Para no regresar más En el horizonte de tu regreso. Amanece. Al pie de la ventana recordaba cada episodio a su lado, comenzando por aquel día en que se conocieron en el jardín infantil. Diez años de amistad, quince de esposos, dos hijos menores y un conjunto de sueños aún por realizar. Ella descansaba de su rutina en la escuela de teatro el día que el se fue para Londres a recibir instrucciones de su nuevo puesto en una central petrolera de Brasil. En el aeropuerto jugo con paco y Claudia, sus hijos, leyó el periódico, tomaron café, uno y otro beso con sus manos asidas a la cintura cuando la besaba. Al llamado para abordar le prometio regresar para asistir al estreno de la obra de teatro del barrio. Tomo sus maletas, abordo y se despidió con su cálida sonrisa. Jamás se volvieron a ver. El avión en que se transportaba se hundió en el Atlántico. Ella al despertar cada mañana mira al mar desde su ventana, esperando que algún día regrese corriendo para abrazarla. La foto del atardecer es de Jorge Lastra Carbonó La de la mujer es de tallerdeescritores y la otra no tiene crédito en intento.
Posted on: Wed, 07 Aug 2013 14:07:56 +0000
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