El Negrito Poeta Muy cerca de Xalapa, en la carretera que va a - TopicsExpress



          

El Negrito Poeta Muy cerca de Xalapa, en la carretera que va a Alto Lucero, está el pueblo de Almolonga. Se cuenta que allí nació hace muchos años un negrito que, según parece, llevaba por nombre José Vasconcelos y era muy dado a componer versos, por lo que lo llamaban “El Negrito Poeta”. Él mismo lo cuenta así en unos de sus versos: Aunque soy de raza conga yo no he nacido africano soy de nación mexicano y nacido en Almolonga Era un hombre dotado por la naturaleza con el don de improvisar, como los trovadores que todavía existen en nuestro estado, que con gran facilidad componen y cantan versos llenos de humor y de picardía, casi siempre acompañados con música de arpa y con jaranas. Versos como los anteriores le brotaban espontáneamente al “Negrito”. Eran ocurrencias que el autor en diferentes circunstancias y situaciones en que se veía obligado a improvisar, como es el caso de esta ocurrencia inventada por él para pedirle a una muchacha su amor: El corazón se te alegra siempre que encuentras al negro; Yo también mucho me alegro mi alma, ¿quieres ser mi negra? . Al no ser correspondido, se quejaba en verso también: Arrastrando las cadenas del iracundo cupido con cuya flecha me ha herido sin dar descanso a mis penas. Y para enamorar a Dorotea cantó de esta manera: Bellísima Dorotea más fina y pura que el oro con el amor que te adoro de tu amor ardo en la tea. Al oírle un amigo, le preguntó: ¿Conque estás enamorado? Y “El negrito” contestó: ¡Ojalá no lo estuviera! Por un objeto adorado ardo de amor en la hoguera . Nunca escribió sus versos porque no sabía leer ni escribir, y si sabemos de su obra es por que se conservó en la memoria del pueblo y se repitieron sus versos generación tras generación. De su vida se sabe poco, su oficio consistía en hacer flores de papel para adornar bandejas de dulces: Hago flores y las corto en los jardines de Apolo las que no desaloja Eolo y respeta el tiempo absorto… Apolo es el Sol y Eolo es el viento; es muy ingenioso en verdad por que, efectivamente, las flores de papel no las deshoja el viento y duran por mucho tiempo. Se dice que vivió a finales del siglo XVIII allá por los años de 1780 a 1800 cuando México no era independiente, se llamaba la Nueva España y nos gobernaban los Virreyes, es decir, los representantes del Rey de España. Los Virreyes eran personas muy importantes dentro de la sociedad de esa época y hasta uno de ellos, llamado Don Juan de Acuña y Casa Fuerte, llegó la fama de poeta que “El Negrito” tenía y quiso conocerlo. En su encuentro con “El Negrito” iba el Virrey en un carruaje muy elegante, de los que en aquella época se les llamaba “Estufas”. (Como esas carrozas ahora ya no se usan nos parece raro el nombre; en estos tiempos las estufas son otra cosa). “El Negrito” criticó en sus versos el derroche de elegancia del Virrey haciéndole notar que no debía vivir con tanto lujo mientras el pueblo carecía de lo más necesario, así como también debía tener muy presente que con tal actitud incitaba al pueblo a protestas. Veamos en qué forma tan ingeniosa lo dice: Esa estufa, Juan, advierte que sobre ejes de oro gira es el carro de la muerte que te condena a la pira . La pira es el lugar en donde queman con leña a los condenados a muerte. “El Negrito”compone otros versos para hacer ver al Virrey de apellido Casafuerte, que todo el lujo y la riqueza terrenal se acaban en el momento de la muerte, que allí todos somos iguales: Sabes que para la muerte no hay humana resistencia no hay valor, no hay excelencia no hay ni ha habido casa fuerte. Observemos como juega el poeta con el apellido del Virrey: Casafuerte y las palabras “casa” y “fuerte”. La intención, es decir, que no hay nada tan fuerte que pueda resistir la muerte, ni siquiera la riqueza del Virrey. Se dice que ante la crítica el Virrey no usó más esa carroza tan elegante y la regaló a la iglesia para que los sacerdotes llevaran en ella el auxilio a los moribundos. “El Negrito” tenía, a menudo, problemas con la gente, pues componía versos para decir cosas poco agradables a quienes no le simpatizaban: El que nació para burro no es otra cosa por cierto Yo dormido más discurro que vos estando despierto. En una ocasión le prestó un sábana a un amigo que fue llevado a la cárcel. De la ciudad de México llevaron al preso a Veracruz y se llevaron con él la sábana de “El Negrito”. Éste le mandó un recado con otros presos que debían viajar a Veracruz. Veamos cómo le pide que le devuelva la sábana: Si llegas a Veracruz y allí ves a Pancho el Tuerto le dirás que por Jesús me mande en la cual fue envuelto. Observemos cómo de una manera muy ingeniosa, en vez de decirle “que me mande la sábana que le presté”, habla primero de Jesús y luego dice “en la cual fue envuelto”. En lugar de la sábana, recordemos que Jesús después de muerto fue envuelto en una sábana. La fama de “ El Negrito Poeta” cruzo fronteras de la ciudad de México donde vivió hace tantos años y sus versos se conocieron por el resto del país y fuera de él, y hasta nuestros días sus versos son apreciados por su sencillez y su ingenio.
Posted on: Wed, 26 Jun 2013 13:30:49 +0000

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