En que satisface un recelo con la retórica del llanto Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba, como en tu rostro y tus acciones vía que con palabras no te persuadía, que el corazón me vieses deseaba; y Amor, que mis intentos ayudaba, venció lo que imposible parecía: pues entre el llanto, que el dolor vertía, el corazón desecho desilaba. Baste ya de rigores. mi bien, baste: no te atormenten más celos tiranos, ni el vil recelo tu quietud contraste con sombras necias, con indicios vanos, pues ya en líquido humor viste y tocaste mi corazón desecho entre tus manos. Sor Juana Inés de la Cruz
Posted on: Sat, 29 Jun 2013 04:11:13 +0000
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