Desde principios de los tiempos en distintas culturas, llamadas - TopicsExpress



          

Desde principios de los tiempos en distintas culturas, llamadas luego civilizaciones se ha profesado una creencia ciega a diversos signos, atribuidos a distintas propiedades de la naturaleza. Famosos filósofos pensaban que el principio y fin de todas las cosas se encontraban en el agua, fuego, tierra, aire o la conjunción de los mismos, hasta la llamada brujería del siglo XVI, en España y toda Europa. Desaprobada por la Santa Inquisición, aunque los casos más sobresalientes de ejecuciones realizadas se dispusieron en Inglaterra. La bruja era considerada como la concubina del diablo. Podía volar y hartas veces lo confesaban ante el tribunal que luego le ajusticiara. Esto se debía a la belladona, alucinógeno, que en potentes dosis podrían llegar a alterar la conciencia. Paracelso, padre de la moderna parapsicología, esgrimía en no una muy entendida frase ...“UNA IMAGINACION QUE SE UTILICE CONTRA MI PODRIA EMPLEARSE TAN VIGOROSAMENTE QUE PUEDA YO MORIR POR LA IMAGINACION DE OTRO”... El hombre que depositaba su fe en la alquimia, dejó una mella que es fundamental en su propia ciencia. Puesto que no es científico quien acepta sin resquemores los paradigmas marcados por sus antecesores, sino aquél que como el epistemólogo Bachellar asegura que la ciencia evoluciona en contra del conocimiento anterior. En palabras más usuales decimos que Paracelso aseguraba que el efecto DE LA MAGIA PROVIENE DE LA SUGESTION. Si yo creo que alguien me hace mal, menos probablemente bien, es puramente un efecto sugestivo. No debe restársele importancia debido a que la sugestión es dominio e influencia sobre otro. El que pide ayuda coloca en un lugar-estatus de poder a lo que actualmente a dado en llamarse parapsicólogo. Es ciencia a comprobar .Ser parapsicólogo no significa que se posean dones paranormales. En investigación está la posibilidad de que diferentes individuos posean la capacidad para establecer conexiones que no son conocidas a todo el vulgo como la adivinación, la autoscopia (capacidad de detectar las propias enfermedades), la telequinesis, el tacto parapsicológico, etc. Diversas hipótesis sostienen que el terreno neurológico no está estudiado en su totalidad, es decir, se han encontrado morfologías cerebrales que no tienen explicación en el funcionamiento de las actividades superiores del ser humano. Otras hipótesis que se entremezclan con religiones depositan sabiduría a los chackras energéticos. (Siete puntos del cuerpo en donde fluye la energía vital; la persona enferma si se encuentra en desarmonía con algunos de estos chackras).Aquí afluye el reiki, práctica de desbloqueo a través de la imposición de las manos. Estas y otras muchas corrientes, principalmente el tarot, tienen en nuestra cultura occidental un gran déficit. El tarot merece una mención especial. Es antiquísima su utilización. Se supone que sus orígenes orientales llegaron a Marsella, de allí uno de los más populares en Europa “el tarot marsellés”. La gente piensa que a través de los arcanos puede dibujarse su pasado, presente y futuro. Desconoce que el adivino, pregunta, se detiene en el lenguaje analógico, expresiones corporales, y como en un rompecabezas arma detalladamente su arte. Curioso es que las artes adivinatorias hallan surgido a la par que el cristianismo, período oscurantista en donde los “devotos” temían más al diablo que a la benevolencia de su Dios. La historia demuestra la circularidad de ciertos cruentos actos. ¿No lo es acaso depositar la confianza de una cura, en personas que con buena o mala intención no han estudiado las características del ser humano? Además toda extrapolación es mutación. La cultura nos marca, posee los remedios y las enfermedades que le distinguen. Tenidamente existe un descreimiento generalizado en la estatua de dios, máxime en las generaciones comprendidas entre los veinte y los cuarenta años. Luego de un largo lapso de autoritarismo, que a nadie le pudo resultar indiferente, se produjo un liberalismo que condujo a la decadencia de ciertos valores espirituales. El autoritarismo deja huella colectiva, impronta que repite y se extrema en el afán de su contrario en la segunda y tercera generación. Es la época de los derrumbes de los valores morales (no de la hipócrita moralina), en donde se vive el presente y la idea es la de un futuro sin compromisos. La recurrencia a los seudo brujos no es más que el descontento manifestado con la espiritualidad y con terapias psicológicas que han sido reprobadas en varios sitios. El conductismo, corriente psicológica cuyas raíces son norteamericanas,( 1910), es lo que actualmente se aplica, matizado con terapia cognitiva que supone un mayor entendimiento de la mente humana, en realidad basada en una serie de preconceptos en donde de una manera u otra el psicólogo intenta encasillar al sujeto. En nombre del conductismo se aplican castigos o premios, ¿dónde queda la libertad del ser humano? La hechicería promete soluciones rápidas sin espera ni introspección. ¿Tiene usted tiempo en su realidad (la única que vale) de dedicarse a explorar sus recónditos secretos (que hasta usted desconoce)? La respuesta es no. Mas, ¿le beneficia que le roben el dinero con métodos aprendidos en tres meses? Una verdadera terapia, sea de la línea que se pronuncie, no debe ocuparle el mismo tiempo que vive. El psicoanálisis bien entendido, en dinámica, devolución y evolución, a lo que doy en llamar constructivista; ordena, desdramatiza, recurre al pasado con el único objeto de reinventar el presente. El futuro, temor de cualquier ser humano, no se traza cual jeroglífico en la palma de la mano, sino que se reinventa construyendo en recta. Un profesional de la salud mental debe saber que su campo de acción es posible y comprobado científicamente. Es vergonzoso que en la actualidad un psicólogo no disponga de autonomía para indicar un diagnóstico y proseguimiento del paciente sin la autoridad de un médico. La educación universitaria en la materia presenta graves déficit en cuanto a la praxis, defino a ésta como la interacción necesaria, constante y fluida entre teoría y práctica. Hace sólo un año que en territorio español se ha independizado de la psiquiatría, ciencia que presenta aún más graves problemáticas, puesto que para ésta en cualquier perturbación psíquica la nomenclatura es trastorno de personalidad. Obviedad que no es tal para quien posee un familiar enfermo. Léxico siniestro si lo hay. Método conductista que repudio ya que implica en pacientes anoréxicas, bulímicas y adicciones, RECLUSION, castigo, incomunicación. ¿Serán los nuevos brujos de hoguera del “avanzado siglo XXI” los que padecen? 5-Seguridad social ofrece turnos para psicólogos a cada treinta días. Una terapia seria no puede siquiera proponerse como tal si no reclama su estatus social. Sabrá el gobierno que mente y cuerpo constituyen a una persona? 6-Las políticas sanitarias se desentienden de los conflictos puesto que un ser humano que integra la sociedad, es la sociedad; que PIENSE es problema...Los recursos esotéricos provocan la astucia para algunos, la disposición de ser marionetas para otros. Uno a veces puede elegir...Y debería poder siempre. Jorgelina E Rodriguez.
Posted on: Tue, 20 Aug 2013 01:05:24 +0000

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