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Picture ...Continuar leyendo Los Primeros Siete Días Picture La alegría del nacimiento de un nuevo bebé conlleva también temores respecto a su salud, especialmente en tiempos pasados, donde el desarrollo de la medicina y las condiciones de salubridad eran diferentes a la situación actual. De allí tantas creencias populares respecto a toda clase de shemirot, para cuidar y proteger la salud del bebé y de la parturienta. Además, según la tradición, las fuerzas del mal tratan de afectar al bebé y a su madre. Por lo tanto no se escatimaban esfuerzos en protegerlos. Los judíos de Damasco, por ejemplo, se abstenían de dejar a la parturienta sola o en un recinto oscuro. Por ello, se acostumbraba dejar siempre una luz encendida en su cuarto. La tradición talmúdica sugiere el encendido de una vela como expresión de shemirá (ver Talmud shabat 128b). Los judíos ashkenazim se abstenían de apagar o quitar algún fuego, aceite o vela encendida del cuarto de la parturienta durante los primeros siete días. La llama del fuego o la luminosidad de una vela son símbolo de luz, de vida y alma, y fueron comparadas con la Torá. En el Libro de Proverbios está escrito: “La vela de Dios es el alma del hombre” (Mishlé 20:27) o “La vela es como una mitzvá y la Torá, cual luz” (Mishlé 6:23). En las comunidades ashkenazitas de Alemania y el norte de Francia la parturienta guardaba bajo su almohada un cuchillo que llamaban krasmeser. La tradición popular atribuía al metal de espadas y cuchillos, el poder de luchar contra los espíritus del mal y alejarlos de la parturienta y de su bebé. El Shalom Zajár La noche del primer Shabat después del nacimiento de un hijo varón, se reúnen familiares y amigos en la casa del niño para darle una cálida bienvenida al primer Shabat de su vida. La mística judía afirma que el Shabat anterior al Brit es el inicio de una influencia y resplandor especial que se proyecta sobre el bebé, por lo tanto el encuentro realizado es considerado una gran mitzvá (Ramá Yoré deá 265:12). La primera fuente talmúdica que menciona este festejo es Babá kamá 80a. Allí se lo denomina Shebua Haben (la semana del hijo), pues el Shabat es el final de la semana en la cual nació. Otra denominación que recibe este festejo es Seudat Zajár, (el festejo del niño). La palabra zajár tiene la misma raíz que zéjer, que significa recuerdo. Esto puede estar haciendo referencia a la promesa que efectuó la criatura antes de nacer, cuando el legendario ángel le exigió: ¡”Sé bueno y no seas malvado”!(Nidá 31a). El encuentro recibe el nombre de Shalom Zajár de acuerdo a la expresión de nuestros Sabios de “llegó un niño al mundo, llegó la paz al mundo” (Nidá 32). También el saludo sabático es Shabat shalom, sábado de paz, y el Brit (el pacto) recibe el nombre de Shalom, pues está escrito: “Y Yo le daré Mi pacto de paz” (Bamidbar 25:12). El Shabat, día de bienestar, fraternidad y paz tiene el poder de proyectar su luz y fortalecer a la criatura. La creación toda encontró su base de sustentación con la llegada del Shabat, que fijó el orden natural del mundo. En mérito del Shabat el niño adquirirá fuerza y vigor. La palabra zajár significa varón, pero como dijimos, tanto su sonido como su raíz gramatical parecieran estar relacionados con el término zejirá, que significa recuerdo y hace referencia a la leyenda talmúdica que enseña que en el vientre materno el niño estudia Torá bajo la luz de una vela y al llegar el momento de salir a la luz del mundo el ángel golpea sus labios provocando el olvido de todo su estudio (Nidá 31). De modo tal, la palabra zajár infiere un llamado al niño que le indica que su objetivo de vida es recobrar la Torá aprendida en el pasado. Leil shimurim - La Noche de Vigilia La noche anterior al Brit milá recibe el nombre hebreo de Leil shimurim. Entre los judíos ashkenazitas se la llama Vacj najt, en Turquía: noche de shemirá y entre los judíos de Siria: Brit Itzjak. Es una noche de vigilia en la cual las personas acostumbran a reunirse en la casa donde se encuentra el niño. Se realiza una fiesta con alegría y canciones para expresar la felicidad y el apego a Dios por el privilegio de poder cumplir con el mandamiento bíblico de la circuncisión (Majzor Vitri, Orjot jaim). En muchas familias la persona que tomará el papel de sandak en el Brit milá es quien ofrece esta comida. Hay quienes acostumbran estudiar alrededor de la cuna del niño, y esto es debido a que se considera que el bebé esta en una situación de peligro hasta después de efectuado el Brit milá, y por eso no se lo deja solo en la noche previa. Y hay quienes invitan a niños pequeños para que pronuncien el Kriat shemá, es decir, el Shemá Israel al lado de la cuna del bebé. El origen de esta costumbre se remonta a los tiempos en los cuales el Imperio Romano prohibió la realización de la circuncisión y los judíos apegados a su tradición realizaban en la clandestinidad este ritual, exponiéndose al peligro de ser descubiertos. La noche anterior al Brit se reunían en la casa y entonaban ciertos versículos que daban a conocer que al día siguiente se efectuaría el Brit milá (Sanhedrín 32). Me gusta · · Compartir
Posted on: Sat, 27 Jul 2013 17:25:07 +0000

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