La atención en un restaurante es clave. El tener un restaurante exitoso es una tarea compleja. Intervienen muchos factores, no sólo la calidad de los alimentos que es quizás la verdadera alma de un lugar. Los admiradores de la serie Seinfield recordarán el capítulo del Nazi Soup, donde una larga fila de comensales avanzaban en una fila silenciosos para poder ser participes de los caldos de aquel Chef con políticas rigurosas y estrafalarias. Pocos lugares pueden darse ese lujo. Lo que uno busca al buscar la comida de un local, es también una combinación en la que el trato y la comodidd seán factores. Y aquí interviene desde la capacitación al personal, la iluminación, música, mobiliario y hasta el diseño de la loza. Todo influye. Pero la atención es quizás uno de los factores primordiales. Hace algunos días estando de visita mi madre y sobrina en la ciudad, decidimos ir a La Buena Barra a celebrar el cumpleaños de mi hijo. Al final tuvimos una buena atención que rescato el inicial trato. Al llegar al local, el mesero al que estábamos asignados le cambio la mesa a alguien menos experimentado. Su criterio y esto lo infiero, que desentonábamos quizás con las mesas, no es que fuéramos de shorts y bermudas, algo que estaría fuera de lugar, pero veníamos de actividades diversas, vestidos de una forma normal. Para ser breves, no somos el estándar que en Monterrey identifica a una elite, ni en las maneras agresivas, ni el ropas y calzados. Yo tuve un restaurante y sé que el mesero con "experiencia" a veces delega una mesa, por pensar que no va a tener un nivel de gasto que a él le convenga, basado en su criterio y en la experiencia. Al final gastamos porque eramos una mesa grande, somos de buen comer y celebrabamos el cumpleaños de mi hijo pequeño, el mesero "experimentado" retomo la mesa y la atención, pero a la salida comentamos el detalle y mi percepción no fue única, todos nos dimos cuenta del trato diferenciado. La Buena Barra es un local al que frecuento desde que estaba en el centro de San Pedro, la calidad de sus alimentos es muy buena, su atención es de manual y sí, sus precios son altos. Desde que se mudaron a Plaza Lua, se han convertido en un referente en la zona de San Pedro e ir allí un domingo sin reservación equivale a un tiempo de espera considerable. Pero cayeron en el error de muchos sitios de Monterrey y en general de México. Catalogan al comensal de acuerdo a sus estándares étnicos y de clase social. Lo que en verdad me parece de un gusto pésimo y que no abona a una sociedad donde deberíamos de buscar mayor igualdad. JJ
Posted on: Wed, 14 Aug 2013 21:27:52 +0000
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