo, aunque fue de varias horas, Lucía y su pequeña se quedaron dormidas después de la primera hora, César estaba tranquilo deseando llegar pronto a México. Cuando menos pensó se quedó dormido, despertó justamente al anunciar que estaban por aterrizar, Lucía despertó también. Llegaron a México a las 6:25 de la tarde. Al bajarse del avión César hizo una llamada, Lucía llevaba de la mano a Rocío que aún seguía medio dormida, César busco las maletas y las puso en un carrito, Rocío se estaba quedando dormida así que la tomo en brazos, comenzaron las preguntas entre algunas personas en el aeropuerto “¿no es ese César Évora?” “¿Quién es la mujer que lo acompaña?”, buscaron un taxi que los llevo a un departamento de César. César: (entro con Rocío en brazos, para después entregársela a Lucía, dejo las maletas en la habitación principal) amor tú y Rochi pueden dormir aquí… yo, yo duermo en la otra Lucía: ¿seguro? César: (asintió) me encantaría que durmiéramos aquí los tres (rio) pero es tu privacidad y de Ro, yo duermo en la recamara de junto (la beso) Lucía: ¿Cuándo tenes que reunirte con los abogados? César: hoy tengo una reunión con ellos… Lucía: (asintió) César: volveré temprano y las llevare a conocer un poco… Lucía: no te preocupes… (Sonríe) César: (la beso) Lucía: anda, se te va a hacer tarde… César: me doy una ducha rápida y voy Lucía: (asintió) César: estás en tu casa (sonríe y la beso, entro a la otra habitación a ducharse) Lucía volvió a la habitación principal, era muy linda, había muchos toques de César en ese lugar, se sentó en la cama y vio hacia la mesita de noche, había un portarretrato, sonríe al verlo, era una foto de César con su hijo mayor, decía para sí misma lo guapo que era y seguía siendo, César termino de ducharse y volvió a la habitación principal para despedirse de Lucía. César: Amor, ya me tengo que ir. Lucía: suerte (sonríe y le dio un beso). César: (tomándola por la cintura) gracias..... (Volvió a besarla pero ahora apasionadamente) Lucía: (corto el beso) para, para, te tienes que ir con los abogadas, se te hará tarde. César: quisiera quedarme contigo. Lucía: lo sé, pero anda tienes que irte. César: no tardaré mucho. Lucía: ok. Acompaño a César hasta la puerta del departamento, cuando César se fue volvió a la habitación con Rochí, la pequeña seguía durmiendo, salió y recorrió el departamento completo.
Posted on: Mon, 26 Aug 2013 01:18:31 +0000
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