NUESTRO PROGRAMA DE VIDA EN SANTIDAD EVANGELIO DE HOY (Lc. 6, 20-26). "En aquel tiempo Jesús alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados los pobres de espíritu, porque vuestro es el Reino de Dios": La pobreza de espíritu es sentirse antes que nada necesitado de Dios, saber que todo lo bueno que hay en nosotros proviene de su Bondad. Es paradójicamente ser pobre de sí mismo para ser rico en Dios. "Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados": Hambre y sed de ser santos. En la segunda escritura el justo es también el santo. Hambre y sed de ser lo que Dios quiere que seamos, de vivir la Verdad, la rectitud, el bien, el amor en plenitud. "Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis": Llorar es una manera de exteriorizar sentimientos, luchas, fragilidad. Aquí el llanto es la expresión de nuestro arrepentimiento al sentir el peso de nuestro pecado, es el condolerse por el dolor del hermano, es el llanto que anhela ser enjugado por las manos del Señor. "Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo": Dar testimonio de Cristo aún en medio de la incomprensión y la burla, el menosprecio... No avergonzarse de ser "cristiano", de ser hijo de Dios, de vivir sus enseñanzas. Buscar agradar a Dios antes que a los hombres. Esta predicación nunca pasa de moda porque Cristo no deja de proclamarla hoy a nuestros corazones para invitarnos a la santidad
Posted on: Wed, 11 Sep 2013 12:22:47 +0000
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