FANTASÍA CUMPLIDA El viernes pasado nos encontramos mi esposo y - TopicsExpress



          

FANTASÍA CUMPLIDA El viernes pasado nos encontramos mi esposo y yo con el chico que elegimos para cumplir nuestra fantasía: “Andrés”. Lo llamamos ese mismo día por la noche, como habíamos convenido por el chat. Me gustó la seguridad en su voz cuando lo escuché y de inmediato nos pusimos de acuerdo sobre el motel en el que debíamos encontrarnos. Él muy amablemente aceptó nuestra propuesta. Colgué el teléfono un poco nerviosa, me sudaban las manos y salimos de nuestra casa calculando el tiempo para llegar un poco después y cogimos un taxi que nos llevó al sitio acordado. Gracias a que conocía la cara de Andrés por una foto, no me costó identificarlo, era alto, musculoso y bien parecido. Me di cuenta al llegar que tenía su miembro un poco erecto, él llevaba puesto un chicle de ciclista que hacía notar un abultamiento y eso me electrizó el clítoris. -Buenas noches Andrés, le dijimos casi al tiempo, mientras yo les pedí con impaciencia que entráramos al motel. Mi esposo y yo estábamos nerviosos pensando que no nos iban a dejar entrar, porque íbamos a hacer un trío H-M-H. Afortunadamente no hubo problema, nos tocó hasta promoción y además fue lo más de fácil ponernos de acuerdo en la pieza cuando nos tomamos el primer ron doble, sentíamos una química tremenda. Empezamos entonces a hacer todo lo acordado con calma y sin afanes, después del tercer ron roble. Primero nos bañamos juntos en el jacuzzi y los enjaboné a los dos luego y ellos a mí. Me rozaron muy rico por las nalgas, por las piernas y por las manos, con sus palos enjabonados. También me masturbaron con champú por delante y por detrás, con sus dedos competitivos… Me dieron también palmaditas diciéndome perra, grilla, puta. El ambiente se estaba calentando y entonces decidimos enjuagarnos y secarnos pronto. Ellos me arrancaban la toalla y seguían dándome palmaditas más fuertes hasta que me alzaron y me cargaron entre los dos hasta la cama. Nos servimos entonces un ron doble más. Animada como estaba y desinhibida, los comencé a masturbar, primero de a uno y luego al mismo tiempo con aceitico. Fue un masaje arrechador, mis machos tenían las vergas durísimas, no se sabía cuál más y ambos me acariciaban por todas partes lo más deliciosooo. Después se los chupé a ambos alternadamente y al mismo tiempo hasta que lo tuvieron bien duro. Yo ya estaba ultra mojada y serví para todos otro ron doble más. Mi esposo quería hacerme venir primero entonces empezamos a hacer el 69 mientras con una de mis manos continuaba masturbando a Andrés. -Oye, no te vayas a venir que ya viene lo mejor, le dije cuando pude a nuestro cómplice. -Tranquila, que yo aguanto, dijo Andrés, mientras yo me venía por primera vez por culpa de la lengua encarnizada de mi esposo, mientras cerraba los ojos y apretaba duro la verga ancha de Andrés. El paso siguiente fue que Andrés me hizo la miné mientras yo continuaba chupándoselo a mi esposo, que estaba arrodillado apretándome los pezones con aceitico, los tenía más erectos que nunca... Y uy, fue ahora Andrés el que me hizo venir con su lengua que resultó peligrosa, experta y veloz, y me tenía loca haciéndome masajes circulares en en el ano, rozándome con su anillo. -¿Quieres ponerte mi anillo mejor o será que te aprieta un poquito? le dije toda maliciosa… A mi esposo como que le dieron un poquito de celos y pidió que cambiáramos de lugar, y entonces se acercó y me separó las piernas clavándome su tranca dura y gruesa hasta el fondo de mi vulva mientras yo cada vez más caliente me metía más hondo en mi garganta la verga de Andrés, se me salían las lágrimas. Nunca me la habían metido tan duro, ni por la boca ni por mi vagina. En pocos minutos de sentirme tan deliciosamente poseída me vine entonces por tercera vez y me sentía toda inundada por mis propios jugos… Jaja, y ahora siguió el plato fuerte. Pedí que me sirvieran otro ron doble, lo que hizo mi esposo de inmediato, mientras yo le cambiaba el condón a Andrés por uno de talla más grande, pues me di cuenta que lo necesitaba pues se le veía muy apretado el pene. Cuando lo tenía bien puesto le pedí a Andrés que me penetrara mientras yo se lo chupaba a mi esposo, que estaba todo electrizado y quería que no se demorara demasiado esa fantasía de penetración. Andrés me preguntó cómo quería que me comiera y yo le pedí sonriendo que “a lo perrita”, mi posición predilecta. El invitado se puso en posición y yo también toda obediente. Mi esposo me dio unas buenas nalgadas como un castigo anticipado. Pero yo estaba concentrada en el pene ancho, grande y duro que me iba a tragar con mi vagina, hasta que al fin lo hice, como quince minutos seguidos en los que me vine dos veces, mientras él me introducía simultáneamente varios dedos por el ano. Con la otra mano me daba palmadas en las nalgas brillantes, como si fuera mi amo y señor, y eso me hizo venir una tercera vez con él. Me sentí toda infiel, toda puta como en las fantasías con mi esposo… Todavía viniéndome le pedí que ahora su palo cambiara de orificio, por el de atrás, mi punto débil. Él de inmediato me echó un chorrito de aceite y me lo rompió suavecito pero hasta el fondo, me lo siguió hundiendo rítmicamente como diez minutos. No aguanté y me vine otra vez y hasta me tuve que retirar porque sentía que me iba a orinar de la dicha. Y así rota y encalambrada como estaba saqué ánimo para cambiarle el condón a Andrés y entonces le pedí que me dejara sentar encima de él a ver si así se lo sacaba y terminábamos de cumplir la fantasía. Estuve cabalgando por diez minutos, recuerdo como sonaba mi vagina al entrar esa verga y como sonaban mis nalgas aceitadas rebotando en los muslos de Ándres, mientras mi esposo nos tomaba fotos. A veces él soltaba la cámara yo se lo chupaba, hasta que le parecía que se iba a venir al verme saltar así de esa manera loca. Andrés me pidió cambiar la última vez de posición y se montó encima de mí, levantándome las piernas y cogiéndome duro las nalgas, arañándolas con lujuria. No pasó mucho tiempo, me estaba dando muy bueno, me estaba dominando muy rico y fue inevitable venirme de nuevo. Y apreté duro las nalgas de Andrés contra mi vulva y eso mi esposo no soportó verlo y además yo estaba toda garganta profunda entonces se desquitó y me descargó su chorro caliente al fondo de mi garganta. Así lujuriosa y atragantada empecé a sentir chorreante otra venida más cuando Andrés, que se había quitado el condón, me echó su leche igualmente abundante en las tetas y en los pezones. ¡Que buen servicio! tuve en ese momento otro orgasmo consecutivo, porque Andrés me masturbaba sin piedad el clítoris con su dedo medio, metiéndomelo rico y enganchándome y apretándome el punto G con su dedo medio y su pulgar... Sin duda es una de las experiencias swingers más deli que he tenido. Que rico esos orgasmos seguidos. Tanto que espero repetirla pronto, pero ojalá con una doble incluida. ¿Quién será el cómplice la próxima vez, o la pareja cómplice?
Posted on: Thu, 05 Sep 2013 13:42:10 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015