La ladrona, su padre y el balonmanista Me manda Arturo un soneto Para nosotros no existe ningún elemento que permita la imputación de la infanta, y por lo tanto no hay ningún trato de favor. Dijo el crítico cinematográfico Eduardo Torres-Dulce, director de la película de terror Fiscalía General del Estado, el 19 de noviembre de 2013. LA imputación le sabe a arroz amargo, como matar a un ruiseñor: qué pena, siendo la infanta, como lo es, tan buena, que esté bajo sospecha sin embargo. Con lo que Iñaki se llevó de largo colmó a los bancos suizos de faena, su rififí le evita la condena, toma el dinero y corre, que no hay cargo. Bonnie y Clyde fueron unos angelitos, igual que Urdangarin y que la infanta, no pajarracos, sino pajaritos. Que el cielo juzgue si pecó, que espanta imputar a Cristina por delitos, más tonta que Cabiria, pero santa. [Películas citadas: La ladrona, su padre y el taxista, de Alessandro Blasetti, 1954. Arroz amargo, de Giuseppe de Santis, 1949. Matar a un ruiseñor, de Robert Mulligan, 1962. Sospecha, de Alfred Hitchcock, 1941. Lo que el viento se llevó, de Victor Fleming, George Cukor y Sam Word, 1938. Rififí, de Jules Dassin, 1955. Toma el dinero y corre, de Woody Allen, 1969. Bonnie and Clyde, de Arthur Penn, 1967. Pajaritos y pajarracos, de Pier Paolo Pasolini, 1966. Que el cielo la juzgue, de John M. Stahl, 1945. Las noches de Cabiria, de Federico Fellini, 1957.] Arturo del Villar, poeta republicano y cinéfilo.
Posted on: Wed, 20 Nov 2013 23:50:27 +0000