Conforme se han ido casando mis hermanas, las cuatro mayores que - TopicsExpress



          

Conforme se han ido casando mis hermanas, las cuatro mayores que yo, se han ido llevando recuerdos familiares, así que me he llevado una gran sorpresa cuando, hace unos días, aseando y ordenando nuestro antiguo hogar familiar, he encontrado estas dos fotografías antiguas, en cuyos dorsos aparecen sus tiempos: "Cádiz, Verano de 1952". Las he expuesto aquí por considerarlas de interés variado.-.-. Tras de mí, en la primera aparece el "Hogar Escolar José Antonio", que estaba situado en la actual calle Brasil y del cual ya no queda nada, al ser devorado por modernos altos bloques de viviendas; aunque durante mis veraneos los "alojados" estaban ausentes por vacaciones, algunos de ellos permanecían en el establecimiento, pues no tenían nadie "hábil" con quien pasar el estío: la guerra reciente y las enfermedades persistentes los habían dejado huérfanos o relacionados con tullidos, tísicos, imbéciles e incluso leprosos. Aún les recuerdo con sus cabezas rapadas (aunque con un pequeño mechón sobre sus frentes) y doy gracias a Dios porque aquella mísera España la tengamos más que superada, incluso en la actual crisis.-.- En tal primera foto también aparezco yo, con la desvencijada bicicleta veraniega (las otras, mejores, quedaban en Córdoba para no "baquetearse" con tanto viaje); era una bici "de señorita", pues carecia de la "barra" que identificaba a la "de caballero" y, aunque por su edad ya las había perdido, tuvo unas redecillas multicolores a ambos lados del semicírculo superior de la rueda trasera; también es notable que carecia de cualquier tipo de "cambio" (de plato o de piñón), a pesar de lo cual pedaleábamos cómodamente, así como que los frenos eran "de varillas", no de "cable" como los de ahora.-.-. La segunda foto tiene varios puntos de interés. Por una parte, muestra, al fondo, el Hotel Playa de entonces (nada que ver con el actual, excepto el emplazamiento), así como, también y apilados, unos extraños sillones de mimbre con una "concha" que preservaba al usuario/a del sol, ya que aun estaba de moda el que una mujer estuviese "blanca como la leche", en vez de "fea como una congoleña". También ha de verse que los bañadores (tanto el mio, como el de mi hermana más cercana) eran de punto, no de tela, que podíamos lucir gracias solo a nuestra escasa edad, pues las personas ya formadas no podían estar en bañador, sino tapados con un "albornoz", del cual solo podían librarse cuando, ya con el agua por encima del tobillo, podían quitárselo y darlo a algún confidente que les aguardase para devolvérselo al salir del baño, tras lo que se lo tenían que poner. Ambas fotos son remarcables por los "utensilios". A pesar de que nuestra familia era "de la clase acomodada", que podía darse el lujo de veranear de S. Juan a S. Miguel (para lo que se llevaba colchones, platos, cubiertos, etc), nuestros máximos lujos eran una vieja bicicleta y un aún más viejo y desechado neumático automovilístico, con lo que nos sentíamos desplazándonos en un "haiga" (por tierra) o en un miniyate (por mar). Pues bien, aunque no teníamos ordenadores, ni móviles, ni vespinos, ni tablas de surf, sino estos simples y deteriorados "cacharros", éramos niños completamente felices, que nos considerábamos muy afortunados por poseerlos y poder compartirlos con quienes no tenían nada, absolutamente nada.-.-. No me duelo con la actual crisis.
Posted on: Wed, 07 Aug 2013 17:30:52 +0000

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