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El balance del Nuevo MAS: Cuando la política se sobrepone a las relaciones de fuerzas adversas 15 de agosto de 2013 a la(s) 14:48 Elecciones Primarias 2013 Por Roberto Sáenz “La política revolucionaria como aplicación ‘subjetiva’ (en el sentido de hecha por un sujeto) a un campo de determinaciones objetivas puede mover montañas en la medida que adquiera terrenalidad deduciéndose lógicamente de sus mismas premisas; o, como pidiera Lenin en sus Notas filosóficas a Hegel, que sepa atrapar los eslabones más fuertes de la cadena de la propia realidad” (Ciencia y arte de la política revolucionaria). Como parte del fenómeno objetivo de giro a izquierda de una franja del electorado en ruptura con los K, nuestro partido realizó una elección histórica: nunca en su historia el Nuevo MAS había obtenido semejante elección y, menos que menos en condiciones tan adversas en lo que tiene que ver con el grado de instalación, medios materiales, acceso a la televisión, magnitud militante y demás con el FIT como tal, sin olvidarnos del carácter de frente de la izquierda del mismo. De ahí las felicitaciones y declaraciones públicas de voto que hemos recibido de activistas, luchadores, compañeros de trabajo, periodistas como la “Negra” Vernaci de la Rock & Pop y muchos otros, militantes de otras corrientes, incluyendo muchos kirchneristas y otros. Una hazaña política Desde ya, las grandes masas no han comentado la elección de la izquierda (se habla de Massa, los K y no mucho más; en esto hay que guardar las debidas proporciones: el 95% del electorado ha votado a las fuerzas burguesas[1]). Pero si se trata de la amplia vanguardia y un poco más allá, ya el público es mucho más informado y festeja la elección del FIT, pero no deja de sorprenderse, también, por la nuestra. Esto nos remite a la explicación de nuestra votación. Aquí hay varios factores políticos y “estructurales”. Los políticos tienen que ver, sin duda alguna, con el acierto de la política electoral con la que encaramos la campaña. Nuestro partido no podía encarar una campaña con la globalidad con que sí podía hacerlo (y, en cierto modo, desaprovechó) el propio FIT. Optamos, por el contrario, por establecer ejes políticos bien claros de campaña que reflejaran reivindicaciones sentidas de la clase obrera, la juventud y el movimiento de mujeres, aprovechando a la vez la palestra electoral para denunciar los responsables políticos de esos flagelos, siempre desde una perspectiva de oposición de clase al gobierno kirchnerista, y de pelea y no de adaptación a las reglas de juego del régimen político. Algo que el FIT no podría afirmar honestamente de su propia campaña, marcada por todos lados por rasgos poroteros. Este aprovechamiento revolucionario de la palestra electoral se demostró de una fuerza tremenda respecto de nuestras posibilidades materiales reales, como ocurre siempre que se formula correctamente la política revolucionaria y se la considera como una palanca transformadora, apoyándose en ciertas premisas. Luego están los factores materiales. Encaramos la elección del 2011 con la exclusión sin principios del FIT y una sola legalidad: la de la provincia de Buenos Aires. No nos dejamos impresionar por la adversidad electoral, por la paupérrima cosecha en votos que obtuvimos, ni por la votación del FIT, que en sus versiones más oportunistas auguraban nuestra “desaparición”. Es otra enorme enseñanza de la lucha revolucionaria: nunca hay dejarse impresionar por la propaganda del enemigo de clase o los adversarios en el campo de la izquierda: la realidad es siempre menos chata y homogénea de lo que los propagandistas de cualquier tipo quieren presentar; está plagada de contradicciones y plantea siempre puntos de apoyo para un desarrollo ulterior o para dar vuelta una situación adversa. Lo que labora detrás de los fenómenos es un conjunto de desarrollos opuestos, “un entresijo de procesos dialécticos que tienen lugar en un mundo inacabado” (Ernst Bloch) y que siempre dan pie para una lucha si ésta es realmente revolucionaria. Frente a esta adversidad –que tuvo, sin embargo, el beneficio de templar a las nuevas generaciones partidarias– votamos un plan de trabajo abnegado que nos permitió llegar a esta elección con cuatro legalidades, al borde de reunir las condiciones para reclamar la nacional. Así, parte importante de la juventud de nuestro partido se volcó todo el verano pasado a la obtención de la legalidad partidaria en la provincia de Córdoba, donde hicimos una elección histórica. Junto con esto, nuestro partido desarrolló una gran campaña electoral militante, buscando llegar a más amplios sectores que los habituales, y haciendo el uso más eficiente posible de nuestros escasos recursos. Esto último es, también, una de las artes políticas: la máxima utilización de escasos recursos. Se trata de una ley de desarrollo de nuestros partidos: los saltos en calidad constructivos de las organizaciones revolucionarias se producen a partir de una concentración de todos los recursos políticos en un solo punto (como recomendaba Clausewitz en el arte de la guerra) buscando dar ese salto con una política que se hace fuerte porque parte de ciertas premisas materiales y objetivas. Una reseña de la elección distrito por distrito En la Capital Federal obtuvimos algo menos de 20.000 votos, una cifra impactante en un proporción de uno a cuatro con el FIT y en dura competencia con otras alternativas: Luis Zamora (figura excluyente del viejo MAS y dos veces diputado nacional), Lozano (actualmente diputado nacional) y el MST (cuyo candidato, Bodart, es legislador por la ciudad). Para la evaluación de nuestros resultados en CABA no puede soslayarse que nunca tuvimos votos en este distrito: nuestro piso era prácticamente cero. Con una acumulación histórica mucho menor que los integrantes del FIT, pero con un creciente peso juvenil y el impacto de nuestro trabajo en el movimiento de mujeres con Las Rojas, logramos casi el 1% de la votación. Es cierto que no pasamos el corte proscriptivo del 1,5%, lo que hubiera coronado un enorme esfuerzo militante. Sin embargo, instalamos el debate por el derecho al aborto y la figura de nuestra compañera Manuela Castañeira de manera pública, visible y objetiva, y salimos de la campaña con prestigio y visualización entre amplísimos sectores, mucho más allá de los límites orgánicos de nuestro partido: una franja minoritaria, pero de masas. El desafío ahora es extender nuestro partido por toda la geografía de la Capital, así como hacerlo muchísimo más orgánico no sólo en la juventud universitaria y secundaria, sino entre crecientes sectores de trabajadores. En la provincia de Buenos Aires obtuvimos prácticamente 70.000 votos, una cifra similar a la obtenida por el PO cuando se presentó solo en ese distrito en 2009. Inclusive, el frente centroizquierdista Podemos (integrado por las fuerzas Unión Popular, el PCR y el MST) apenas obtuvo unos pocos votos más, un sapo notorio siendo que eran tres partidos. Nuestro compañero, el “Chino” Heberling, volvió así a encabezar una boleta que obtuvo decenas de miles de votos, luego de que ocurriera lo propio en 2009 a la cabeza del FITS en la provincia (integrado en aquella oportunidad junto al PTS e IS). Decayó en 2011, pero volvió a surgir en esta elección, creándose mejores condiciones para avanzar en su instalación como figura, sin olvidar el conocimiento creciente entre las franjas de la vanguardia obrera de nuestro compañero Jorge Ayala de FATE y de Laura Granillo entre el movimiento de mujeres y la juventud estudiantil de la provincia. El de Córdoba es, quizá, el resultado que más se aproxima a la definición de hazaña política que venimos manejando para nuestra elección. Allí, la total desproporción con el FIT (que está encabezada por una figura como Liliana Olivero y tiene un alto piso de votos) fue quebrada, logrando nuestro partido casi 25.000 votos: ¡una relación de cuatro a uno con el frente en la segunda provincia más obrera del país!Posiblemente sea en este estratégico distrito donde el Nuevo MAS hizo su elección más trascendente, lo que crea mejores condiciones para avanzar en su extensión nacional. Una provincia que tiene una estratégica composición obrera y estudiantil, y que está en el centro del país e irradia a todo el resto del norte argentino. Haber consolidado una regional inicialmente juvenil allí y que tiene en la mano la responsabilidad de semejante elección abre inmensas posibilidades constructivas nacionales del Nuevo MAS como partido de vanguardia. Por último, en el caso de Neuquén es donde más cerca quedamos de quebrar el piso proscriptivo. Dada la instalación que tiene el FIT en él, la votación fue extraordinaria: obtuvimos unos 4.500 votos en condiciones absolutamente desiguales. Es verdad que la figura de Alcides Christiansen excede con mucho la envergadura de la regional partidaria. Sin embargo, aquí también logramos prácticamente quebrar el peso de la inercia político-electoral, instalando al Nuevo MAS en la provincia de manera cualitativamente superior a cualquier intento anterior. Cabe recordar que la única vez que pudimos presentar a Alcides en la provincia como Nuevo MAS fue en 2011 con la candidatura a intendente, con solamente 1.000 votos; multiplicamos ahora casi por cinco dicha elección y establecimos una relación de cuatro y medio a uno con el FIT. Hacia la construcción del Nuevo MAS como partido de vanguardia Que en condiciones tan adversas hayamos logrado quebrar la inercia, abriéndonos paso por entre la votación de la izquierda y estableciendo una relación de cinco a uno con un FIT en pleno ascenso en los principales distritos es una hazaña político-electoral que muestra el enorme progreso y consolidación del proyecto socialista revolucionario que expresa el Nuevo MAS. El límite ha sido, somos conscientes de ello, que no hayamos podido quebrar el piso en ninguno de los cuatro distritos donde nos presentamos, aunque quedamos muy cerca en Córdoba y Neuquén. En cualquier caso, las tareas del momento son muy claras: las elecciones pasaron, para octubre falta mucho y de lo que se trata es de retornar a las actividades cotidianas y salir a una ofensiva de captación para nuestro partido. Muchísimos compañeros y compañeras nuevas nos han ayudado en la campaña; logramos que centenares fueran fiscales: debemos llamar a todos estos compañeros y compañeras a sumarse a nuestro partido, comenzando por la discusión del balance electoral. Para esto hay dos tareas clave: garantizar la distribución y cobro del periódico semanal y abrir nuestros equipos –o formar nuevos– para la incorporación de más compañeros y compañeras, apuntando a la extensión nacional del nuestro partido. Debemos hacer esto con la compresión de que acabamos de dar un paso de trascendencia hacia la instalación del Nuevo MAS como organización de vanguardia de pleno derecho. En nuestro Congreso realizado en marzo pasado discutimos que una de las condiciones para el salto a partido de vanguardia era lograr un determinado piso electoral propio. Un hecho trascendente de la elección de la izquierda es que nuestro partido ha logrado establecer proporciones con el FIT en este terreno. Se trata de un enorme triunfo que, de consolidarse, nos permitirá avanzar en el desafío que nos propusimos de transformarnos, en lo constructivo, en partido de vanguardia. Esta elección constituye un paso de enorme importancia en ese camino. [1] Aquí cabe una observación metodológica: la votación obtenida por la izquierda puede significar mucho o no tanto dependiendo de las condiciones de la lucha de clases y de la inserción orgánica de la izquierda revolucionaria. Así como un resultado electoral puede actuar achicando su peso real, también puede hacer aumentándolo: aquí hay todo tipo de proporciones variables. En todo caso, la clave es si la situación es revolucionaria o no, y cuál es el peso orgánico de los socialistas revolucionarios entre la clase obrera, en sus principales bastiones, en la juventud, los sectores populares y demás. Esto da la pauta del trabajo que tenemos por delante para aprovechar esta votación no solamente en el terreno electoral, sino en el cotidiano, para convertir a nuestros partidos en fuerzas históricas desde el punto de vista de la transformación socialista de nuestra sociedad.
Posted on: Thu, 15 Aug 2013 22:04:13 +0000

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