El nuevo capítulo del fan fic de Sonia! CAPITULO 3: CALOR DEL - TopicsExpress



          

El nuevo capítulo del fan fic de Sonia! CAPITULO 3: CALOR DEL INFIERNO Unos ojos felinos observaban a un sonrojado Rinne que se miraba las manos con cara de idiota. -Esto no es tan divertido como dijiste.- dijo el gato indignado.- no ha pasado nada más allá de una estupidez… Su acompañante observaba la -para ella- divertida imagen. Era una muchacha no muy mayor que nuestros dos protagonistas, de un largo pelo blanco grisáceo y dos pares de ojos azabache que miraban a la habitación de Sakura ahora temporalmente de Rinne. No habría resultado muy extraño que la chica estuviese allí si no fuese porque estaba flotando al lado de un gato parlante. -No sé si merece la pena todo esto.- le reclamó Rokumon.- si Rinne-sama se entera de que he visto un fantasma en casa de Sakura-sama, y no solo no le he dicho nada, sino que encima le he ayudado me mata. Y ni siquiera has hecho que esos dos acaben juntos. -Fufufu-rió la chica.- ¿Por qué adelantar los acontecimientos, lindo gatito?-se burló.- es mucho más divertido así… míralos…. Los dos tan inocentes, jóvenes y despreocupados que dan ganas de alargarlo lo máximo posible. -Pero solo tienen una semana…-comentó Rokumon. -Más tiempo del que tuve con la madre de la chica. Solo invitó al que ahora es su esposo por un día, y míralos… no se separan ni con espátula. -¿Qué clase de espíritu en pena eres tú? -Soy un espíritu autorizado.-Respondió ella con una gran sonrisa.-Viví en esta casa, bueno, más bien trabajé en ella como casamentera. Cuando morí, pedí un permiso para poder seguir ejerciendo mi profesión. Y cuando una parejita se queda a solas en esta casa, ya puede ocurrir lo que quieras que acabarán juntos… ¡hahahaha!-exclamó entre risas enloquecidas. Aquella noche había sido un tanto movidita. Entre el desconcierto y la incomodidad que Rinne traía consigo, las confusiones de cama por parte de Sakura y el horripilante calor que amenazaba con derretirlos a todos, Rinne amaneció totalmente empapado en sudor. El insolente sol hacía que la casa pareciese un horno y las confusas cigarras que creían que ya era su turno de aparecer, daban aquel toque veraniego a aquella primera semana de mayo que las previsiones del tiempo advertían de todo menos calurosa. Pero a nuestra indiferente Sakura las previsiones le importaban bien poco. A ella solo le importaba que se estaba asando de calor. Nada más despertarse, Sakura se secó el sudor de la frente que amenazaba con caerle en los ojos y se dirigió directa al baño. Fue tan rápida en su carrera a la ducha, que ni se inmutó cuando se chocó de frente con Rinne, incluso se había olvidado de que el chico ahora estaba en su casa por las vacaciones. Éste, se quedó mirando a la chica que corría hacia el baño con una expresión indescifrable en el rostro. Por un instante él también se había olvidado de dónde estaba, y su repentino choque con la chica hizo que recordase de golpe lo ocurrido la noche anterior. Y como resultado, un Rinne completamente sonrojado con la vista perdida en el camino que había recorrido la responsable de aquel estado en el que se encontraba. Sakura salió del cuarto de baño después de darse una ducha helada, pero aquello no disminuyó su temperatura corporal, por lo que salió con solo una toalla y con el pelo empapado cayendo por su espalda en un fallido intento de refrescarse. Entró en la cocina dispuesta a desayunar, solo para encontrarse con un Rinne que la miraba con una mezcla de sorpresa, estupor e incredulidad ante la imagen que daba. En aquel instante, Sakura se acordó de la estancia de Rinne es aquella casa, salió de la cocina con la misma prisa que había entrado -ninguna- y volvió al instante vestida y con el pelo recogido en sus típicas trenzas. -Buenos días.- dijo mientras abría la nevera. No esperaba encontrar mucho allí, por lo que su sorpresa fue grande cuando la encontró repleta "juraría que…" fue lo que pensó justo antes de desechar aquel tema en su mente. Rinne decidió algo en su mente "Haré como que lo que acabo de ver, nunca pasó" refiriéndose a la Sakura recién salida de la ducha. -¿Has desayunado?.-preguntó la misma haciendo que Rinne se sobresaltase. -Emm, no, todavía no. -Entonces haré el desayuno para ambos.-dijo despreocupada. -No hace falta, no te molestes.- exclamó él un poco avergonzado por estar causándole tantos problemas. -Si no cocino para dos, no cocino para ninguno, es una pérdida de tiempo. Y quiero desayunar algo elaborado.- Dijo Sakura dejando a Rinne totalmente estupefacto. -Me temo que ha llegado el momento de algo de acción.- dijo alegre la fantasma junto a aquel aburrido gato que miraba la escena como quien mira una televisión. -Sí, porque yo aquí no veo nada de romance.-soltó el gato indignado.-Son solo situaciones un tanto estúpidas y comprometidas. -Lo bueno se hace esperar, lindo gatito… -Eres una fantasma realmente aburrida… -En momentos como este, no, además no me agrada que te refieras a mi como fantasma mi nombre es Chiai bueno cuando estaba viva -mm creo que ese nombre queda bien con tu profesión de casamentera (Nota chiai significa amor eterno). Terminado el desayuno, Sakura no aguantó más. ¿Por qué hacía aquel condenado calor en Mayo? Subió corriendo a su habitación y empezó a revolver en el armario. Rinne la siguió preocupado y la miró mientras tiraba ropa por todos lados, cogía una prenda oscura y volvió a salir corriendo esta vez en dirección a un cuarto en el que no había entrado nunca. Rinne opinó que quizás el seguimiento de Mamiya Sakura era un poco indiscreto, pero estaba demasiado interesado en aquello que la chica buscaba con tanto empeño -¡Por fín!- escuchó gritar dentro de la habitación. Seguidamente reanudó su histérica carrera y se volvió a encerrar en el baño cargada con todas las cosas que llevaba. Hasta aquí podía llegar Rinne en su persecución. Se alejó del baño camino al salón dispuesto a ver la televisión, lujo del que no había disfrutado en mucho tiempo, pero una Mamiya Sakura lo arroyó sin miramientos y se precipitó al jardín trasero con entrada por el salón. A él le había parecido distinguir en los brazos de la chica un objeto que nunca habría pensado. Intentando confirmar sus sospechas, encontró a Sakura en el jardín, con una piscina hinchable tamaño infantil, con el bañador de la escuela puesto y una manguera intentando llevar a cabo su operación "Asesinar brutalmente al verano inexistente". -¿Se podría saber qué pretendes?- acertó a preguntar Rinne. Ella, sin siquiera levantar la mirada de tan difícil tarea como era llenar una piscina inflable dijo: -¿Acaso no es obvio? Situaciones desesperadas, soluciones desesperadas. Cuando vio lo suficientemente llena aquella piscina. Soltó la manguera y se lanzó a ella en bomba salpicando a Rinne. Éste se apresuró a cerrar el grifo al imaginarse la factura del agua. Suspiró y solo pudo decir. -Con tu permiso, me parece que voy a librar esta guerra viendo la televisión. -De acuerdo, Aburrido-kun. Rinne se sonrojó un poco ante este último comentario haciendo que se golpease mentalmente. ¿Qué demonios le pasaba últimamente? No hacía más que sonrojarse. La escuchó chapotear mientras veía tranquilo la televisión y sonrió. Quizás pasar allí una semana no sería tan malo realmente. Pasaron varios minutos hasta que se aburrió de los estúpidos programas de variedades que daban en la tele y se dijo mientras la apagaba: "La programación sigue siendo tan mala como cuando dejé de tener tele." Fue entonces cuando calló en la cuenta de que ya no se escuchaba nada en el jardín, por lo que decidió ir a ver qué tal le iba a Sakura. Avanzó tranquilo hasta la puerta y divisó la cabellera morena de la chica caer en sus trenzas por el borde de la piscinita. Nuevamente un sonrojo por su parte acompañado de un golpe mental. Se la veía tan tranquila, tan quieta y pacífica en aquella piscina. Quién hubiese dicho que hacía poco había estado revolviendo la casa entera en busca de una piscina hinchable. Pero a Rinne no le pareció normal tanta tranquilidad. Avanzó hacia ella y exclamó. -¡Oi, Mamiya Sakura! ¿Qué estás haciendo? Pero ella no respondió. -¡Mamiya Sakura!-insistió él. Volvió a acercarse más y volvió a intentarlo.- ¡Mamiya! Avanzó hasta el mismo borde de la piscina inflable, solo para darse cuenta de que la cara de la chica estaba totalmente sumergida en el agua y sus delicados párpados cerrados. -¡Sakura!-gritó al darse cuenta de la situación. Se precipitó hacia la chica y la sacó en volandas de la piscina. Sakura no daba muestras de vida aunque la hubiese tendido en el suave y verde césped y el pelirrojo estuviese a su lado gritando desesperado su nombre una y otra vez. Exasperado, Rinne puso las manos sobre el pecho de Sakura y apretó periódicamente, solo para inmediatamente después levantar delicadamente la barbilla de ella y apretar sus labios contra los de la chica. Obviamente, le estaba haciendo el "Boca a boca". Repitió esta acción varias veces aunque la morena no daba signo alguno de vida, hasta que esta abrió los ojos y tosió expulsando el agua que había tragado. Pero Rinne estaba demasiado confuso y ni siquiera oyó los tímidos tosidos de Sakura. Volvió a quitar su atención a los suaves golpes que le daba a Sakura en la boca del estómago y la centró en los labios de la morena. Esta vez aquella acción fue distinta. Se olvidó de insuflar aire al ver los ojos abiertos de la chica, y también se olvidó de separarse de ella así que esta vez sí se podía considerar un beso. Solo pasó unos segundos procesando la nueva información recibida en el cerebro, pero los pasó prendido en los labios de ella. Cuando por fin se dio cuenta de la situación, se apartó de ella como si le hubiese pegado. Sakura solo se incorporó en silencio y se quedó sentada en la hierba mirando al pelirrojo con un leve sonrojo en su carita. Rinne solo se quedó muy quieto y con el pulso acelerado rehusando la mirada de la morena. -Parece que te preocupé.-dijo ella con una sonrisa.-Lo siento. Él solo se quedó mirando el verde césped. -No ha sido nada. Me habría molestado haberme gastado mis ahorros en llevarte a la rueda de Samsara si te hubieses convertido en fantasma. Ella solo ensanchó su sonrisa. -Como tú digas. Ambos se quedaron en aquellas posiciones un tiempo, ella con aquella mirada indescifrable, y el pensando totalmente sonrojado. El corazón de ambos latía muy pero muy rápido y ambos pensaron lo mismo: "¿Por qué hace este condenado calor? ¿Acaso es verano?" Ok ok otra vez me pase de largo pero de ahora en adelante los are más cortos mañana quizás suba otro capítulo pero a partir del lunes tendrán que esperar más por los capítulos porque entro a la escuela que mal pero bueno espero le haya gustado att: sony
Posted on: Sat, 17 Aug 2013 22:27:16 +0000

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