La existencia de una Fundación Francisco Franco debería - TopicsExpress



          

La existencia de una Fundación Francisco Franco debería sorprendernos tanto como la hipotética, quimérica, existencia de una fundación alemana dedicada a exaltar la memoria de Hitler, pero al führer le derrotaron y al caudillo no, con el excelentísimo pactaron una sucesión pacífica, una transición demasiado transigente. Temerosos de su fantasma recién estrenado, ensordecidos por un ruido de sables oxidados, nuestros demócratas, incluidos los conversos comunistas se sometieron a los dictados del fallecido dictador y ahora tenemos una monarquía reinventada de capa caída y cetro tambaleante. Si es cierto ese dicho de que un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla (maldición que en el caso español adquiere connotaciones especialmente trágicas y violentas) no tendríamos que preocuparnos demasiado, Franco sigue ahí, en calles, plazas y edificios con la adhesión, o al menos con la connivencia de un importante sector del partido del gobierno. Partido y gobierno de una derecha de amplio espectro que hasta ahora acoge en su promiscuo seno a la derecha extrema y nostálgica. Hasta ahora porque a los dinosaurios supervivientes del franquismo y a sus descerebrados herederos se les está quedando pequeño el terreno de juego y empiezan a desbarrar por su cuenta para farisaico escándalo de los moderados de la formación conservadora. Brazos en alto, símbolos, banderas, insignias, dialéctica de puños y pistolas que haría las delicias de aquél Billy el Niño al que por fin le han puesto el pasquín de Wanted, en la Argentina por supuesto. Billy el Niño fue casi una leyenda urbana, si habíamos de creer a sus víctimas, el asesino con cara de ángel, estaba en todas partes aunque tenía preferencia por los ambientes universitarios donde la cacería de rojos solía ser fecunda y fácil porque aquellos estudiantes practicaban la libertad de expresión, pintaban las paredes sin tomar demasiadas precauciones y repartían panfletos a cara descubierta hasta que se la partían por primera vez en la comisaría. La jueza argentina pedirá a la Guardia Civil la localización y captura del sujeto. Si hay alguien que puede saber dónde se encuentra, ese alguien está seguramente en la Guardia Civil que reinsertó hace unos años al asesino fascista Hellín dándole un trabajo de informático en el que al parecer se desenvuelve bien porque para pasmo de unos y bochorno de otros conserva el puesto y aparece en la televisión, no como criminal sino como perito en crímenes. Nunca se afrontó a fondo la limpieza de las cloacas del franquismo y las ratas se han reproducido y emergen descontroladas. Sacarlas de sus madrigueras y erradicarlas es labor ingente para los tribunales, por supuesto para los tribunales argentinos.
Posted on: Fri, 20 Sep 2013 20:18:31 +0000

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