LA ÉPOCA DEL ANTICRISTO 2Ts. 2:3-4 Nadie os engañe en ninguna - TopicsExpress



          

LA ÉPOCA DEL ANTICRISTO 2Ts. 2:3-4 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios, Haciéndose pasar por Dios. -------------------------------------------------------------------------------------- Según la Biblia, viene el anticristo ( 1Jn. 2:18 ), el artífice de la final embestida violenta contra Cristo y los santos poco antes que Cristo establezca su reino en la tierra. Pablo se refiere al anticristo como “el hombre de pecado, el hijo de perdición” (2Ts. 2:3). También se le describe en la Biblia como “una bestia” que sube del mar (Ap. 13:1-10), “una bestia escarlata” (Ap. 17:8,16; 19:19-20; 20:10). SEÑALES DE LA VENIDA DEL ANTICRISTO. La venida del anticristo no será sin advertencia . Varias señales indican su venida y aparición. Por lo menos tres acontecimientos deben ocurrir antes que aparezca sobre la tierra: (1) “el misterio de la iniquidad”, que ya esta obrando en el mundo “quien al presente lo detiene” (2Ts. 2:7). (1) El “misterio de la iniquidad”, esa actividad secreta de los poderes del mal que son evidentes en todo el mundo aumentará hasta que llegue a su clima en el ridículo completo y la desobediencia de las normas y los mandamientos que se consideran sagrados en la Biblia. Debido a un espíritu prevaleciente de pecado, el amor de muchos se enfriará (Mt. 24:10.12; Lc.18:8). Pero habrá un remanente que se mantendrá fiel a la fe apostólica revelada en el Nuevo Testamento (Mt 24:13; 25:10; Lc.18:7). Por medio de esos fieles creyentes, la iglesia seguirá luchando, esgrimiendo la espada del Espíritu (Ef6:11). (2) Ocurrirá “la apostasía”, que significa: “partida”, “caída” o “abandono”. En los últimos días, muchos de la iglesia profesante se apartaràn de las verdades bíblicas. (a) Tanto Cristo como Pablo describieron un cuadro deprimente de la condición moral, espiritual y doctrinal de gran parte de la iglesia visible al concluir la época actual (Mt 24:5,10-13,24; 1Ti 4:1; 2Ti 4:3-4). Pablo en particular subraya que a las iglesias las invadirán los impíos en los últimos días. (b) Esa “apostasía” dentro de la iglesia tendrá dos dimensiones: (1) La apostasía teológica es la desviación y el rechazo de parte o de toda la enseñanza original de Cristo y los apóstoles (1Ti 4:1; 2Ti 4:3). Los falsos dirigentes ofrecerán “salvación” y gracia barata y pasarán por alto la exigencia de Cristo del arrepentimiento, la separación de la inmoralidad y la fidelidad a Dios y a sus normas (2P 2:1-3,12-19). Serán populares los evangelios falsos que se centran en los deseos humanos y en metas egoístas (2Ti 4:3-4) (2) La apostasía moral es la interrupción de la relación salvadora que se tiene con Cristo y la vuelta al pecado y la inmoralidad. Es posible que los apóstatas proclamen la doctrina correcta y la enseñanza del Nuevo Testamento, Pero abandonen las normas de moralidad de Dios (Is 29:13; Mt 23:25-28). Muchas iglesias tolerarán lo que sea, a cambio del aumento de asistentes, dinero, éxito y honor (1Ti 4:1). El evangelio de la cruz con su llamado a sufrir (Fil 1:29), a renunciar radicalmente al pecado (Ro 8:13), a sacrificarse por el reino de Dios y a negarse a sí mismo se volverá algo extraño (Mt 24:12; 2Ti 3:1-5; 4:3). (c) Tanto la historia de la iglesia como la apostasía profetizada de los últimos días les advierten a todos los creyentes que no den por sentado el progreso continuo del reino de Dios a través de todas la épocas hasta el fin. En algún momento de la historia de la iglesia, la rebeldía contra Dios y su palabra alcanzará proporciones increíbles. En el día del Señor caerá la ira de Dios sobre todo los que rechazan su verdad (1Ts 5:2-9). (d) Por lo tanto, el triunfo definitivo del reino de Dios y su justicia en el mundo no depende del progresivo aumento de éxito de la iglesia profesante, sino de la final intervención de Dios cuando entre en el mundo con juicio justo (Ap.19-22; 2Ts.2:7-8; 1Ti 4:1; 2P 3:10-13; y el libro de judas). (3) un acontecimiento decisivo debe ocurrir antes que pueda revelarse “el hombre de pecado” y pueda comenzar el día del Señor (2Ts 2:2-3), es decir, el quitar “de en medio” a alguien (2Ts 2:7) o algo que “detiene” el poder secreto de la iniquidad y al inicuo (2Ts 2:3-6). Cuando sea quitado de en medio el que lo detiene, puede comenzar el día del Señor (2Ts 2:6-7). (a) “ quien al presente lo detiene” pudiera entenderse mejor como referencia al Espíritu Santo, quien es el único que tiene el poder para detener el mal, al inicuo y a Satanás (Ts.2:9). (b) Al principio de los siete años de tribulación, el Espíritu Santo será “quitado de en medio”. Eso no significa que sea quitado del mundo, sino sólo que cesará su influencia restrictiva de la iniquidad y la entrada del anticristo. Serán quitadas todas las limitaciones contra el pecado y comenzará la rebelión inspirada por Satanás. Sin embargo, el Espíritu Santo todavía permanecerá en la tierra durante la tribulación para convencer de sus pecados a las personas, convertirlas a Cristo y capacitarlas (Ap.7:9,14; 11:1-11; 14:6-7). (c) Al quitar de en medio al Espíritu Santo, el inicuo puede entrar en la escena (2Ts 2:3-4). Dios enviará una influencia engañosa sobre todos los que niegan a amar la verdad (2Ts 2:11); ellos aceptarán las pretensiones del inicuo, y la sociedad humana se degenerará hasta una profundida de depravación jamás vista. (d) El ministerio del Espíritu Santo de restricción del pecado se efectúa mayormente por medio de la iglesia, que es su templo (1Co 3:16; 6:19). Por eso, muchos intérpretes de las Escrituras creen que la separación del Espíritu es una indicación clara de que el arrebatamiento de los fieles ocurrirá al mismo tiempo (1Ts 4:17); es decir, el retorno de Cristo para reunir con Él a sus iglesias y librarlas de la ira venidera (1Ts 1:10) ocurrirá antes del principio del día del Señor y de la revelación del inicuo. (e) Algunos eruditos creen que “quien lo detiene” 2Ts 2:6 se refiere al Espíritu Santo y a su ministerio restrictivo, mientras que en 2Ts 2:7 “lo detiene” se refiere a los creyentes reunidos con Cristo y quitados de en medio, es decir, arrebatados para encontrarse con Cristo en el aire para estar con el Señor (1Ts 4:17). LAS ACTIVIDADES DEL ANTICRISTO Al comenzar el día del Señor, se revelará “el inicuo”. Será un gobernante mundial que hará un pacto con Israel siete años antes del fin del mundo (Dn9:27). (1) Su verdadera identificación será confirmada tres años y medio después que rompa su pacto con Israel, llegue a ser el gobernante mundial, se declare a sí mismo como Dios, profane el templo en Jerusalén, prohíba el culto a Dios (2Ts 2:4,8-9), y causa desolación en la tierra de palestina (Dn9:27, 11:36-45). (2) El anticristo afirmará que es Dios y perseguirá severamente a los que permanezcan fieles a Cristo (Dn7:8,24-25; Ap11:6-7; 13:7,15-18). Exigirá adoración, evidentemente desde un gran templo que emplea como centro de sus pronunciamientos (Dn7:8,25; 8:4; 11:31,36). Los seres humanos han procurado ese estado divino desde el principio de la creación (2Ts 2:8; Ap13:8,12). (3) Él “inicuo” demostrará mediante el poder de Satanás grandes prodigios, maravillas y milagros para propagar el error (2Ts 2:9). “Prodigios mentirosos” se refiere a milagros sobrenaturales genuinos que engañan a las personas para que acepten una mentira. (a) Es posible que esas demostraciones de lo sobrenatural sean vistas por televisión alrededor del mundo. Millones serán impresionados, engañados y persuadidos por ese aparente caudillo carismático porque ellos no tienen un compromiso profundo ni amor por la verdad de la Palabra de Dios (2Ts 2:9-12). (b) Tanto las palabras de Pablo (2Ts 2:9) como las del Señor Jesús (Mt 24:24) deben prevenir a los creyentes contra la suposición de que todo lo milagroso viene de Dios. Las manifestaciones aparentes del Espíritu (1Co 12:7-10) y supuestas experiencias de Dios o del Espíritu deben probarse por la fidelidad de la persona a Cristo y a las Escrituras. LA DERROTA DEL ANTICRISTO Al final de la tribulación, Satanás reunirá muchas naciones en Armagedón bajo la dirección del anticristo y hará la guerra contra Dios y su pueblo en una batalla que abarcará todo el mundo (Ap16:16). Cuando llegue ese momento, Cristo volverá e intervendrá de manera sobrenatural para destruir al anticristo, a sus ejércitos y a todos los que desobedecen el evangelio (Dn11:45; Ap19:15-21). Además Cristo atará a Satanás y establecerá su reino en la tierra (20:1-6). LA PAZ DE NUESTRO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO A TODOS MIS HERMANOS(AS) HASTA PRONTO.
Posted on: Wed, 10 Jul 2013 23:11:38 +0000

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