La promesa de Allâh para los creyentes Jutbah del viernes - - TopicsExpress



          

La promesa de Allâh para los creyentes Jutbah del viernes - Jutbah del Viernes Viernes 28 de Junio de 2013 Ÿumu‘ah, 19 de Sha’bân de 1434 En el Nombre de Allâh, Misericordioso, Compasivo. Alabado sea Allâh por habernos guiado al Camino Recto, habernos honrado con el Islam y guiarnos a la fe. Que Sus bendiciones sean con el sello de los Mensajeros y Profetas, aquel que transmitió el Mensaje y cumplió con lo que Allâh le encomendó, hasta que lo alcanzó la muerte por orden de Su Señor. Que las bendiciones y la paz de Allâh sean con él, su virtuosa familia y sus distinguidos compañeros. Queridos hermanos y hermanas, la Jutbah de este viernes trata acerca de la promesa de Allâh para los creyentes: Dice Allâh en el Generoso Qurân: “¡Por la luz de la mañana! ¡Por la noche cuando está en calma! Que tu Señor no ha prescindido de ti ni te desdeña. La Última Vida será mejor para ti que la primera. Tu Señor te dará y quedarás satisfecho. ¿Acaso no te halló huérfano y te amparó? ¿Y no te halló perdido y te guio? ¿Y no te halló pobre y te enriqueció? Por eso, no abuses del huérfano. Ni ahuyentes al mendigo. Y habla del favor que tu Señor te ha dado” (Sûrah Ad-Duhâ [93] âyât 1 a 11). Allâh prometió a Su Mensajero, el Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) estar con él en toda condición cuando la revelación experimentó una breve pausa, con lo que Allâh educó a Su Rasûl (sallallâhu ‘alaihi wa sallam). Allâh no solamente volvió a prometerle Su apoyo, sino que le juró que nunca lo abandonaría, y bien sabemos que Allâh no necesita jurar sino que lo hizo solo para afirmar el corazón de su Mensajero (sallallâhu ‘alaihi wa sallam). Al respecto dijo Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “Me educó mi Señor, y lo hizo de la mejor forma”. Esta preparación y educación incluso infundieron la certeza en la promesa de Allâh, así el creyente nunca deberá perder la esperanza en la promesa de Allâh y esto abarca a todos los creyentes. Dice Allâh en el Sagrado Qurân: “Allâh les ha prometido a los que de vosotros crean y practiquen las acciones rectas que les hará sucesores en la tierra como ya hiciera con sus antepasados y que les reafirmará la práctica de Adoración que tienen, que es la que Él ha querido para ellos, y que cambiará su miedo por seguridad. Me adorarán sin asociarme nada. Quien reniegue después de eso... Esos son los descarriados” (Sûrah An-Nûr [24], âyah 55). Esta promesa de Allâh a los creyentes de todos los tiempos, quedó demostrada con creces a los sahâbah del Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) y a los seguidores de los sahâbah y todos los que siguieron sus ejemplos hasta el día de hoy, y todos los que seguirán hasta el día del Qiyâmah. En esta âyah Allâh no solo promete sino que además nos da la guía de cómo alcanzar esta promesa, apoyados con el Imân y las buenas acciones. Ibn ‘Abbâs (radiallâhu ‘anhu) narró que Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Quien quiera ser el más fuerte de la gente, que se encomiende en Allâh; y quien desee ser el más honrado de entre la gente, que tema a Allâh; y quien quiera ser el más rico de entre la gente que confíe en lo que está en la mano de Allâh más de lo que tiene en su propia mano”; siguió diciendo: “¿Quieren que les informe de los peores de entre Uds.? Dijeron que sí, entonces dijo el Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “Aquel que come solo; el que retiene en dar de comer a los demás; y el que castiga injustamente a sus esclavos”. Continuó diciendo: “¿Quieren que les comente del peor de entre esta gente?”. Los compañeros dijeron que si, entonces dijo: “Es aquel que detesta a la gente y la gente lo detesta” Preguntaron los compañeros: “¿Hay alguien peor?”. Dijo (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “Si. Aquel que no ayuda a alguien que tropezó (o que equivoco); y el que no acepta excusas y no perdona los errores o equivocaciones de los demás. ¿Quieren que les comento alguien peor que él? Es aquel que no se espera nada bueno de él; y el que la gente no está a salvo de su maldad”. Continuó diciendo: “El Profeta ‘Isa (‘alaihis-salam) se levantó haciendo Jutbah ante Bani Israîl y dijo: “¡Oh Banu Israîl! No comenten la sabiduría a los ignorantes pues ellos la despreciaran, y no priven a la gente de la sabiduría, porque sería una opresión hacia ellos. Si recompensan a un opresor por sus hechos, Allâh los abandonará. ¡Oh Banu Israîl! Las acciones son tres: unas obras claras que guían, entonces síganlas; otras obras desviadas, por tanto evítenlas; y otras confusas, entonces devuélvanlas a los que las siguen, y Allâh y su Mensajero si son asequibles”. De lo anterior se entiende por qué Allâh abandonó a Banu Israîl y los privó de Su promesa. Esto puede llegar a pasar con nosotros si abandonamos el camino de la guía y nos sumergimos en la confusión. Ÿâbir Ibn ‘Abdullâh (radiallâhu ‘anhu) narró que Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo a uno de sus sahâbah: “¡Oh Ka’b Ibnu Uÿrah! Que Allâh te proteja y evite que estés bajo el gobierno de los ligeros” Ka’b (radiallâhu ‘anhu) preguntó: “¿Qué es el gobierno de los ligeros ¡Oh Mensajero de Allâh!?”. El Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) contesto: “Son gobernadores que llegarán después de mi tiempo pero no siguen mi guía y no practican mi Sunnah. Quienes crean en sus mentira y los ayuden en sus errores y opresión hacia la gente, no serán de mí ni yo seré de ellos y no se acercarán a mi fuente (Haudhul-Kauthar); en cambio aquellos que no siguen sus mentiras y no los ayudan en sus errores y opresión hacia la gente, serán de mí y yo seré de ellos, y me reuniré con ellos en mi fuente. ¡Oh Ka’b! El ayuno es protección, la sadaqah apaga los errores y el salâh es una evidencia. ¡Oh Ka’b! No entrará al Ÿannah carne que se alimentó con harâm, el Fuego la merecerá más. ¡Oh Ka’b! Toda la gente sale en la mañana en dos formas: liberándose o condenándose”. Hermanos y hermanas, con todo lo que hoy por hoy vivimos de ligereza, tenemos la receta de como poder retornar hacia Allâh y estar cerca de Él logrando de nuevo Su apoyo. Allâh nos ama si corremos hacia Él con un corazón sano. Nuestro único refugio está con Allâh, como dice el Qurân: “Así pues refugiaos en Allâh, pues realmente yo soy, de Su parte, un claro advertidor para vosotros. Y no pongáis junto a Allâh a otro dios pues realmente yo soy, de Su parte, un claro advertidor.” (Sûrah Adh-Dhariyât [51] âyât 50 y 51). Así podemos entender lo que está pasando con nosotros en este mundo y lo que podría pasar en nuestra Âjirah. También debemos también recordar que estamos próximos al mes de Ramadán, por tanto es necesario recordar lo que dijo el Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) al respecto. Narró Salmân (radiallâhu ‘anhu) que Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo en una jutbah a fines del mes de Sha’bân: “¡Oh gentes! Un mes auspicioso y bendito ha descendido sobre ustedes. En dicho mes hay una noche que es superior a mil meses. Allâh Ta‘âlâ ha hecho obligatorio el ayuno y ha decretado la vigilia voluntaria por la noche (salâtut-tarâwîh). Una acción voluntaria realizada durante este mes con el propósito de acercarse a Allâh Ta‘âlâ, es igual a una acción obligatoria realizada durante otro mes. Una acción obligatoria realizada en este mes, es igual a setenta acciones fard de otros meses. Este mes, es el mes de la paciencia, y la recompensa por la paciencia es el Ÿannah. Es el mes de la amabilidad hacia nuestro prójimo. Es el mes donde la provisión del verdadero creyente es aumentada. A quien le dé a un ayunante algo para romper su ayuno, sus pecados le serán perdonados y será salvado del fuego de Ÿahannam. Para el que da el alimento se dará tanta recompensa como la del ayunante a quien le fue dado algo para iftâr sin que la recompensa de éste disminuya en lo más mínimo”. Los sahâbah (radiallâhu ‘anhum) dijeron: “¡Oh Rasûlullâh! Ninguno de nosotros tiene los medios para dar algo como iftâr a alguien”. Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “Allâh concede esta misma recompensa, incluso para aquél que da a otro un dátil, un trago de agua o leche para que rompa su ayuno. Este es el mes en cuya primera parte Allâh concede misericordia, en cuya mitad Él concede el perdón y en la última parte Él concede la liberación del fuego de Ÿahannam. Para quien alivie la carga de trabajo de sus sirvientes durante este mes, Allâh le perdonará y le liberará del fuego de Ÿahannam. Y durante este mes, cuatro cosas deben hacerse abundantemente, dos de ellas serán para complacer a vuestro Señor, mientras las otras dos son para ustedes mismos. Lo que deben hacer para complacer a vuestro Señor es repetir abundantemente: “Lâ ilâha illallâh” y la segunda es hacer mucho istigfâr. Respecto de aquellas que son para ustedes mismos, es pedir a Allâh la entrada al Ÿannah y pedir refugio en contra de Ÿahannam. Y para cualquiera que dé a un ayunante agua para beber, Allâh le concederá que pueda beber de mi fuente, donde después de haber bebido nunca más se volverá a sentir sed hasta que se entra en el Ÿannah”. Debemos prepararnos y hacer lo posible para desarrollar en nosotros las cualidades que nos acerquen cada vez más a Allâh con buenas acciones y buenas intenciones, y hacer todos los esfuerzos para erradicar de nosotros aquellos defectos que ensucian o deterioran nuestra relación con Allâh. Por eso, debemos arrepentirnos sinceramente ante Allâh y rogarle para que inculque en nosotros la piedad, la sumisión, la esperanza y el verdadero temor y amor hacia Allâh. Roguemos a Allâh para que nos permita ser merecedores de Su bendita promesa y ganar la guía y la complacencia. Roguemos también a Allâh para que nos haga entrar a un nuevo mes de Ramadân en la mejor condición de îmân y esperanzas en Su infinita misericordia. Âmîn. Wassalamu ‘alaikum wa Rahmatullâhi wa Barakatuh
Posted on: Sat, 29 Jun 2013 03:30:26 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015