Oficial y por Resolución: los clubes deberán contratar seguridad - TopicsExpress



          

Oficial y por Resolución: los clubes deberán contratar seguridad privada en los partidos de fútbol edlp hinchada Foto D.Alday 10/08/13 - 09:34hs El subsecretario de deportes de la provincia firmó una resolución en la cual se obliga a los clubes a contratar personal de seguridad privada para preservar el orden dentro de los estadios. En una decisión que tiende a convertirse en la punta de lanza para acabar con la violencia en el fútbol y otras disciplinas deportivas, el subsecretario de deportes de la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel López Gómez, firmó la Resolución 04 que delega la responsabilidad de preservar la seguridad dentro de los estadios de fútbol a los clubes, y consecuentemente, a sus dirigentes. Amparado en el vencimiento del plazo de 5 años que concedía la Ley 26.370 adherida por la provincia de Buenos Aires mediante otra ley (13.964), los clubes o entidades deportivas que organicen espectáculos de convocatoria masiva deberán contratar “Controladores de Admisión y Permanencia del público”, tal cual lo establece la Resolución a la cual accedió de manera exclusiva El Clásico. En el documento, evidenciado a pie de página, también se involucra a otras entidades como el Consejo Federal, la Comisión Provincial de Automovilismo y Motociclismo (COPAM), la Asociación de Clubes de Básquet (AdC), la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA), la Federación Argentina de Box, la Asociación Argentina de Tenis, la Confederación Argentina de Handball y la Federación de Vóley Argentina. Con esta Resolución, las instituciones deportivas dentro del marco de la provincia de Buenos Aires deberán contratar personal de seguridad privada pasando a ser responsables absolutas de lo que ocurra en los escenarios donde se desarrollen los encuentros de convocatoria masiva. De esta forma dejarán de existir los megaoperativos de seguridad con policías de la provincia afectados a los partidos de fútbol, que además de percibir una baja remuneración para cumplir sus funciones, descuidan al resto de la sociedad durante el lapso de tiempo que duran los respectivos cotejos. Esta medida, además, tiene una clara similitud a lo que acontece en las ligas del primer mundo como la inglesa, en la cual después de dos décadas de violencia extrema, se logró erradicar a los barras de los estadios reconocidos como Hooligans en Gran Bretaña. La Resolución, que hasta el momento se había mantenido en secreto, se firmó el pasado 15 de julio y debía entrar en vigencia a partir del 1 de agosto. Con esta determinación, la Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte (APreViDe) se encargará de convocar a un número sensiblemente inferior de efectivos de la policía en comparación a los que se venían sumando a los operativos para resguardar que no ocurran desmanes en las inmediaciones de los estadios, dejando de tener injerencia en lo que ocurra dentro de los mismos. A partir de ahora serán los clubes los responsables de contratar personal especialmente entrenado (los Controladores de Admisión y Permanencia) que tendrán la finalidad de preservar el orden dentro de las canchas. ¿Cómo se lleva a la práctica? De acuerdo a lo informado por las fuentes consultadas por El Clásico, el sistema de aplicación de la Resolución Provincial 04 del actual gobierno de Daniel Scioli no necesariamente deberá ser publicada en el boletín oficial para luego ejecutarse por las diferentes instituciones. En la ciudad de La Plata, por ejemplo, Estudiantes ya trabaja en la reclusión de 100 Controladores de Admisión y Permanencia que podrían empezar a ejercer funciones en el partido de la cuarta fecha del torneo Inicial 2013, cuando el primer equipo reciba a Boca en el estadio Ciudad de La Plata. Las personas seleccionadas, que deberán cumplir con los requisitos que establece la ley, podrán responder a empresas de seguridad privada que a su vez deberán estar registradas y contar con la aprobación del poder judicial de la Provincia de Buenos Aires. Estas personas, a su vez, tendrán que comprobar un entrenamiento adecuado para afrontar diferentes situaciones que puedan llegar a presentarse en las citas deportivas. Al igual que ocurre en la actualidad con los policías que ingresan a los estadios de fútbol, los Controladores de Admisión no portarán armas de fuego, pero sí tendrán elementos suficientes para enfrentar una situación de conflicto en las tribunas o plateas. Para el caso, se detalló que todo el personal abocado a estas tareas contará con un suministro adecuado de gas paralizante, bastones de goma y esposas metálicas. En tanto, habrá una permanente convivencia con la policía que actuará afuera de los estadios. Y sólo en el caso de resultar extremadamente necesario se apelará a la colaboración de la fuerza pública para el traslado de hinchas que no respeten las normas de convivencia dentro de los estadios. El antecedente de la Premier League El 29 de mayo de 1985, una hora antes de que se jugara la final de la Copa de Campeones, los hooligans del Liverpool trasladaron al estadio Heysel la práctica habitual en las canchas inglesas: empujar a los hinchas rivales para desalojarlos y ganar la tribuna. Pero eso dejó el s­aldo de 39 personas fallecidas. Thatcher declaró: “hay que limpiar el fútbol inglés de los hooli­gans". Pero para tomar ver­­­­­da­­deras medidas esperó que sucediera otra masacre producto de un cóctel fatal: mala organización, hooligans e infraestructura deficitaria. En la semifinal de la FA Cup de 1989 entre Liverpool y Nottin­gham, en el estadio Hillsbrough de Sheffield, hubo sobreventa de entradas. Con la cancha colmada, hooligans e hinchas comunes pugnaron por entrar, burlaron el control policial insuficiente, derribaron vallados y aplastaron contra el alambrado olímpico a la gente que ya estaba en las tribunas, quienes no pudieron escapar porque la policía había cerrado las puertas de salida: un total de 93 muertos. El gobierno ordenó una investigación profunda, de la que surgieron el Informe Taylor y la batería de medidas condensadas en el Fútbol Spectators Act: más poder a la policía fuera del estadio y, a los clubes, su seguridad privada dentro y penas más severas y reacondicionamiento de las canchas. Los dos primeros puntos se resolvieron con un amplio consenso político; para lo segundo se necesitaba dinero. Para modernizar los estadios (todos sentados, cámaras de video y mejora de accesos), el Estado aportó préstamos a los clubes, que aumentaron los precios de las entradas hasta el triple. Además, la cadena satelital Sky compró los derechos televisivos y dio otra fenomenal inyección de dinero. Los hooligans se fueron diluyendo. Con los controles policiales estrictos, las nuevas leyes, la ausencia de padrinos y la falta de dinero para costearse la asistencia habitual a las canchas, no les quedó más remedio que ver fútbol por televisión (a aquellos que no lograron detener); otros todavía deben asistir a las comisarías de sus distritos una hora antes de cada encuentro y la pueden abandonar una hora después de terminado el mismo. Hoy en día, los clubes ingleses tienen la obligación de contratar empresas de seguridad privada para garantizar que no haya problemas dentro de sus respectivos estadios. Los efectivos son conocidos como “Stewards” y se identifican por utilizar chalecos naranjas. Al mismo tiempo, las autoridades gubernamentales desarrollan un rol activo en la seguridad, que exige presencia policial para cuidar a los hinchas en las adyacencias de las canchas y escoltarlos en cada uno de los traslados. El diario Hoy lo venía advirtiendo Las siete muertes que ocurrieron en estos ocho meses no sólo mancharon aún más el fútbol argentino, sino que obligaron a (los que estamos ajenos a la responsabilidad de los hechos) pedir una solución que se sigue haciendo esperar. Tal como viene anticipando este medio desde hace ya dos meses, cuya gota que rebalsó el vaso se dio en nuestra ciudad con el fallecimiento de un hincha de Lanús por un balazo de goma de un policía, los dirigentes de los clubes tienen que hacerse cargo cuanto antes de lo que está sucediendo para no seguir contabilizando víctimas fatales que, en un futuro cercano, podría incluir a cualquiera de nosotros. En sus ediciones del martes 11 y miércoles 12 de junio, como del martes 23 del mes pasado, El Clásico realizó diversos informes acerca de los compromisos que deben asumir, de una vez por todas, los distintos titulares de los clubes de fútbol de la Argentina para terminar de una vez por todas con la barra brava en el fútbol. No obstante, también se brindó, desde este lado de la comunicación, ejemplos en otras partes del planeta de cómo han resuelto estos hechos de violencia y delictivos, tanto adentro como afuera de los estadios, cuyo caso más ejemplar nos remite a los Hooligans en Inglaterra. En tanto, desde Hoy se ha hecho hincapié en la posibilidad de implementar seguridad privada en las diferentes canchas, la cual debería estar a cargo de las instituciones que hagan de “local”, que podrían ser sancionadas si no cumplieran con las medidas impuestas. De esta forma contaríamos con profesionales más especializados, responsables, ajenos a los arreglos con los barras y también se liberaría a los efectivos públicos a cumplir con sus tareas en distritos para proteger a los ciudadanos. El tiempo pasa, las víctimas también. Lo concreto es que el tema está puesto sobre la mesa y se sabe quiénes son los responsables que deben empezar a poner en marcha el cambio.
Posted on: Sat, 10 Aug 2013 16:42:51 +0000

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