La historia es propia, no sean tan duros, es lo primero que escribo, digan los errores y prometo hacerlo mejor para la próxima, saludos. Es dificil para mi, el comenzar este relato. Queria emociones… ¡Aventuras! Algo para ser recordado.. *Siempre quise una aventura en mi vida, que pusiera algo de sabor* Aun que definitivamente no me refería a algo como esto.. Pensar que me encontraba en mi casa; tranquilo (Aburrido, pero tranquilo al fin y al cabo) Salí de la casa, por invitación y casi ruego de unos amigos. Hubiera querido quedarme en casa, con mis libros, mis hermosos libros de terror… ¡Pero no!, decidi salir a socializar con esta.. esta “gente”. Ya nos encontrábamos reunidos, y si; gente común. No esperaba nada mas. Sin duda, seria una noche muy larga y sin emociones. Aunque.. había una chica de baja estatura, de piel muy clara, con un hermoso cabello, teñido de azul y verde que por obvias razones se hacia resaltar del grupo. En fin toda una curiosidad. Se hallaba muy callada y con cara de pocos amigos,por lo visto, fastidiada por mi misma situación. Mientras los demás platicaban acerca de quien se había cojido a quien, ella dio un suspiro, se sentò y sacó un libro, ah, pero no cualquier libro sino “el libro”. Se trataba de: El Necronomicon, de H.P. Lovecraft, uno de mis autores favoritos, de los pocos que me han dejado en un estilo de trance de imaginación. Sin pensarlo dos veces, me acerque, y establecí una platica con ella, dejando en claro mi fascinación por ese tipo de lecturas, y creo que poco disimulado, mi atracción por ella. Tuvimos una platica tan escalofriantemente hermosa, por lo cual los demás nos miraban horrorizados, o por lo menos querían aparentar. Así que mejor nos retiramos, dejándolos en su monotonía, hipocresía e ignorancia. Quedamos en vernos, y así fue, empezamos a salir. Ya muchas veces había sentido atracción por las chicas así, pero esta vez había algo especial, y pese a que soy escéptico y en absoluto cursi, sentía una especie de magia, de hechizo, cada vez que ella me pedía algo. Fue hasta la séptima vez que salí con ella que me empecé a sentir muy débil y verla mas hermosa, darle mi devoción “No importa, todo por ella”- Me decía a mi mismo Ya no le tomaba importancia a esas pequeñas cosas raras que solía hacer, como cuando estabamos solos, empezaba a hacer sonidos guturales, horribles, a veces se desmayaba, pero; ¿a quien le importa ese tipo de pequeñeces, cuando estas enamorado? O eso creía, eso me hacia creer. Yo sabia muy bien lo que hacia, estaba consiente de eso, pero solo había que mirarla.. para caer en su hipnotismo, en su red, en su amor. Ah!, pero lo sabia! ¡Sabia que hacia esas locuras! ¡Esa seguridad nadie me la quita! Todo ser pensante se preocuparía por el “Por que hace eso?” A mi lo que me aterrorizaba, era no saber por que no me alejaba de ella, por las malditas cosas tan horribles que hacia y como iba empeorando. Pasó el tiempo, siete meses para ser exacto. Tenia pesadillas. Mas de las normales Las pesadillas, ocasionadas por mis lecturas, ya no las disfrutaba Estas pesadillas eran diferentes, un verdadero horror, sin seres definidos; solo sombras, colores, formas y voces, burlándose de mi situación, de mi amor. Indefinible, sin dudas. Tenia pesadillas variadas, como ya comenté.. Oh.. pero esta semana, tuve cuatro, iguales. Y cada vez que las tenia, sentía mas horror que en la anterior. Recamara. Cama. Blanco. Voltea. Fijo. Espera. Eso era lo que recordaba. Hasta que llegó el día. Como era costumbre, los Domingos Nos encontrábamos en su cuarto, nunca había visto a su familia, no sabia nada de ellos. Pero nunca pregunte por ello, no le fuera a incomodar a mi amor, ¡no quería que se pusiera triste! (¡¿Por que no me daba cuenta?!) Desde que llegamos, nunca hablamos, como de costumbre. Entonces me habló porfin. -Siento mucho haberte hecho esto, no era mi intención - Tenia una cara de lamentación, pero sabia que lo fingía. -¿Sabes?, de todos, eres el que mejor trabajo ha hecho, estoy muy complacida – Su cara se lleno de satisfacción. Después sonrió. Esa maldita sonrisa que nunca olvidare, mostrando sus hermosas piedras de marfil, como la amaba. Dijo: - Lo siento de verdad, procuraré hacerlo rápido, con eso que llaman piedad. ¡¿”Con eso que llaman”?! ¡¿A que se refería con eso?! ¡¿Por que..?! Un momento… Ya no tenia esa presión, ese ”embrujo”, esa maldición. ¡Estaba consciente por fin! -¡¿ Qué me has hecho?! – A pesar del miedo y la furia, me sentía libre, sabia que no estaba loco. Dicho esto; empezó con su ritual Comenzó a gritar y a hacer sonidos incomprensibles, espantosos, esta vez con mas energía, con mas pasión. No podía moverme, pero ahora por miedo. Se tiró al suelo y empezó a convulsionarse, tirando espuma y saliva por esos hermosos labios. Por fin reaccioné y fui hacia a ella, en su ayuda. Que error tan grande, hubiera escapado teniendo la oportunidad. Se levanto un olor espantoso. Levante la vista en busca de la fuente de ese hedor. Una peste a putrefacción y hule quemado. Fue lo único que pude distinguir de esa mezcla olorosa Era ella. Cuando la mirè de nuevo, se estaba arrugando, si, arrugando. Pero no como un viejo, si no derritiéndose, abarcando solo su cuerpo sin llegar a derramarse. Se le empezaron a formar ojeras, hasta convertirse en huecos donde cayeron sus ojos. Palideció, hasta quedar totalmente blanca, como sus dientes, los cuales ya no estaban, tampoco sus labios, solo era una mueca, una mueca mostrando tristeza y horror. No se si fue el espanto o el hedor, o ambas. Me desmayé. No se cuanto ha pasò. Queria saber donde estaba. Si me encontraba a salvo Poco a poco recobre la calma y vi que me encontraba aun en su recamara. Ahí estaba Sentada en su cama, dándome la espalda, demasiado encorvada, Tratando de no hacer ruido, me dispuse a abrir la puerta y salir corriendo de allí. Pero apenas alcé el brazo para girar el picaporte de la puerta, se estremeció y se giro su cabeza a mi dirección Y aunque no tenia ojos, sabia que me miraba. Estaba desesperado, quería salir de allí a como diera lugar. Se levanto de pronto y hablo, apenas le podía entender – No me culpes..- Miré un pedazo de espejo que ella habia roto unos días antes, en uno de sus “rituales” Lo agarré, y decidido, corrí hacia ella y se lo clavé en la cabeza Dio un espantoso chirrido, y la seguí apuñalando repetidas veces. Murió. Si es que eso estaba vivo. No quería que regresara así que me cerciore de que no pudiera moverse y le corte las extremidades, nada grato para mi, por cierto. Fueron las piernas, los brazos y estaba a punto de terminar con la cabeza De repente la cabeza se convulsionó y habló. – Pensé que me seguirías queriendo.. - Abrí los ojos y la tenia reposando en mi regazo, a punto de terminar de cortarle la cabeza, la hermosa cabeza. ¡Volvía a ser la chica hermosa de antes! Se escuchó un grito Sus padres habían llegado, recién abrieron la puerta y nos encontraron. Lo que recuerdo de esa noche es a su padre golpeándome y a mis padres tratando de negar lo sucedido Y aquí estoy, por buena conducta me dieron una buena cantidad de lapices y de papel. No sé cuantas veces he escrito esto. Pero de una cosa estoy seguro. La amé hasta el final. -SparatDKP-
Posted on: Fri, 02 Aug 2013 03:37:35 +0000
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