Muchos periodistas no se atreven a hablar de Parisi. A la mayoría - TopicsExpress



          

Muchos periodistas no se atreven a hablar de Parisi. A la mayoría les parece una mala palabra culpa de la reacción de sus militantes a la hora de la critica: en la era de la exposición de los egos, los Parisistas son expertos en dañar egos. Estan coordinados de manera inteligente y muy bien enfocados en callar a través de la puteada masiva e intimidatoria. Y es que califican perfectamente en la logica del anónimo, del grito de la calle a lo lejos. Ellos son. El Parisista es un taxista que echa chuchadas en la calle. Es el que esta en la cola diciendo “ya pos hueonooo” para que el resto lance risas nerviosas. El Parisista es “el poder de la gente” entendiendo a las personas como unas victimas del abuso que se transforman de vuelta, en unos abusadores cronicos contra incluso el que no lo merece o discrepa. Pero Parisi es una forma. Partamos de esa base: representa a un espíritu de epoca alimentado por la desconfianza de cuatro años bajo el gobierno de un especulador. Piñera fue quien involuntariamente agrandó los bonos de este caudillo de brillante campaña. Quien esta detrás de la campaña de Franco entiende a la perfección una epoca: comprende que la gente esta aburrida de las evaluaciones al pueblo cansado, motivo por el cual la campaña de Matthei (“un 7 para Chile”) es una reverenda lata que conducirá por error a la derecha a un fracaso mas ruidoso. Por otro lado, sabe que la gente es emocional, motivo por el cual avanza frente a un MEO intelectualizado, en una epoca de Zapping donde Bachelet, con su estilo de rock a lo Bono (en el sentido musical y economico) gana por simpatía. En cambio Parisi se planta como una sorpresa muy bien escrita. Su relato es una gran recopilación de lo mejor de cada candidato: cree en la derecha del esfuerzo y recompensa de Matthei (es economista) pero a la vez descree de los pitutos y pide meritocracia a lo Bachelet. Posee las virtudes que volvieron a MEO lo mas similar a un “telecandidato” la elección anterior pero a la vez multiplica eso por venir de la televisión en si con programas con apellido. Es una muy buena cazuela. Pero ojo: esconde un truco. Lo mas criticable es su apelación sobre la conspiración. Se vuelve temible cuando vemos sus videos, que son un llamado a creer en la desconfianza: los enemigos son los medios, pero a la vez los desea. Se queja de la no cobertura, cuando llama a creer en la cobertura propia. Y es ahí donde falla. Finalmente parece un niño ansioso de tele, cuando no la necesita tanto. Despreciar a Parisi y a sus seguidores es una gran torpeza. Probablemente uno puede mirar en menos desde la academia sus formatos, pero en la calle, es el que tiene hoy, a mi parecer, la mejor campaña. Y es una campaña que tiene muy poco de tradicional y que cada vez que sale en pantalla te lo recuerda: no viene de los mismos de siempre, pero a la vez, su pasado refleja que quiso ser parte de eso. Y es ahí donde esta su gran punto débil: su historia vinculada a la derecha, aunque lo niegue. Su relato sobre la meritocracia, con historias de colegios en contra. Parisi debería dejar de despreciar tanto lo que tanto promueve: Google lo puede desnudar muy fácilmente. Y en la guerra electoral, donde aparecerá todo tipo de triquiñuelas, y donde se esta jugando la sorpresa (culpa de que los medios alimentan ideas erroneas) el blanco se instala muy fácil. Yo no soy experto electoral, pero si me gusta la publicidad. Y les puedo decir que la campaña Parisista se adelanta al futuro: tiene una historia. Y que buena historia tiene. Si es capaz de mantenerse en el tiempo y es fiable, ganará puntos. Si no lo es, los mismos parisistas que putean al que le pega, pronto podrían irse contra el. Es el problema de tener cariño, pero no respeto. El respeto se mantiene: el cariño, pasa. Ahí esta su gran prueba de fuego.
Posted on: Wed, 25 Sep 2013 03:31:05 +0000

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