UN POCO DE HISTORIA ANTES DE LA VENTA, PERDON DE LA REFORMA. El - TopicsExpress



          

UN POCO DE HISTORIA ANTES DE LA VENTA, PERDON DE LA REFORMA. El México del ‘no podemos’ en el presente, al México de si pudimos del pasado, por cierto grande el IPN. El México del "no podemos" Durante comienzos del siglo XX, cuando el petróleo era propiedad de las compañías petroleras extranjeras la consigna desde los corporativos, cuando Carranza incluye el Artículo 27 en la Constitución de 1917, los prepotentes empresarios extranjeros se burlaban de nuestros padres y abuelos. Decían por años los mexicanos solo habíamos usado el petróleo solo como ungüento para la heridas de animales de corral. Que habían sido ellos quienes solo podían aprovechar al máximo ese producto mineral. Sumado a aquello cuando la sombra de la expropiación se hizo más evidente durante el gobierno de Cárdenas, se burlaron también del hecho que el tetraetilo de plomo, necesario para la refinación, mañosamente no lo producían en México, para que siempre estuviéramos maniatados por los extranjeros. De tal manera que cualquier intentona de expropiación, se cernirían sobre la nación fuertes calamidades. Una, la invasión desde EU y la incapacidad técnica de extraer y refinar el petróleo. Sin embargo contamos con la gran suerte de coincidir en aquellos años con dos de los más grandes Presidentes, tanto en México como en EU. Después de las amenazas de invasión de EU en el puerto de Veracruz, de la invasión de Nicaragua, a EU llegó uno de los mejores Presidentes de todos los tiempos, Franklin D. Roosevelt. Hombre honesto y de siempre buenas intenciones. Fincó lo que en aquellos años se conoció como la política del buen vecino. Retiró las tropas de Nicaragua y jamás dejó las compañías petroleras volvieran a esgrimir las fuerzas militares de los EU como propias. Esto abrió las puertas a que el gobierno de Cárdenas pudiera expropiar el petróleo para que la renta petrolera sirviera de base para el desarrollo nacional. Cuando Cárdenas se aventuró a este propósito, México no producía el tetraetilo de plomo, ni estaba en una bonanza que le permitiera pagar la gran deuda que se había echado encima. Sin embrago la renta petrolera era tal, que con ella misma podía ir pagando la expropiación. Cabe mencionar que las petroleras extranjeras siempre llevaron una doble contabilidad, el desfalco fiscal era tapado con millones de dólares en sobornos y contabilidades fraudulentas. Pero bueno la expropiación en sí misma no sólo hizo que el país se apropiara del bien petrolero, también unió a los mexicanos de manera sorprendente. Miles de personas salieron a las calles a festejar, llevaron pollos, guajolotes, ganado, a donar para ayudar al gobierno a pagar la expropiación. Sé de personas que donaron todas sus joyas y hasta propiedades en solidaridad con el gobierno de Cárdenas para solventar el compromiso del gobierno. En la historia de México es la única vez que ha ocurrido una situación de unidad de tal magnitud. Ni siquiera durante la invasión francesa o americana ocurrió tal solidaridad. Nuestros padres y abuelos dijeron que si se podía y lo hicieron. Con esfuerzo sacrificio, unidad e inteligencia, la expropiación se concretó en bien de la nación. A dos meses de la misma el IPN ya había encontrado la forma de producir masivamente el tetraetilo de plomo. Hago esta referencia porque aquellas palabras que los extranjeros dejaban caer sobre los mexicanos. El hecho de que no teníamos la capacidad técnica, el dinero, entre otras cosas, son las mismas que ahora esgrimen mexicanos educados en universidades extranjeras y que están en el gobierno. Ahora nos quieren lavar el cerebro como antaño, de que los mexicanos no podemos. Nos dicen que no podemos hacer nuevas refinerías, que las que tenemos son improductivas y que no tenemos la capacidad de perforar en aguas profundas. Todo el tiempo nos están diciendo que no podemos. Yo les pregunto; Las refinerías que hoy tenemos ¿Quién las hizo? ¿Con qué dinero? ¿Con qué tecnología? Es cierto desde el gobierno de Salinas existe el proyecto de privatizar el bien petrolero, ha habido varias intentonas. Y todo comenzó con el desmantelamiento del IMP (Instituto Mexicano del Petróleo). Durante la década de los 70s y principios de los 80s miles de técnicos extranjeros venían a México a capacitarse en todos los procesos de la industria petrolera. Exportábamos tecnología petrolera, dicho en otras palabras. Pues bien Salinas eliminó aquel instituto hasta casi desaparecerlo, arrebatando la posibilidad a Pemex de ejercer su propia tecnología. El plan es controlar los energéticos del país y con ello toda la nación estará en manos de unos cuantos. La iniciativa privatizadora no estaría mal si no tuviéramos referencias que nos invitan a no ver más allá de un horizonte lleno de calamidades. Veamos la primera; con la privatización será necesario desgravar al bien petrolero, para que el gobierno pueda compensar esa pérdida fiscal está esgrimiendo gravar alimentos y medicinas. Esto quiere decir amigo lector, que lo que hoy paga de impuestos Pemex ahora lo vamos a pagar todos, incluyendo a los pobres y desempleados que ya de por sí están al borde del colapso. Por otro lado nos dicen van a bajar los precios de la gasolina y la luz. Cosa que ya cae en la más grande desfachatez. Pues si abren el negocio a los extranjeros, los precios de los combustibles en el mejor de los casos serán los mismos de los mercados internacionales. Los cuáles serán afectados por el consumo de China y los EU. Eso sin hacer referencia a lo que ya ocurre con otros productos y servicios controlados por la IP. Como son el cemento o los servicios de telefonía. Los cuales son más caros hacia el consumidor mexicano que el precio al que lo exportan. Vamos con ejemplos; ¿Qué pasó con los bancos? Cuando Salinas vende los bancos, más bien se los entrega a sus amigos. Nos dijeron que iba a haber más y mejores créditos y que la banca iba a apuntalar el desarrollo del país. Además que no iba nunca a caer en manos de extranjeros. Hoy sólo queda un solo banco con capital mexicano, el crédito está sumamente restringido, caro y los bancos sangran al pueblo con muy altos cargos de administración y altos intereses en los créditos plásticos. Los bancos no tienen necesidad de arriesgar su capital. Por lo mismo no han apuntalado ningún desarrollo, en cambio esa política nos dejó la más grande deuda de la historia, el Fobaproa. Así podemos seguir con Teléfonos de México, nos vendieron la idea de que iba a ver competencia y muchas otras empresas iban a competir entre ellas obligando a bajar las tarifas. Hoy sabemos que eso tampoco pasó. Y ¿Qué me dicen de los ferrocarriles? Que iban a modernizarse y construir nuevas vías férreas. ¿Dónde están? Las tarifas por los cielos. Amigo lector, es algo ya probado, a los mexicanos nos ha ido muy mal con las privatizaciones. Es mentira que nos han traído beneficios a los mexicanos. Desde la tumba muchos mexicanos entre ellos el General Cárdenas deben estarse revolcando del coraje. Pero no por lo que están haciendo estos pirrurris incrustados en el gobierno. Porque el petróleo mexicano siempre ha estado bajo la mirada hambrienta de extranjeros y connacionales, sino por la falta de unidad de los mexicanos que les preocupa más la selección de futbol que el futuro de sus hijos. Ahora nos prometen mejores tarifas de gasolina y luz. Eso también quiere decir que estos aumentos escalonados se deben a una estrategia para hartar al pueblo y éste acepte la privatización. Nos prometen que ahora el petróleo va a apuntalar el desarrollo. Las mismas palabras de Salinas cuando se refería a los bancos. Es un deja vu lo que ahora propone el gobierno. Amigo lector esto sólo se trata de sentido común; si hay inversionistas interesados en el bien petrolero mexicano, quiere decir que es rentable, que es un negocio demasiado suculento. Quieren ese petróleo y lo quieren para ellos. Entonces hoy el 38% del ingreso fiscal del gobierno que es vertido por Pemex lo vamos a tener que pagar todos los mexicanos. Porque estoy seguro que el mismo trato fiscal que le dieron a Televisa se lo darán a los señores del petróleo. Ya ocurrió aquí mismo en México, antes de la expropiación. No es que sea pesimista, no es que mi visión no sea progresista. Soy nacionalista y responsable con el bien de los mexicanos. Pero lo más importante; “El que se quema con leche hasta a la vaca le sopla”. Si ya con otras privatizaciones nos fue como en feria, por favor ya no más. Digo ¿Qué les cuesta ser menos voraces? Ya dejen de desmantelar al país. Pemex es lo último que nos queda de identidad y orgullo mexicano. Fondo y forma (Abel Oseguera Kernion
Posted on: Thu, 22 Aug 2013 18:22:07 +0000

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