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Nombre del personaje: Manuel Lozada "El Tigre de Álica". Fecha de nacimiento: 1828. Fecha de fallecimiento: 19 de julio 1873. Origen : San Luis,Tepic, Nayarit. Época: México Independiente (siglo XIX). Actividad: Guerrillero y agrarista. Les voy a contar la historia de un hombre indígena que, sin poseer convicciones políticas firmes, luchó por defender las tierras que pertenecían a los campesinos, en contra de todo aquél que se oponía a respetar las propiedades de los indios; este personaje de quien hablo era Manuel Lozada, mejor conocido como "El Tigre de Álica ". Manuel nació en un pueblo llamado San Luis, en el año de 1828 en el actual estado de Nayarit, que en esa época pertenecía al estado de Jalisco. Fue hijo de Norberto García y Cecilia González, pero debido a que su padre murió cuando él era niño y su madre no tenía con que mantenerlo, fue adoptado por su tío José María Lozada, desde entonces Manuel adoptó el apellido de su tío: Lozada. Desde chico ayudaba a cuidar a los animales; ya más grandecito, junto con su primo Juan, asistía a la escuela de la parroquia. Desgraciadamente poco duró la instrucción pues, de cinco primos, tres murieron de fiebre, Manuel y Juan pronto tuvieron que arar en las tierras de su pueblo. Fue en aquel tiempo cuando tupió el hambre porque no llovió y la tierra quedó seca como zacate. Por esta razón, los dos primos tuvieron que irse de peones a la hacienda de Las Mojarras, la cual pertenecía a Joaquín Vega. Manuel, al tiempo de ser peón de la hacienda las Mojarras, también fue vaquero en la de Cerro Blanco, de Pantaleón González, a cuya esposa, Ricarda Torres, sirvió de caballerango a la muerte de aquél. Fue eterno enamorado de María Dolores, hija de Ricarda, con la que se fugó y por tal situación fue tomado preso en la cárcel de Tepic. Aún puesto en libertad no renunció a su amor; pese a saber las consecuencias, quiso verla pero nuevamente fue apresado, y esta vez condenado al presidio en la isla de Mezcala. Gracias a su madre salió libre y una vez más, busco a María Dolores. La tercera es la vencida, porque esta vez, ella lo siguió a la sierra de Álica. Todo el poder era de los hacendados en aquellas tierras. Esto acabó por conmocionar su espíritu e hizo que, al poco tiempo, reuniera un grupo armado de gente de campo que, al igual que él, ya no soportaba la situación. Si nos imaginamos a esa gente sin trabajo, sin casa, viviendo en cuevas, aislados, era de esperarse que se levantaran en armas. Esto provocó la ira del militar Simón Mariles quien lo quiso capturar pero al no encontrarlo mandó a azotar a su madre en la plaza pública. Manuel, encolerizado, lo fusiló para dar a entender que nadie debía meterse con él o su familia. Su fama creció como la espuma del mar. Al ver su popularidad las casas comerciales de Tepic, de bandera inglesa, lo apoyaron en su carrera de armas, y con esto se convirtió en un rival temible, tanto que participó, como un caudillo de confianza, en la Revolución de Ayutla. Para sorpresa de propios y extraños en 1857 derrotó a las filas del teniente coronel José María Sánchez Román y en 1859 dispersó a la tropa del coronel Valenzuela, quienes eran Juaristas. El 2 de noviembre, de ese mismo año, asaltó Tepic tras 7 días de fuertes peleas. Dominó gran parte de Jalisco, Sinaloa it. El 7 de abril de 1860 fue vencido por el coronel liberal Antonio Rojas en Barranca Blanca, y en mayo por Ramón Corona apoyado por el primero. Tanto era el miedo que infundía, que el propio Benito Juárez lo calificó, a él y los insurrectos, como fuera de la ley. Por lo cual una brigada de 3, 000 hombres salió en su persecución provocando 9 días de duras batallas en Álica; quedando dispersos los seguidores del "Tigre de Álica"; pero una vez reorganizados tomaron Tepic y San Pedro Lagunillas. Ogazón tuvo encontronazos con Lozada, pero terminaron en un acuerdo pacífico con los tratados de Pochotitlán, pues llegaban a Veracruz las escuadras extranjeras. En dicho tratado se acordó disolver los contingentes de Lozada y derogar todas las posiciones dictadas en su contra; no perseguir a nadie y asumir oficialmente la responsabilidad de poder ayudar a los indígenas en el reparto de tierras. Desgraciadamente pasaron los meses y las condiciones pactadas no se cumplían, por esta razón Corona tuvo tres encuentros con los Lozadistas, terminando estos últimos por recuperar Tepic. Debido a esto, nuestro astuto Manuel decidió firmar el Acta de Adhesión, estableciendo compromisos políticos con el grupo conservador; y no sólo eso, sino que también apoyó al supuesto emperador traído por los conservadores en la intervención francesa: Maximiliano de Habsburgo. Y es que no es justificación, pero recordemos que la Ley Lerdo, promulgada en 1856, no sólo declaraba la desamortización de las fincas rústicas y urbanas pertenecientes a la Iglesia, sino que también las de las comunidades indígenas. Al Tigre no le importaba quién se encontrara en el poder, sino más bien, que cumplieran con él y su gente con respecto al reparto de tierras; por esta razón cuando iba a ser fusilado Maximiliano, Lozada decidió intervenir por él, puesto que creía que había que ser intransigente con el fuerte y con el vencedor, pero generoso con el débil y el vencido. De Maximiliano, recibió la Espada de General, y de Napoleón III la Legión de Honor. Era de esperarse, que conocido como un hombre valiente, su fama había llegado a ser conocida por estas personas, quienes buscaban apoyo en hombres que pudieran organizarse en contra de los liberales. Ahora bien, tal vez él no tenía la visión política suficiente como para darse cuenta que apoyando a los extranjeros, hacía que la Nación Mexicana corriera más peligro de ser dominada por Francia. Lo que quizá ocurrió es que Manuel, como parte de los grupos indios, no tenía el sentimiento de identidad nacional. Tiempo después Manuel dio a conocer un manifiesto, donde hablaba de la opresión sufrida por gente campesina y mencionaba que los pueblos dejarían de ser el instrumento ciego de sus verdugos y opresores; con esto logró formar la primera Comisión de la Reforma Agraria en México, en el año de 1869. Muchos pueblos indígenas recuperaron sus tierras y por cerca de 4 años, Nayarit vivió en paz. Lozada continuó siendo el jefe de aquella región, en la que logró intensificar el reparto de tierras, pese a la oposición del gobierno. La vida de Manuel Lozada fue muy productiva de acuerdo a sus ideales, se dedicó a organizar la administración pública; intentó resolver los problemas entre los indios y las propiedades rurales de los particulares; nombró comisiones con los integrantes de cada pueblo para proponer soluciones a los linderos de las tierras mencionadas. El clero intervino para mediar las relaciones en estas propuestas. También tenía Lozada un periódico en el cual difundía sus ideas. Para denunciar la explotación de los indios lanzó el 17 de enero de 1873 El Plan Libertador de los Pueblos de la Sierra de Álica, en donde además mostraba una preocupación por las relaciones discriminatorias en cuanto a la separación étnica, que aún en la actualidad persiste. Desde el gobierno juarista, se había intentado la pacificación del país, por lo que es perseguido, y para 1873, en el gobierno de Lerdo, fue vencido y aprehendido por el general José Ceballos, con la brigada de Sinaloa, logrando descubrir su escondite. Posteriormente Manuel fue fusilado en la Loma de los Metates, cerca de Tepic, el 19 de julio de 1873. El gran Manuel Lozada fue considerado como " el precursor del agrarismo", fue un hombre que luchó por los derechos de los indígenas. Se dice que "el Tigre" al morir se convirtió en un Ave Fénix; porque cuando esa ave muere, resurge su alma y puede volver a volar majestuosamente; y así fue, la lucha por la tierra de los pueblos resurgió en nuestro país, primero con Zapata y ahora en Chiapas.
Posted on: Sun, 11 Aug 2013 00:29:21 +0000

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